Recientemente descubrimos en uno de nuestros paseos por la ciudad la desaparición de dos placas cerámicas conmemorativas colocadas por la Hoguera Séneca-Autobusos que estaban situadas en la Calle de Portugal.
La más antigua se encontraba situada en el número 24 de la calle ,junto a la esquina con Pintor Lorenzo Casanova. Fue colocada en junio de 1978 y conmemoraba el 50 aniversario de la fiesta. La placa cerámica estaba formada por 20 azulejos y era obra de la Cerámica García Fernández de Manises. El conjunto estaba enmarcado en madera con evidentes signos de deterioro dela madera de dicho marco..
La segunda placa, de un estilo similar, se encontraba situada justo en la esquina de enfrente, en la fachada de la Estación de Autobuses y conmemoraba el 50 aniversario de la Hoguera Séneca-Autobusos. La placa cerámica, obra de J. Roca, estaba formada por 24 azulejos que representaban a una pareja tocando la dolçaina y el tabalet. Fue colocada en 1982.
En esta ocasión y pese a ser una placa más moderna, presentaba algunos problemas como la rotura de un azulejo, el abombamiento de toda la placa y la podredumbre del marco de madera que la enmarca. Seguramente al no encontrarse protegida por un alero como la anterior su deterioro debe haber sido más rápido.
A escasos metros, sobre la portería 24 de la mencionada Calle de Portugal se mantiene la placa colocada en 2000 por el Ayuntamiento de Alicante en honor a Tomás Valcárcel. Esta placa de 6 azulejos y de autor anónimo se ha mantenido en su lugar puesto que se encuientra en perfecto estado. Que ésta sea municipal y las otras dos de la Hoguera nos da que pensar que aquéllas hayan sido retiradas por la comisión para restaurarlas.
Desde Alicante Vivo esperamos que estas placas hayan sido retiradas para su restauración y no se hayan descolgado para siempre puesto que de ser así se privaría a ciudadanos y visitantes de otro elemento ornamental-conmemorativo más de sus calles. Desde esta asociación pedimos a nuestras autoridades que hagan un censo completo de rótulos singulares y placas conmemorativas para proceder a su protección. De esta mandera toda placa que se colocara en esta ciudad con permiso municipal pasaría a depender de éste impidiéndose así la destrucción o retirada.