02 noviembre 2008

PRÓLOGO DEL LIBRO "RESEÑA HISTORICA DE LA CIUDAD DE ALICANTE"

Del libro “Reseña Histórica de la Ciudad de Alicante” de Nicasio Camilo Jover (1821-1881).
De la Edición de 1863 Imprenta de la viuda de Juan J. Carratalá.
Edita en 1978, don Agatángelo Soler Llorca. C/ Mayor, 29. Alicante.
Imprime Gráficas Díaz. Vial de los Cipreses, 19. Alicante.
Edición de 1978. Por Agatángelo Soler Llorca. Alicante.
Se puede leer este libro en Internet… Edición de 1863. Universidad de Alicante.
Prefacio del editor:
"En el año 1976 publiqué en edición facsímil el libro de don Rafael Viravens y Pastor “CRÓNICA DE LA MUY ILUSTRE Y SEMPRE FIEL CIUDAD DE ALICANTE” en conmemoración del centenario de su publicación... Aunque la empresa era arriesgada valía la pena realizar el esfuerzo que esta edición significó… La acogida entusiasta que la nueva edición de la más conocida como “CRÓNICA DE ALICANTE”  o “CRÓNICA DE VIRAVENS” ha merecido por parte del pueblo de Alicante y de estudioso de la Historia, especialmente de la juventud, me anima a promocionar en esta ocasión este otro libro, también agotado, de cuya existencia sólo dan fe los escasos ejemplares existentes en muy pocas bibliotecas de entidades alicantinas y en algunas y muy escasas de particulares, y cuyo texto viene a ser complementario de la Crónica de Viravens… Relata muchos episodios ya descritos en aquella, pero desde otro punto de vista más romántica, apasionado y personal.
La “RESEÑA HISTÓRICA DE LA CIUDAD DE ALICANTE” de Nicasio Camilo Jover se publicó, en primera y única edición, en 1863, en la Imprenta y Litografía de la viuda de Juan J. Carratalá; es pues anterior a la de Viravens editada 13 años después.
Creo que ambas, la “Crónica de Viravens” y la “Reseña Histórica” de Nicasio Camilo Jover, son necesarias para que podamos conocer el pasado de nuestra tierra alicantina y las vicisitudes que, a través de los tiempos, hubieron de pasar nuestros predecesores. El conocimiento del pasado tiene como virtud, además de ilustrar el demostrar… Sin necesidad de decirlo el latín, es claro que nada hay nuevo bajo el sol… Resulta sorprendente cuánto el parece el presente, y el inmediato pasado que nos ha tocado vivir, a otras situaciones similares y aún idénticas, ocurrida en otras épocas, y cómo la Historia se repite porque los hombres no saben aprender su lección… Alguien dijo que los pueblos que no conocen su Historia están condenados a volverla a vivir… La lectura de los “Episodios Nacionales” de don Benito Pérez Galdós parece, al releerla, que está retratando tiempos que hemos vivido y aún que estamos viviendo… Los sucesos que relatan Nicasio Camilo Jover y Viravens, en sus respectivos libros, también son aleccionadores.
Algunos que hoy se llaman historiadores, porque así ellos mismos se consideran, debieran de saber que la Historia no se inventa, ni se vive de inventarla, pues el tiempo no pasa en balde y con los años, y cuando ya no existen las pasiones de los hombres que han vivido determinados acontecimientos, resulta que estos sucederes no se parecen en nada a los que describen esos historiadores de ocasión, profesión y medro, relatores de fascículos, vividores de la historia –con minúscula- de la que pretenden comer sin tener en cuenta que, al fin, será la Historia la que no sólo se los comerá a ellos sino que los vomitará después.
    
Nicasio Camilo Jover está hoy ante nosotros con toda la limpieza de la prosa, de la mejor prosa que escribió… Las jóvenes generaciones de alicantinos quizás conocen solamente este nombre porque con él se rotula una calle que antiguamente se llamó “Travesía de San Carlos”… Nicasio Camilo Jover es algo más que una calle, es un ilustre alicantino y un gran español; un hombre nacido y muerto en el romanticismo, que describe a su Provincia y a su Ciudad con el cariño de un buen hijo… Alicante no es un invento napoleónico ni centralista, es una provincia unida y salida al grito de Libertad de las Cortes de Cádiz, cuando e trata de acabar con virreinatos, arzobispados y capitanías generales… Su origen no es medieval sino que se pierde en la historia de los tiempos hasta la mas remota antigüedad, y sobrepasa no sólo a la Edad Media, sino que llega hasta los árabes, godos, romanos, cartagineses, griegos, quizás Tartessos; siempre sometida, siempre indiferente a los diversos yugos autoritarios que la sojuzgaron a través de los siglos y siglos y en peligro ante los que ahora la quieren sojuzgar…Alicante, medio Castilla y Medio Aragón, he dicho Aragón, es la España que calla y trabaja, que entrega más que recibe, que es capaz de sacar sal del mar y de la tierra, que levanta chimeneas fabriles en los eriales de sus campos secos, de sus muertas viñas, de sus esperpénticos olivos retorcidos y secos bajo el sol; que saca miel de sus flores de almendro, en vez de llorar ante la autoridad pidiendo misericordia o caridad, porque en lugar de ello trabaja, labra yermas tierras, fabrica, vende y exporta setenta artículos de cada cien que van al extranjero, y da de comer, con sus desaforados tributos, al resto de sus hermanas españolas que, salvo tres o cuatro, son menores en riqueza creadora y producto industrial, sin necesidad de tutelas ni favoritismos que jamás ha tenido y nunca solicitó… Invadida siempre a través de su historia, supo fabricar de todo menos subsecretarios, políticos y bandoleros, aunque a veces la excepción confirmará la regla.
Valenciana y Castellana, supo conservar sus tradiciones y asombrar con su modernidad y su civilización… Los franceses en la guerra de la Independencia, no pudieron entrar en Alicante. Muy cerca de sus murallas los paralizó la colitis, un tremendo “colerín”, y los alicantinos los socorrieron con opiáceos y astringentes, como metralla singular, hasta que e fueron sin hollar su suelo ni mancillar su honor.
Es curioso que tres alicantinos de habla valenciana, -que a los tres yo les oí hablar-, Azorín de Monovar, Gabriel Miró de Alicante y Carlos Arniches, también de la capital, fuero asombrosos escritores cuyo castellano nadie mejoró en cuanto a los dos primeros, siendo el último, Arniches, inventor del “madrileño” en sus sainetes y otras obras teatrales… Ruperto Chapí y Oscar Esplá, también alicantinos, exportaron su música, como Miró su prosa, más allá de su fronteras, como Onil sus muñecas, Ibi sus juguetes, Alcoy sus manufacturas, Elche, Elda y Monovar, sus zapatos; Jijona sus turrones, Orihuela sus agrios y a Miguel su poeta… Interminable será describir lo que Alicante aportó y aporta a España y al Mundo entero. Ese Alicante, tan pequeño, esbozado por el romántico autor cuya obra hoy presentamos, creció y creció hasta ser lo que es… Sepamos lo que fue de la mano de Nicasio Camilo Jover, como hace dos años lo hicimos de la de don Rafael Viravens.
Se añade a este libro unas notas biográficas entresacadas de la obra de don Manuel Rico García, copiadas literalmente, en donde figura una amplia descripción de la vida y la obra de nuestro historiador con reproducción de algunos de sus trabajos literarios.
Y prometo al lector, si no es de prestado, es decir si es de los que compran libros, que si nos ayuda con su entusiasmo y generosidad, a costear este malísimo negocio de su edición, pronto tendrá, y a no dudarlo, ante sus ojos otros libros que muchos quisieran leer y que no encuentran al alcance de sus manos… En ellas yo los he de poner.

Alicante, Enero de 1978
Agatángelo Soler Llorca.
Y hasta aquí el prologo de don Agatángelo Soler Llorca al libro de Nicasio Camilo Jover: “Reseña Histórica de la Ciudad de Alicante”, que hoy día ustedes ya pueden leer en Internet, aunque yo prefiera hacerlo en papel escrito.

Alicante, Octubre de 2008
José Ignacio Agatángelo Soler Díaz.

 
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