Hace unos días, después de escuchar la fantástica y didáctica charla de Emilio Soler sobre Jorge Juan en el instituto que lleva el nombre del marino, nos acercamos algunos miembros de esta asociación a contemplar el estado de las obras del parque de la ladera del Tossal, aquel por el que tanto hemos luchado. Nos sorprendió gratamente ver el avanzado estado de las obras que hacen ya inminente su inauguración. El propio busto del Doctor Rico parecía incluso sorprenderse al verse rodeado de vegetación, césped y bancos.
Esta visita nos trajo a la mente aquella reunión que tuvimos en su día con Sonia Castedo y Andrés Llorens en la que les expusimos nuestra propuesta de reforma de las laderas del Tossal. Nos alegró ver que la propuesta de reforma del monte que nos enseñaron, coincidía en lo básico con la nuestra, si bien la idea municipal pecaba de ser mucho más reducida que de Alicante Vivo y se centraba sólo en el Parque Infantil de Tráfico, dejándolo además desconectado de zonas como el nuevo parque levantado en la ladera recayente al Barrio de San Fernando, o del Temático de la cima del monte. Al expresar estas inquietudes, se nos dijo que todo esto se solventaría en las siguientes fases de reforma del Tossal. Obtuvimos además el compromiso de la Alcaldesa de que el parque volvería a llevar de nuevo el nombre de “Parque del Doctor Rico” puesto que, según se nos dijo, la recuperación de esta rotulación era sencilla, ya que no generaba ninguna molestia al vecindario. Cuál fue nuestra sorpresa al enterarnos por la Prensa –como es habitual- de que el parque llevaría el nombre del sargento Antonio Pomares Espinosa (el recordado Sargento Moquillo).
A raíz de todo esto queríamos traer a estas páginas a tres personas cuya vinculación con el Tossal está fuera de toda duda y que a nuestro parecer merecerían allí un recuerdo, sobre el cual lanzamos además nuestra propuesta. Estos tres hombres son los mencionados Antonio Rico Cabot, Antonio Pomares Espinosa y el olvidado Miguel Iborra Gadea.
Sobre el Doctor Antonio Rico se ha escrito mucho, tanto en prensa escrita como en publicaciones, aunque aún esperamos una biografía definitiva que ayude a conocer un poco más la personalidad y obra de este abnegado médico, concejal de nuestro Ayuntamiento, cofundador del Orfeón, higienista y ecologista adelantado a su tiempo. Lo que queda claro es que consiguió que la idea de convertir un secarral como el Tossal en un pulmón verde llegara a buen puerto. Lo que no aparece citado nunca en las reseñas que sobre la pinada del Tossal y la obra del Dr. Rico se han hecho hasta día de hoy, es la labor del farmacéutico militar Miguel Iborra.
Miguel Iborra Gadea (1873-1941) fue Concejal Delegado de Parques y Arbolado de este Ayuntamiento en los años 20, Diputado Provincial, y Tesorero y Presidente Interino de la Cruz Roja alicantina. Gran amante de la botánica y la ecología y conocedor de las posibilidades del Tossal como pulmón verde para Alicante, trató con alcaldes y concejales de diferentes ideologías para lograr dicho fin. Consiguió así el apoyo incondicional de las dos facciones locales del Partido Republicano, la representada por el Abogado José Guardiola Ortiz y la acaudillada por el Doctor Antonio Rico Cabot, los cuales, casualidades del destino, descansan hoy uno al lado del otro en el Jardí del Silenci de nuestro Cementerio Municipal.
En Tetuán, donde fue destinado durante la Guerra de Marruecos, Miguel Iborra repetiría su labor reforestadora, quedando el Dr. Rico como encargado de proseguir con la repoblación del monte.
Y así, la reforestación del Tossal siguió adelante, y aquellos primeros 400 pinos plantados a espaldas del chalet Villa Elia, propiedad del periodista Florentino de Elizaicín, con un coste de 1,25 pesetas cada uno, se convirtieron en el ansiado segundo pulmón verde de Alicante. Aún así las rencillas políticas y las envidias trataron de echar por tierra la labor de Iborra y Rico ,ya fuera mutilando o envenenando aquellos primeros pinos, algo que hacia enfurecer al temperamental Doctor Rico que no dudaba en buscar a los “matones a servicio de los políticos” -en palabras de Iborra- para enfrentarse a ellos sin contemplaciones. Y así, los 20.000 pinos plantados y regados gracias a la gestión de Rico, transformaron aquel secarral en la pinada de la que hoy podemos disfrutar.
Injusticias del destino, nuestro Ayuntamiento aprobaba el 31 de enero de 1941, poco después del fallecimiento de Iborra, que una avenida del Parque del Tossal llevara su nombre, algo que jamás se hizo. Era el mismo Ayuntamiento que, casi al mismo tiempo, le retiraba calle, parque y monumento al Doctor Rico y además, pese a llevar más de diez años muerto, le acusaba veladamente de “envanecerse con galardones que no le correspondían”, borrando así de la Historia la memoria del Doctor Rico y la estrecha colaboración que existió entre él e Iborra y entre todos los que coadyuvaron a reforestar el Tossal.
Es por tanto de innegable justicia histórica que nuestro Ayuntamiento recupere el nombre de “Doctor Rico” para el parque de la ladera del Tossal, eliminado junto a su monumento en 1939, y cumpla además el acuerdo plenario de 1941 por el que se le daba a Miguel Iborra Gadea una avenida en el Tossal. Nosotros desde Alicante Vivo proponemos que sea la avenida sin nombre que sube a la cima del monte rodeando el renovado parque.
No queremos terminar sin recordar la necesidad de homenajear al Sargento Antonio Pomares. Y lo hacemos proponiendo que, al igual que se hizo a petición nuestra en el Benacantil con el Ingeniero Francisco Mira, se coloque una placa en su memoria en el lugar que ocupaba el Parque Infantil de Tráfico, dejando constancia imperecedera de la labor de este inolvidable y entrañable policía en pro de la Educación Vial de los más pequeños.
ALFREDO CAMPELLO
Publicado en el diario La Verdad
el 12 de febrero de 2013