SI LAS ROCAS HABLASEN... (V)

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Las medidas que realizo Pedro IV de Aragón con tal de favorecer el crecimiento de Alicante, las continuaron sus sucesores; mediante exenciones fiscales. Pero de todos los reyes que habían gobernado en nuestras tierras hasta el momento, el que más hizo por nosotros fue Fernando el Católico, quien además de elevar el rango Alicante de Villa a Ciudad (26 de julio de 1490), también multiplicó las disposiciones reales para conseguir un mayor incremento en la población.

[Una vez que dejamos atrás la corona de Aragón para formar parte, junto con Castilla de la Corona Española, Alicante ya no estaba en plena disputa territorial, es decir ya no estábamos en plena frontera lo que hizo que tuviéramos mucha mas tranquilidad y por lo tanto mas prosperidad y menos cambios]
A esto hay que sumar las poblaciones que se sumaron a las ya pertenecientes al termino municipal de Alicante, como el Ravalet (en Muchamiel), San Juan, Benimagrell y Villafranqueza. Esta última población la fundó, en la década de los 90’ del siglo XVI, Don Pedro Franqueza. De esta forma Alicante quedaba enmarcada en un término municipal con huerta y un puerto protegido tanto por mí (monte Benacantil y la fortaleza situada sobre mi) como por los Cabos de Santa Pola y del Alcodre (como se le llamaba antes al Cabo de las Huertas).
Fue en 1524 cuando Carlos I el Deseado, en agradecimiento a los favores de Alicante a la Corona el privilegio de usar el toisón de oro en su escudo de armas, lo que le permitía usar el tratamiento de Excelencia, a la par que obsequio a la ciudad con dos cañones de bronce con las armas esculpidas (esto ultimo un poco más tarde).

Imagen extraída del libro Alicante Ilustrado; en ella se ve perfectamente en Toisón de Oro que rodea el escudo

A lo largo del s. XVI se construyeron importantes edificios en la ciudad, como La Capilla de La Purísima en Santa Maria, el Convento de San Agustín (1585) o el de Los Dominicos (1597), la Casa el Rey (donde ahora esta la Plaza de Gabriel Miro), que servia del Alfolí (almacén de sal) del producto procedente de las Salinas de La Mata. Un edificio al que hay que hacer mención es a la ermita de San Roque, construida tras la peste que asoló la ciudad en 1559 y al Ayuntamiento (no el actual) que se empezó a construir en 1536 en los mismos terrenos que el actual.

Alfolí de la Sal en 1900

En lo referente a las reformas defensivas recuerdo que a partir de 1526 son la construcción por parte del ingeniero Joan Cervello del Torreón de San Sebastián (junto al Portal Nou), el de San Bartolomé (también llamado el de San Esteban) junto al Portal de elche, y el de San Francisco, junto a la Puerta de la Huerta. También se recuperó torreón del espolón. Todos estos torreones estaban equipados con artillería de bronce, en su plataforma superior, y una campana que había que tocar cada 15 minutos para así mantenerse despiertos.

Imágenes extraídas del libro Alicante Ilustrado: Torreón de San Bartolomé; Torreón de San Francisco; Torreón de San Sebastián

También se amplia la extensión del recinto amurallado en el frente del mar, sin eliminar la muralla medieval y por lo tanto quedando dos recintos defensivos. A esto último se le suma el aumento de las defensas del Castillo de Santa Bárbara. Toda esta serie de acciones desembocó en que los comerciantes prefiriesen nuestras aguas por lo guarecidas que estaban, además el muelle del puerto se prolongó el muelle un poco mas de los 200 pasos que ya tenia, con el fin de instalar un conducto de agua y mantener alejados a los marineros, por si además de mercancía traían plagas o pestes (1582).

Imagen extraída del libro Alicante Ilustrado: 1- Primeras murallas de la ciudad – 2 – Murallas cristianas de mediados del siglo XIII – 3 – Terceras murallas construidas de 1526 a 1535 – A – Torreón de San Francisco –B – Torreón de San Bartolomé – C – Torreones de Nuestra Señora de Monserrat – D – Torreón de San Sebastián – a – Puerta de la Huerta – b – Portal de Elche – c y d – Puerta del Mar – e – Puerta de Ferrissa – f – Portal Nou

Fuera de las murallas, Alicante contaba con dos arrabales, el de San Francisco, junto a la Puerta de Elche y con un lavadero, y el de San Antón, a la salida de la Puerta de la Huerta. El primero tuvo un mayor crecimiento, debido a la instalación del Convento de los Franciscanos y del Alfolí. El segundo, de San Antón, eran muchas menos casas y algún almacén de esparto.
La ciudad también contaba con un sistema de alcantarillado y de fuentes publicas como las del Ángel, Nueva, San Cristóbal o San Nicolás, con aguas procedentes del manantial de la Fuensanta, o bien la Fuente vieja que traía aguas del manantial de La Goteta.
A finales de este siglo XVI se acordó la construcción del Pantano de Tibi (1590), se le da el titulo de Colegiata a San Nicolás (1600), o ya entrado el s. XVII se expulsó a los moriscos, siendo uno de los puertos de partida el de Alicante (se cree que se expulsó a cerca de 30.000, de los 130.000 con los que contaba el Reino de Valencia), pero todo esto lo dejaremos para otro día…

Bibliografía:
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murallas de Alicante. Ayto. Alicante – Concejalia de Cultura. Alicante.
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VV.AA. (2000): Atlas Histórico de España. Istmo. Madrid.
VV.AA. (2007). Canelobre. Vivir en el Alicante Medieval. Diputación de Alicante. Alicante.