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Publicado por Asier Garcia
Durante estos últimos días, los vecinos del Barrio de San Blas más próximos al antiguo Silo de las Harineras Magro (paso a nivel), están recibiendo en sus buzones instrucciones de seguridad ante el inminente derribo de esta infraestructura.
El Silo forma parte del pequeño conjunto industrial que pobló la zona durante la primera mitad del Siglo XX, y nos recuerda que en Alicante no todos los barrios surgieron al calor de la especulación inmobiliaria. De parecidas características, otros Silos han sido restaurados, reintegrados en el paisaje y servido de revulsivo económico en países escandinavos o de América Latina. Podemos ver ese resultado en, por ejemplo, el Museo de Arte Contemporáneo del Rosario en Argentina.
Los alicantinos tenemos derecho a conservar nuestra identidad, así como nuestras administraciones la obligación de preservarlas. Estamos hartos, muy cansados del bochorno que nos produce que en este rincón de Europa aún no hayamos aprendido a compaginar el progreso con el respeto a la cultura y el patrimonio. ¿No es posible respetar un pequeño edificio junto a las actuales vías del ferrocarril, dentro de un proyecto de soterramiento que prevé la construcción de 1.500 viviendas a escasos metros de donde actualmente está ubicado? ¿Qué clase broma macabra es esa en la que dependiendo de la ciudad, el Ministerio de Cultura interviene paralizando obras? ¿Por qué el Cabanyal sí, y el Silo no? ¿Tal vez tiene que ver con quién es el ejecutor?.
Desde la Asociación Cultural Alicante Vivo no aceptamos que un inmueble al que se le otorgó la máxima protección en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de nuestra ciudad, sea ahora pasto de las palas, reducido a escombros, y objeto de estudio en la Universidad. Porqué de la misma manera que sucedió con la Aduaneta y con tantos otros emblemas de la ciudad, no tardarán en darse cuenta los responsables de la atrocidad cometida y será momento para lamentarnos todos.
San Blas tiene derecho a saber de dónde viene, y qué mejor recuerdo que un testigo directo. Porque quién pierde las raíces, pierde su identidad y quiénes nos Gobiernan en el Ayuntamiento, la Generalitat, y el Gobierno central serán los últimos culpables de la desidia de todo un Pueblo.
Documentación recibida por los vecinos del Barrio de San Blas.
Noticia publicada por el Diario El Mundo.
Noticia publicada en el Diario Información
Noticia publicada en el Diario La Verdad
