Leíamos estos días en la prensa la noticia de la aparición de restos de un antiguo colector abovedado en la calle Gerona, sacado a la luz por las obras, precisamente, de un nuevo colector central.
Dicho colector fue levantado en la última década del siglo XVIII y fue pensado para recoger las aguas de avenida desde la plaza y calle del Barranquet (hoy de Ruperto Chapí y de Bailén) y llevarlas a desaguar a una zona cercana al desaparecido Baluarte de San Carlos (aproximadamente al final del paseo de Gadea, en el antiguo Riuet). Parece que su construcción estuvo motivada por el constante embozo de las rejas que daban nombre a la actual Calle de Castaños y que provocaba la inundación del barrio. Que la calle de Gerona recibiera en tiempos pasados el nombre de Calle del Foso nos da una idea de por dónde discurría (y discurre) mayoritariamente el trazado del colector.
Además, la existencia de otros pequeños colectores que desaguaban en el mencionado foso, uno de ellos en la calle Jerusalén, convierten a toda esa zona de la ciudad en un intrincado laberinto de pequeños colectores abovedados. Por sorprendente que pueda parecer, el trazado del colector no discurre en su totalidad por debajo de las calles, sino que, en algunos casos, las viviendas fueron levantadas años después sobre el trazado del mismo. Estas casas tuvieron que sobreelevarse para no cargar la bóveda del colector dando lugar a la variedad de rasantes existentes en esa zona del Barrio de San Francisco. Todo esto nos lleva a que cuando se producen fuertes lluvias, cedan las bóvedas de los fosos dañando en algunos casos las cimentaciones de los edificios levantados sobre ellos, tal y como ocurrió en 1997 al ceder el colector del cruce de las calles Colón con Bazán que llevó al derribo de la vivienda de la esquina, cimentada en parte sobre el mencionado colector.
No estamos descubriendo nada nuevo. Tanto la existencia del antiguo convento de Capuchinas sobre el que se abrió la calle del Teniente Álvarez Soto, que también ha sido noticia, como el foso de la calle Gerona y sus ramales es algo conocido por todo aquel que se interesa un poco por la historia de Alicante. Y se supone que todo esto, por conocido, debe tenerse en cuenta a la hora de planificar el trazado de un moderno colector.
Dicho colector fue levantado en la última década del siglo XVIII y fue pensado para recoger las aguas de avenida desde la plaza y calle del Barranquet (hoy de Ruperto Chapí y de Bailén) y llevarlas a desaguar a una zona cercana al desaparecido Baluarte de San Carlos (aproximadamente al final del paseo de Gadea, en el antiguo Riuet). Parece que su construcción estuvo motivada por el constante embozo de las rejas que daban nombre a la actual Calle de Castaños y que provocaba la inundación del barrio. Que la calle de Gerona recibiera en tiempos pasados el nombre de Calle del Foso nos da una idea de por dónde discurría (y discurre) mayoritariamente el trazado del colector.
Además, la existencia de otros pequeños colectores que desaguaban en el mencionado foso, uno de ellos en la calle Jerusalén, convierten a toda esa zona de la ciudad en un intrincado laberinto de pequeños colectores abovedados. Por sorprendente que pueda parecer, el trazado del colector no discurre en su totalidad por debajo de las calles, sino que, en algunos casos, las viviendas fueron levantadas años después sobre el trazado del mismo. Estas casas tuvieron que sobreelevarse para no cargar la bóveda del colector dando lugar a la variedad de rasantes existentes en esa zona del Barrio de San Francisco. Todo esto nos lleva a que cuando se producen fuertes lluvias, cedan las bóvedas de los fosos dañando en algunos casos las cimentaciones de los edificios levantados sobre ellos, tal y como ocurrió en 1997 al ceder el colector del cruce de las calles Colón con Bazán que llevó al derribo de la vivienda de la esquina, cimentada en parte sobre el mencionado colector.
No estamos descubriendo nada nuevo. Tanto la existencia del antiguo convento de Capuchinas sobre el que se abrió la calle del Teniente Álvarez Soto, que también ha sido noticia, como el foso de la calle Gerona y sus ramales es algo conocido por todo aquel que se interesa un poco por la historia de Alicante. Y se supone que todo esto, por conocido, debe tenerse en cuenta a la hora de planificar el trazado de un moderno colector.