01 abril 2012

BAVIERA. CERVECERA ALICANTINA S.A.


La fábrica en 1928

Cuando recibí noticia de dicha marca, Bayern en su origen germánico, el más grande de los dieciséis estados que forman la República Federal de Alemania, pensé que era una singular marca para la primera cervecera que se instaló en la provincia de Alicante; concretamente en Novelda.

El tema me gustó lo suficiente como para entrar en una investigación que ha durado varios meses. Pero, porque siempre existe alguna contingencia, merced a dar con personas amables por la atención recibida he de agradecer su colaboración nada más empezar estas primeras lineas: Alfredo Campello, de la Asociación Cultural Alicante Vivo; Antonio Obrador, de Obrador y Vitores, SL; Jorge Juan Payá, del Archivo Histórico Municipal de Novelda y Juan A. Cid Tomás, de Cerveceros Digitales.

Conforme los vestigios que aún podemos ver en pie, he podido reconstruir algunos detalles breves de su historia. Fue en el año 1927, un año de auge industrial para la región alicantina, cuando en Novelda se adquirió el antiguo solar de la bodega La Monfortina (por estar próxima a Monforte del Cid). Bajo la dirección del ingeniero Juan Gutiérrez Egea, consejero al mismo tiempo de dicha sociedad, se construyó una factoría similar a las más modernas de la época, con capacidad para producir unos 15.000 litros diarios. El origen de esta iniciativa se debió a dos emprendedores industriales alicantinos: José Guardiola, presidente del Consejo, y Adolfo Reus Ventura, consejero-delegado.

La instalación industrial llegó a contar con once naves, que fueron el orgullo de la región. Entre la distribución de su maquinaria, llamaba la atención una nave exclusiva para contener el condensador de hielo; en otra estaba el propio tanque capaz de producir 400 barras de hielo, de 25 kilos cada una, que vendían a los baristas al mismo tiempo que la cerveza; y había otra nave también para albergar las cámaras frigoríficas.

Sus bodegas conseguían mantenerse a una temperatura media de 1º centígrado, con los tanques de fermentación y reposo en acero esmaltado; su capacidad se cita en 240.000 litros de cerveza.

Otra nave completa se dedicaba a taller mecánico y de mantenimiento, además del despacho del director junto al correspondiente laboratorio químico. Igualmente contó con modernos pabellones, para dormitorios de los empleados en esta industria.

Las personas mayores de Novelda, siguen llamando a esa zona "La Cervecera". En dicha localidad se recuerda no obstante, de cuando la inauguración a principios del siglo XX, que todo el pueblo fue invitado a degustar su producción, y los grifos de la misma no pararon de llenar jarras y jarras para todos sus paisanos.

La fábrica estuvo trabajando con bastante éxito, en sus primeros años. Sin embargo en una reciente exposición de Mahou, en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, pude observar un ejemplar de escritura notarial por compra-venta de la Cervecera Alicantina, S.A., fechada en 1930. Complicaciones posteriores, tanto a la hora de producir, distribuir o comercializar, llevaron a su cierre, siendo rescatada la maquinaria para la cervecera El Turia.


La fábrica en la actualidad

De la firma inicial, se aprecia toda la nave que da a la carretera con su fachada primitiva y sus catorce ventanas de arco; tanto el techo como el interior siguen existiendo según eran en su inicio, con vigas de madera en cuchillos y en perfecto estado; existe todavía un zócalo de mosaico que está en muy buenas condiciones. Así como lo más llamativo desde el exterior: una chimenea de ladrillo, que es la original, y conserva -en su parte superior- as letras de "Cervecera Alicantina, S.A. Alicante"; los laterales de las naves que dan a la carretera de Agost, del mismo modo son genuinos en parte, así como algún muro interior.

Lo delicioso de estos hallazgos, es recurrir a la escasa cartelería "idealizada" o etiquetas que podamos rescatar, bien de coleccionistas, bien de archivos oficiales. Y con los mismos, recrear esa idea, intentando situarnos en aquellos comienzos del siglo pasado, para imaginar con qué esfuerzo aquellos empleados, técnicos, obreros, y administradores, instalaron en Alicante la primera empresa de cervezas. En su honor, quienes me han ayudado a recabar la información necesaria, les siguen recordando

Ahora, en esta letra impresa, vamos a intentar lo mismo. No en balde, sabiendo de dónde viene nuestra industria, cabe desear su continuidad por siempre. ¡Salud!

PEDRO MIGUEL ORTEGA MARTÍNEZ
Publicado en la revista CELCE nº66 de marzo de 2012

 
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