11 noviembre 2010

EL SILO DE SAN BLAS

Fotografía del año 2004, realizada por José M. Deltell.

El escaso patrimonio industrial de Alicante se ha ido mermando en las últimas décadas con el crecimiento urbanístico y la necesidad de actualización de las empresas, que han ido abandonando los asentamientos que quedaban absorbidos dentro de la ciudad y se han trasladado a los polígonos industriales, gozando de nuevas y amplias naves, así como buenas comunicaciones.
      
         
Sin embargo, todavía quedan algunos rastros que la ciudad podría recuperar para un uso dotacional, y para que siempre se recordara el pasado que ayudó a su crecimiento y a lograr que hoy en día sea la que conocemos.


La actual zona de San Blas donde se implanta el Silo, a principios del Siglo XX.


En San Blas podemos encontrar un precioso Silo junto al paso a nivel que lleva hacia La Florida y Benalúa. Los edificios anexos han sido demolidos o gravemente dañados, en parte para realizar las obras de canalización del colector que baja desde toda la zona norte (podéis identificarlo por sus torres de ventilación camufladas con simulaciones de columnas romanas), para encontrarse con el antiguo barranco de "San Blas", que discurre junto a las vías del tren para bajar soterrado por Óscar Esplá hasta el mar.

Zona ajardinada por la que transcurre el colector de aguas pluviales de la zona de San Blas junto al Silo.

El barrio de San Blas surgió desde dos focos concretos: el primero fueron las viviendas de ferroviarios y personal que trabajaba en la estación de MZA, que fueron apareciendo junto a la Calle Bono Guarner y la parte baja del barrio; el segundo foco fueron las viviendas que surgieron en la parte alta de la Avenida de Salamanca, junto al antiguo cementerio municipal.



Varias imágenes generales del Silo.
    
Todavía se conserva el tubo de descarga del material almacenado hacia los vagones que paraban debajo.

Detalle de la fachada y del encuentro de los muros rectos con los cilíndricos.

Una imagen realmente impactante e icónica.

Las ventanas están todas rotas y abiertas. El edificio sufre continuos actos de vandalismo y ocupación. La dejadez municipal llega hasta límites insospechados.

Hasta el centro de transformación eléctrica conserva una imagen diferente, evocadora y vinculada a la arquitectura del pasado.

El Silo nació en la primera mitad del Siglo XX, englobado dentro de la Fábrica de Pan y Harinas Magro, propiedad de Salvador Magro (residente en la proximidad en su chalet de Benalúa). En su entorno apareció un pequeño conjunto industrial, en el que también existió una cerámica y algunas otras industrias, así como una rotonda giratoria y unas naves para guardar y ordenar locomotoras.

La fábrica fue obra de Gabriel Penalva, y se edificó entre 1935 y 1941.
       
El silo estuvo vinculado directamente a las vías de ferrocarril, que entraban por la parte baja para cargar los vagones por gravedad.

Las vistas del entorno y del muro que separa el Silo de las vías.



       
Reúne las características tipológicas de los silos de muros resistentes, y su zona de almacenaje se configura con cilindros, ya que estructuralmente es la forma más resistente, y el círculo la figura geométrica que más area encierra dentro de un mismo perímetro.
      
Se corona mediante las salas de trabajo y proceso, que hoy le otorgan un aire fantasmal y casi de "castillo abandonado".

El Silo, visto desde el extremo opuesto de las vías del tren.

Durante los últimos años, Cruz Roja Alicante lo empleó como almacén de material de emergencias, pero volvió a ser abandonado, y en la actualidad parece haber estado ocupado y utilizado como vivienda recientemente.
      
Su estado de abandono se ha acrecentado por el vandalismo al que le han sometido muchos irresponsables, pero su potente estructura continúa intacta, configurando un hito que, en caso de conservarse, podría formar una preciosa entrada hacia Alicante y el barrio de San Blas desde el parque del soterramiento.


Comparativa de fotografías aéreas de 2007 y 1956. A pesar de la mala resolución, podemos detectar el Silo y las primeras viviendas de ferroviarios junto al camino que subía hacia San Blas cruzando las vías del tren. En las cercanías, estaba el Chalet de Villa Teresa, todavía presente hoy en día.



 
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