Como bien nos decía en su artículo Carles Salinas, antes de que los medios de comunicación permitieran ofrecer la cultura y el conocimiento de los pueblos y las sociedades al alcance de todos, la divulgación en libros y periódicos sobre estos temas era una herramienta cultural al alcance de los más pudientes y de los alfabetizados. En los atlas y guías de viajes se narraban las características geográficas, urbanas y etnológicas de cada región, para poder definirlas a grandes rasgos y acercar sus características (más o menos acertadas en según qué casos) a aquellos que pudieran leer esas obras.
Nuestros amigos Jordi y Carlos, han desempolvado un atlas que un familiar guardaba en su armario, y lo han escaneado para Alicante Vivo y todos los lectores. Está fechado en Septiembre de 1876, y su título es el siguiente:
"ATLAS GEOGRÁFICO DE ESPAÑA CON NOTICIAS HISTÓRICAS DE SUS PROVINCIAS.
LOS MAPAS DE LAS CINCO PARTES DEL GLOBO.
NOCIONES ELEMENTALES DE GEOGRAFÍA."
En el apartado relativo a la provincia de Alicante, nos envían una hoja que describe a grandes rasgos nuestra provincia, y que nos puede ayudar a hacernos una leve idea de cómo era entonces:
PROVINCIA DE ALICANTE.Tiene por límites al N. Valencia, al E. el Mediterráneo, al S. el mismo mar, y al O. Albacete y Múrcia. Comprende 5.434 kilómetros de extensión superficial ó 175 leguas. Consta de 14 partidos judiciales, 10 distritos electorales y 142 ayuntamientos, y está poblada por 426.656 habitantes. Pertenece á la diócesis de Cartagena, Orihuela y Valencia.
Riegan esta provincia los ríos Segura, Monegre y Alcoy, con los que se sustentan sus campos, pues las lluvias son sumamente escasas en ella. La agricultura está bastante adelantada, haciendo producir al país muchas frutas y verduras. La industria consiste en algunas fábricas de papel y paños.
Alicante, su capital, situada á los 38º 20' 41,0" de latitud N. y los 3º 12' 24,0" de longitud E., está al pié de un elevado cerro y en la bahía de su nombre. Tiene algunos establecimientos de instruccion, hace bastante comercio maritimo, y su industria consiste en fábricas de fundición de minerales y pesca; sus alrededores son áridos y el terreno salitroso, aunqeu á media legua hay una hermosa huerta regada por las aguas del pantano Tibi.
Orihuela (25.219 habitantes), es sede episcopal y tiene varios establecimientos científicos con término feraz y clima muy sano. Elche, en una de las campiñas más ricas de la Península, con hermosos plantíos de palmeras. TIene algunas fábricas y 18.734 habitantes.
Novelda (7.925), con calles anchas. Villena (10.214) y Jijona, conocida por su turron, son villas de alguna consideracion. Alcoy, sobre el río de su nombre, con fábricas acreditadas de papel y otras de paños (25.196 habitanes). Cocentaina (7.484), muy industriosa y con terreno bien cultivado, y Callosa, con clima sano, son villas grandes.
Respecto a la antigüedad de la capital de esta provincia hay muy diversos pareceres: quién la refiere á la capital de la república Ilcanta de los íberos, quién á Lacanton ó Lascenton de los griegos, Lucastia ó Lucentum de los latinos, ó á Al-Lefant, ó A-Lacant de los árabes. En tiempo de la dominación de Roma era ya su puerto concurrido por las escuadras que cruzaban el mar Mediterráneo. Conquistada por los árabes, Don alonso I de Aragon la ganó en 1114, pero á poco volvió á caer en poder de los moros. D. Alfonso X la reconquistó en 1259, poniendo buen cuidado en fortificarla, principalmente en su alto castillo, y en poblarla de hijos-dalgo, como dice la Crónica. En 1262, sublevados los musulmanes de Múrcia la arrebataron de nuevo á los cristianos, volviendo á tomarla tres años más tarde el belicoso D. Jáime de Aragon. Por algun tiempo se disputaron la posesion de ella Castilla y Aragon, hasta que nombrados árbitros, se adjudicó a este reino. volvieron estas contiendas á suscitarse en tiempo de D. Pedro el Cruel, pero sin resultado satisfactorio para éste. En 1691 fondeó en Alicante una escuadra francesa bastante numerosa, causando no pocos daños á la plaza con el vivo fuego que la hacía, pero sufriendo á su vez bastantes daños, hubo de retirarse. Durante la guerra de sucesion de Felipe V, Alicante se mantuvo constantemente fiel á éste, siendo bloqueada por una escuadra del Archiduque y entrada á saco. En 1708 Asfeld la recobró en favor de D. Felipe. Poco de notable ofrece despues la historia de esta ciudad, y por esto no nos detendremos más en las épocas que han sucedido á éstas.
Esperamos que, al igual que ellos, os animéis a revisar todos vuestros libros antiguos sobre la provincia, atlas, enciclopedias, porque quizá encontréis mucha información interesante sobre nuestra provincia que hoy es inaccesible.