06 abril 2009

LAS PROCESIONES Y ROMERÍAS DE ALICANTE.... ¡¡EN EL RECUERDO!!

 
Procesión de Maria Auxiliadora, saliendo del edificio de los Salesianos. Década de los años 20 (Asensi. AMA)
                   
La España de la primera mitad del siglo XX era un país oficialmente católico, con un gran protagonismo de la Iglesia en la educación de los niños y jóvenes, y en la canalización de las más diversas expresiones de la devoción y la religiosidad popular, algunas de origen antiquísimo e, incluso, pagano. Y es que  la Iglesia cristianizó las festividades de mayor arraigo entre el pueblo, aquellas más profundamente enraizadas, cual eran todas las celebraciones solares, que hoy coinciden con festividades litúrgicas tan importantes como la Navidad, sustituyendo los ancestrales ritos que conmemoraban el nacimiento del sol, en el solsticio de invierno, por el nacimiento de Jesús, el nuevo Sol de los cristianos; San José, patrón e la Iglesia Católica, en el equinoccio de primavera; y la Natividad de San Juan Bautista, el Precursor, a los seis meses de la Navidad, en el solsticio de verano.
                              
Procesión del Corpus en la Calle Mayor de San Vicente, en 1958 (Foto de Carbonell Beviá)
                  
Tampoco es casualidad que en Elche, la tierra de la Dama, haya fructificado esplendoroso el Misteri, como recordatorio de la gloriosa Asunción de María, en cuya multiplicidad de advocaciones y patronazgos se encauza el indudable fervor atávico de un culto popular a la diosa madre, frente al carácter exclusivamente masculino que en el judeo-cristianismo tiene Dios.

 
Banda Infantil de Música esperando la salida de una procesión en Santa María, en los años veinte (AMA)
                     
De este modo, nuestro calendario estaba repleto de toda clase de celebraciones y festividades eclesiásticas, exponentes de las tradiciones de una España eminentemente rural y casi gremial, en la que el refranero da testimonio continuo de una vida que discurría a ritmo de procesiones, romerías y fiestas de carácter religioso: “Por San Antón, a las cinco con sol”“Si a la Candelaria flora, l’hivern està fora. I si no flora, ni dins ni fora”, “A tots Sants, retira el ventall y arreplega els guants”… También era muy significativo el dicho: “Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión”, aunque en la actualidad haya perdido su sentido festivo.

 
Romería a la Ermita de Los Angeles, en Alicante (AMA)
                 
Y aunque para los lectores menores de cuarenta años será difícil imaginar una vida sin radio, cine y, sobre todo, televisión, es preciso tener en cuenta la ausencia de éstos elementos inseparables de nuestra cotidianeidad para comprender cómo las procesiones y la romerías eran también, en la mayoría de las ocasiones, manifestaciones rebosantes de alegría y pertrechadas de típica gastronomía, que rompían la diaria rutina de una pasado estremecido tantas veces por avatares sociales y políticos de trágico recuerdo.

 
La Inmaculada en la Explanada, en una Santa Misión, en los años cuarenta (Eugenio Bañón)
                
Las procesiones y romerías que se sucedían en todos los lugares de nuestra provincia, como en el resto de España, eran innumerables, relacionándose las más características con las celebraciones patronales y grandes festividades del año litúrgico: las fiestas en honor al Corazón de Jesús, el Corpus Christi y la multitud de solemnidades marianas. Citaremos como ejemplos representativos la Romería de la Santa Faz, en Alicante; la Romería de San Pascual, en Orito; y también las procesiones marineras en honor a la Virgen del Cármen.

Uno de los actos de una Santa Misión, presidido en la Explanada por la imagen de la Inmaculada Concepción (Eugenio Bañón)
                
Las fotos que ilustran este artículo son documentos suficientemente expresivos sobre la participación de adultos, jovenes y niños, junto a las autoridades eclesiásticas, civiles y militares en esos múltiples actos de devoción popular, que el paso del tiempo ha ido atemperando, pero no eliminando.

 
Un Rosario de la Aurora, en 1941 (Sánchez, AMA)
                         
Porque, si bien es cierto que hoy, efectivamente, las procesiones y romerías ya no se celebran con la asiduidad exagerada de antaño, no es menos evidente que las que se mantienen, están dispuestas a traspasar pujantes el umbral de los años.
Todas ellas están rodeadas del fervor multitudinario y sincero de quienes son herederos de un legado de fe y devoción que trasciende los tiempos y las modas.

 
IV Centenario de la Virgen del Loreto, en 1945. La procesión ha llegado desde Mutxamel hasta Santa Faz (Foto de Elvira Sala)
                 
 
Niñas llevando un paso, en los años 40 (Eugenio Bañón)
                            
      Procesión en Aigues, en junio de 1940 (Foto de José Ramón Giner)
 
 Niños alicantinos disfrazados en la Cabalgata del Domund. Años 40.

Procesión en honor al Corazón de Jesús, en Xixona. 1959. (Foto cedida por Josep Mateo)
 Procesión en los años 60 (Goyo)

 
Niños y niñas tomando la Primera Comunión en la Procesión del Corpus, en la Rambla de Méndez Núñez (Ángel García, AMA)


Procesión del Corpus Christi en la Plaza de San cristobal, en los años 60 (Ángel García, AMA)

Procesión de la Purísima Concepción, en Xixona. 1954 (Asociación de San Bartolomé y San Sebastián)

Trono de la patrona de Agost, en los años 60 (Juan Cortés Berruezo)

Procesión de Agost, en los años 60 (Juan Cortés Berruezo)

 
Llegada a Xixona de una Santa Misión de los PP. Paules, en abril de 1951, fue todo un acontecimiento. En la imagen vemos al Arzobispo de Valencia (Josep Mateo)
  
  
La salida de la procesión del Corpus desde San Nicolás, en 1951. (Sánchez. AMA)


Fuente:
Juan Giner.
Memoria Gráfica de Alicante y Comarca

 
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