08 marzo 2007

HISTORIAS DEL PASEITO DE RAMIRO: "ALICANTE EN CUBA"

Retomamos de nuevo estas historias encadenadas que convergen en el Paseíto de Ramiro, para recordar a un personaje ilustre que dejo huella en nuestra tierra, tras las primeras entregas donde los ultimos de Filipinas regresaron a España en el barco hospital Alicante , volvemos para contar las andanzas del primero de los buques bautizados con el nombre de Alicante.


Corría el año 1849, Antonio López y López había hecho amistad en Santiago de Cuba, con Patricio de Satrústegui y Bris, Barón de Satrústegui, hombre de mundo procedente de Guipúzcoa y afincado en el Paseo de Ramiro de Alicante. Juntos decidieron establecer un servicio de cabotaje entre Guantánamo y Santiago, ya en España fundan la sociedad Antonio López y Compañía para el servicio entre Alicante y Marsella. En 1856 los astilleros de la Denny, en Glasgow, entregaron el encargo de varios vapores, entre ellos el “Alicante” de 4.670 Toneladas de arqueo bruto y 700 caballos de potencia. En 1861 tras adjudicársele el servicio a las Antillas se traslada la gerencia de la empresa a Barcelona, donde años mas tarde se fundó la Compañía Trasatlántica. El Alicante cumplió con eficacia sus travesías por medio mundo, utilizado en la línea de las Antillas, en la Barcelona-New York con escala en nuestra ciudad, en la línea a Cuba-Rio de Janeiro-Buenos Aires. Fue fletado por otra compañía para la línea Bristol-Manila o para conectar Fernando Poo, Filipinas, Puerto Rico o la Isla de Guam con la metrópoli.


Tras la misteriosa y sospechosa explosión del acorazado Maine de la U.S. Army en La Habana se produce la declaración de guerra por parte de los Estados Unidos hacia España, durante esos años la Marina Mercante española y sus hombres más destacados fueron eficaces colaboradores en las peripecias de la contienda, suministrando material de guerra, víveres, correos y noticias, forzando bloqueos con extraordinaria pericia, e incluso participando muy directamente en situaciones críticas, como el caso del capitán del vapor Alicante, de la Compañía Trasatlántica, Antonio Genis, que consiguió salvar el bloqueo en el puerto de Fort de France, en la Martinica francesa. No sólo proporcionó noticias directas de la situación al jefe de la flotilla de contratorpedos, Fernando Villamil, comisionado por el almirante Cervera, sino que le ayudó a escapar de aquel puerto contraviniendo la prohibición del gobernador, facilitándole luces desde sus propios botes. El gesto de Genis, asumiendo riesgos y la expectativa de quedar internado en Fort de France, fue muy valorado, aunque no sea sino uno de los muchos exponentes de la meritoria actuación de la Marina Mercante española en el conflicto del 98.

Fue destinado a la línea Barcelona-New York hasta que terminada la primera Guerra Mundial fue fletado por el gobierno de los EE.UU. para el traslado de las tropas que habían luchado en Europa en la Primera Guerra Mundial. Fue desguazado en Génova en 1928.

El Barón de Satrústegui dirigía sus negocios mientras su esposa la baronesa reposaba en nuestra ciudad, y es a ella a quien dedicaremos el próximo episodio de estas historietas curiosas que llevaron el nombre de Alicante por todo el mundo y que hicieron que todas estas historietas de heroes, barcos, batallas y guerras se relacionaran de algún modo con nuestro Paseíto.

 
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