31 octubre 2010

ANÉCDOTAS DE FOGUERES (XI)

Emilio Varela y Les Fogueres


Dentro de su polifacetismo, Emilio Varela Isabel hizo unas breves incursiones en el mundo de Les Fogueres de Sant Joan, donde dejó clara constancia de su arte en una creación tan sencilla como primorosa, exquisita y atrayente. Habitual de tertulias y asociaciones artísticas, sus relaciones en el entorno de las Bellas Artes, condicionaron que un buen número de artistas de su época colaboraran con él de uno u otro modo, complementando de esta manera su contribución al arte efímero de Les Fogueres, aquilatando artes y letras alrededor de su obra.

Emilio Varela

Su participación más conocida y celebrada se materializó en 1934. La información de la obra que nos ocupa viene recogida en el Expediente 24/34 de la colección conservada en el Archivo Municipal de Alicante. Se materializó dentro de los límites del distrito de la hace una década desaparecida Foguera Carmen-San Agustín-Santa Cruz, la denominada en su día Foguera Santa Cruz, que disfrutó de un monumento idea y obra de nuestro insigne pintor, que plasmó su buenhacer artístico en las lisas superficies de la foguera de Categoría B que tituló «Ensomi de bon alicantí», y que le haría merecedor del Primer Premio de la citada categoría, entonces remunerado con 750 pesetas.

Pero es igualmente memorable la explicación en verso valenciano que de la citada foguera hiciera en el también premiado llibret de dicho distrito, bajo el título «Romanç del bon alacantí», Eduard Irles Garrigós:

En tartaneta de fira
munta el bón alicantí.
Fragancies de mar y alfábega
embalsamen el matí.

Dotce morterets resónen.
Y arranca pero el camí
que va entre bóires d'ensómi
y llums de sól llevantí.

Mariners y cigarreres
fánli adiós desde el confí.
Els seus mocadors tremólen
en la blavor del matí.

-¿Ahón vas, cavallet, ahón vas?
¿Ahón vas galopant sens fí?-

En tartaneta de fira
vóla el bón alicantí.
Del nostre póble d'antany
es el millor pelegrí.

¡Carrers d'Alacant el vell!
Claror de goig llevantí.
En els balcóns les cortines
son veles de bergantí.

Calandries en els portals.
Una veu en el matí.
“¿Qui vol el cuaranta cuatre?
¡Chiques, compréu el clarí!”

Alfábegues que floréixen
quan les besa el vent marí.
Atra veu que diu: “¡Cuallááá...!”,
y se pert en el confí.

-¡Arre, cavallet, galopa,
que es plá y alegre el camí!-

La foguera fue plantada en la calle San Rafael ...ajustándose las medidas de esta proporcional a las dimensiones del trozo de la misma calle en la plazoleta y junto a la fuente, según consta en la Solicitud de Plantà que firmara su Presidente, Marcelo Losada Soria, el 1 de junio de 1934, por lo que sus dimensiones serían notablemente reducidas. Este documento, en el que aparece una segunda firma que se lee Antonio Estañ, fue presentado en Registro, en la Secretaría del Ayuntamiento, y enviado a la Comisión de Fomento el 11 de junio, misma fecha en que quedaría aprobado. Tenía la particularidad de incluir una escena interior.

Foguera Santa Cruz 1934 (AMA)

Se conserva un boceto en acuarela sobre cartulina de 47 x 33,5 centímetros, así como una breve memoria de este sencillo monumento, que explica que ...la cara anterior y las dos laterales están representadas por motivos, de fiestas y ferias a la antigua usanza, como son puestos de flores, frutas y juguetes y algunas otras alegorías propias de la tradición. La parte posterior está representada por el interior de un hogar netamente alicantino. En los basamentos no va motivo alguno, sino todo a un color.

Boceto de la Foguera Santa Cruz 1934 (AMA)

Desgraciadamente, es sabido que la Guerra Civil llevaría al exilio o a la cárcel a un buen número de estos artistas e intelectuales alicantinos de los años treinta. Fue por ello que los difíciles años de posguerra hicieron mella en un carácter tan sensible como el de Emilio Varela. Ya no era el artista reclamado por las instituciones, valorado por la prensa, y sin otro oficio que el de sus pinceles tuvo que subsistir como pudo en esos años tan duros.

Pasó el tiempo y poco a poco el grupo de amigos pudo volver a reconstituirse, con nuevas incorporaciones, en torno a distintas tertulias y en algún estudio como el de Gastón Castelló. Y de esta forma, diez años después de su primera incursión en Fogueres, en 1944 surgió la posibilidad de colaborar de nuevo con la comisión de un barrio tan querido para ellos como el de la Plaza del Puente, cuyas calles habían sido perpetuadas en sus lienzos por muchos de estos pintores. Y así, según consta en publicaciones y prensa de la época, «¡Cuidado con nuestro barrio!» fue el título del monumento de la Foguera Plaza del Puente, que sería realizada de forma colectiva por un grupo de insignes artistas que evitaron con ello que esta entrañable plaza del Alicante de siempre quedara sin monumento: el pintor y mosaicista Gastón Castelló, el también pintor y cartelista Manuel Albert, el dibujante y escultor Daniel Bañuls, el pintor y cartelista Melchor Aracil, el arquitecto y pintor Miguel Abad Miró, el escultor y muralista Adrián Carrillo, y nuestro protagonista Emilio Varela.

Adrián Carrillo

Daniel Bañuls

Gastón Castelló

Melchor Aracil

Fue una foguera que representaba las casas típicas de este barrio, flanquedas por dos grandes lienzos, las llamadas «lástimas», de Melchor Aracil y Emilio Varela. Sabemos por Gastón Castelló que al apagarse las luces en la noche de la cremà desaparecieron estos cuadros y se salvaron del fuego. No se conserva boceto ni expediente alguno en el AMA, pero es sabido que concursó en Categoría B, ganando el Tercer Premio, dotado con 200 pesetas.

Foguera Plaza del Puente 1944 (AMA)

Pues bien, para terminar, también desde la música y la literatura llegaron colaboraciones a este elenco de artistas plásticos. El reconocido músico alicantino Rafael Rodríguez Albert compondría la música que acompañaba a una nueva letrilla de Eduard Irles que decía:

Barri de la Vila Vella
ánima ardent d'Alacant;
cases morenes al sol,
vestides de colors clars,
que s'empujen al Castell
per a mirarse a la mar.

Palacetes y carrerons
ahon s'adormeixen els anys.
Un so d'alegres dolçaines sona
desde d'un temps d'antany.
I, entre vives iluminaries,
la dança broda el seu pas.

¡Vila Vella, Vila Vella!
Tens en la plaça del Pont
-entre el Castell y la mar-
d'Alacant, el nobre cor.

Barri de la Vila Vella,
ánima ardent d'Alacant...
Gavines y colomets volen
baix un sol triomfant.

 
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