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Publicado por Alfredo
La semana pasada mientras paseábamos por el Paseo de Tomás y Valiente descubrimos una placa conmemorativa que dejaba constancia de un hecho realmente sorprendente. Alicante recibió la visita de un zombi en 1911. Pero no de un muerto viviente cualquiera, no. En ese año se personó en Alicante nada más ni nada menos que S.M. el Rey Don Alfonso XII, que había fallecido en Palacio en 1885.
Alicante Vivo ha realizado una concienzuda investigación por los archivos y hemerotecas de nuestra ciudad y ha descubierto que efectivamente el Rey visitó una vez muerto nuestra ciudad.
Según el registro de salida del pudridero de El Escorial, Don Alfonso XII abandonó su tumba el 15 de febrero de 1911 tomando el primer tren con destino a Alicante, el cual llegó a la estación de MZA al día siguiente. Nada más bajar la escalinata, el Rey se abalanzó sobre su pueblo besando y mordiendo a los allí congregados entre el aplauso de los presentes. Tras esto y una vez recogidos los miembros amputados, la comitiva se dirigió sembrando el terror, hasta el Paseo de los Mártires, los cuales no quisieron perderse tan magno acontecimiento y salieron también de su panteón.
Según cuenta la prensa de la época, algunas personas mostraron su malestar por las "extrañas vestimentas y andrajosos trajes" que llevaban algunos de lso presentes, los cuales "no dejaron de molestar a las personas allí congregadas, que entre vítores y alabanzas, daban puntapiés a estos molestos muertos vivientes".
Una vez cortada la cinta, el pueblo en masa abarrotó el Club de Regatas y dio buena cuenta del menú preparado por la cocina del afamado Hotel Iborra, de cuyos cocineros jamás se volvió a saber nada.
Nos sentimos orgullosos de haber sacado a la luz otra página oculta de la historia de Alicante. Ya es hora de que no nos avergoncemos de neustro pasado. La visita de un Rey, aunque sea zombi, bien merece ser recordada y grabada en letras de oro en las páginas históricas de nuestra ciudad.
Alicante Vivo ha realizado una concienzuda investigación por los archivos y hemerotecas de nuestra ciudad y ha descubierto que efectivamente el Rey visitó una vez muerto nuestra ciudad.
Cafetería Noray, lugar donde se encontraba el Real Club de Regatas que inauguró
el cuerpo sin alma de S.M. el Rey Don Alfonso XII, el cual resucitó de entre
los muertos para respirar el olor de nuestro puerto y visitar las fosas
comunes del cementerio de San Blas
los muertos para respirar el olor de nuestro puerto y visitar las fosas
comunes del cementerio de San Blas
Según el registro de salida del pudridero de El Escorial, Don Alfonso XII abandonó su tumba el 15 de febrero de 1911 tomando el primer tren con destino a Alicante, el cual llegó a la estación de MZA al día siguiente. Nada más bajar la escalinata, el Rey se abalanzó sobre su pueblo besando y mordiendo a los allí congregados entre el aplauso de los presentes. Tras esto y una vez recogidos los miembros amputados, la comitiva se dirigió sembrando el terror, hasta el Paseo de los Mártires, los cuales no quisieron perderse tan magno acontecimiento y salieron también de su panteón.
Según cuenta la prensa de la época, algunas personas mostraron su malestar por las "extrañas vestimentas y andrajosos trajes" que llevaban algunos de lso presentes, los cuales "no dejaron de molestar a las personas allí congregadas, que entre vítores y alabanzas, daban puntapiés a estos molestos muertos vivientes".
Una vez cortada la cinta, el pueblo en masa abarrotó el Club de Regatas y dio buena cuenta del menú preparado por la cocina del afamado Hotel Iborra, de cuyos cocineros jamás se volvió a saber nada.
Nos sentimos orgullosos de haber sacado a la luz otra página oculta de la historia de Alicante. Ya es hora de que no nos avergoncemos de neustro pasado. La visita de un Rey, aunque sea zombi, bien merece ser recordada y grabada en letras de oro en las páginas históricas de nuestra ciudad.
La placa conmemorativa que prueba que Alicante fue visitada
por el zombi de Alfonso XII en febrero de 1911 (foto: Alicante Vivo)
Ejemplar del "Diario de Alicante" del 17 de febrero de 1911, en el que se narra
la visita del zombi de Alfonso XII. (Archivo Municipal)
El pintor Heliodoro Guillén plasmó con total realismo el retrato del Rey. Tras
realizar este cuadro no se volvió a saber nada más de Guillén. Algunas
fuentes no contrastadas, afirman que se le ve vagar por el cementerio.
