01 septiembre 2009

LAS HUELLAS DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA: LA VIDA DE MI BISABUELO VICENTE.

Vicente Pérez Llorens nació bajo el seno de una familia de labradores en Relleu (Alicante) el día 7 de marzo de 1906. Sus padres fueron Casiano Pérez Soler y Antonia Llorens Agulló, ambos naturales de Relleu.
                
Pasó su infancia en la casa de sus padres en la partida “Hoyas de Orcheta” (Relleu), junto con sus hermanos Antonio (1895), Rafael (1897), María (1900), Milagros (1903) y Pepe (1909).
                           
                 
Dadas las condiciones de vida de esa época, no le fue posible asistir a la escuela. No obstante, por su marcado carácter de hombre infatigable y luchador, llegó a instruirse siendo adulto en unas escuelas para mayores que se habían habilitado antes de la guerra.

Entre los años 1923 y 1924, se fue a trabajar a Francia (en canteras y obras públicas) junto con sus hermanos Rafael y Pepe, y su cuñado Pepe. Una vez concluyó su período de trabajo en Francia, se fue con su hermano Antonio a trabajar a Igualada (Cataluña). En el año 1927 es llamado para hacer el servicio militar, siendo destinado en las plazas de Ceuta y Melilla. Una vez se licenció, se fue a trabajar a la finca Vistahermosa (Alicante), en la que trabajaba su hermano Rafael como casero, junto con su esposa Ramona.

Será a partir del año 1931 cuando Vicente Pérez Llorens empieza a trabajar como jornalero entre las poblaciones de Relleu y Finestrat, junto con la compañía de su madre. El 4 de febrero de 1937 contrajo matrimonio civil en Relleu con María Brotons Miralles, de cuyo matrimonio nacería Aída Pérez Brotons, que como consecuencia de la guerra civil, se quedaría con tan solo un año sin su padre.

Al empezar la guerra, y teniendo en cuenta su militancia en el Partido Comunista (PC), junto a la lucha que desarrolló a favor de los derechos de los trabajadores en sindicatos, lo llevó a ser un objetivo preferente para el régimen franquista. Llegada la primavera del año 1938 se incorpora al ejército al ser movilizado su reemplazo, la “quinta” del 27. Finalmente, al terminar el conflicto se traslada a Finestrat, donde se esconderá en unos pinares frente a la constante búsqueda a la que estaba sometido por parte de los individuos del “nuevo Régimen” de Relleu, que acudieron a buscarlo a su casa de Finestrat. Ese mismo día, su hermano Pepe y su sobrino Pepito, fueron apresados en una camioneta de los italianos cuando se disponía a ir de Alicante a Villajoyosa. Una vez llegaron a Finestrat, los bajaron en la plaza del pueblo, donde se respiraba un ambiente de tensión, y se llevaron a su hermano Pepe a los bosques para acometer la “caza y captura” de su hermano Vicente; mientras que su sobrino fue sometido a un interrogatorio en el ayuntamiento de Finestrat a punta de cañón. Llegada la noche, Vicente regresó a su casa y al enterarse de lo acontecido, decidió entregarse en el Ayuntamiento de Finestrat, lo que garantizó que liberaran a su hermano Rafael. Aquella noche en Finestrat, un tal “Pulsera”, con mucho escarnio y repitiéndole “comunista, comunista”, se ensañó con él, y con la punta de una pistola le golpeó de forma reiterada la mejilla hasta lastimársela.
             
Patio del Reformatorio de Adultos, situado en el Barrio de Benalúa.
                     
Al día siguiente, 23 de abril, se lo llevaron a pié a Villajoyosa, donde estuvo junto con los demás detenidos de ese partido judicial en la casa de los Lirios, junto a la acera derecha de la calle según se va del antiguo mercado a la plaza (justo cuando empieza la bajada), permaneciendo hasta el 8 de mayo de 1939, momento en el que lo trasladaron a Alicante. El 11 de junio es juzgado en Alicante y lo recluyen en el Reformatorio de Adultos de Alicante, donde más tarde ingresaría también su hermano Rafael.
                      
Reformatorio de Adultos de Alicante, a 11 de junio del 39:

"Hace tiempo era algo.
Ahora ya casi no soy nada,
Y dentro de muy poco gritaré
¡Por España!
(Vicente Pérez Llorens)
                    
Los dos hermanos se podían ver solo los domingos, y de lejos, cuando les hacían asistir a la misa, y así hasta la noche en que se despidieron abrazándose y pasando unos momentos juntos con los demás reos que estaban preparados para ser ejecutados, justo unas horas antes de su ejecución en el Campamento de Rabasa.
            
Durante el tiempo que permaneció mi bisabuelo ingresado en el Reformatorio de Adultos, su mujer (María) acudía a la prisión para llevarle en un capazo comida, y en una de las ocasiones en las que acudió al Reformatorio acordó con una mujer que en el caso de que ella no pudiera ir a visitarlo porque no podía trasladarse de Finestrat a Alicante, lo visitara ella para poder tener noticias de su marido.

Un día esta buena mujer se acercó a la cárcel para realizar la preceptiva visita y al decir en la taquilla el nombre del reo, recibió la terrible frase de “pase a recoger sus cosas”, donde le hicieron entrega de un capazo con sus pertenencias, entre las que destacaba su carta de despedida, que a continuación pasaré a transcribir.

Carta de despedida:
A mi madre, a mis hermanos, a toda la familia, a mi querida esposa, a mis sobrinos, a mi querida hijita, a todos en general.
Salud a todos.
Os escribo en mis últimos momentos de la vida. No me matan porque yo en esta vida haya hecho malas acciones en contra de la humanidad. Me voy con la conciencia bien limpia, yo soy uno más de las víctimas en estas horas amargas porque todos los buenos españoles estamos atravesando.
A mi querida hija ya le explicaran cuando sea mayor quien ha sido su padre, que vaya con la cabeza bien alta por mi conducta intachable. Que nadie la acobarde en esta vida, lo mismo que nada le ha acobardado a su padre.
En estos momentos acabo de despedirme de Rafael y con él me despido de todos.
A mi querida esposa le digo: Tu aún eres muy joven, cuando se te haya pasado mi pena y te salga un hombre para volverte a casar, que con él puedas ser tan feliz como lo has sido conmigo que te cases, aunque creo que a mi nunca me olvidarás.
Aquí se quedan mis cosas recogidas, podéis venir a recogerlas. En el fondo hay dos artículos de un libro que estaba escribiendo, que en él iba a describir toda mi vida. Había de ser muy grande y habría de necesitar mucho tiempo para hacerlo, pero yo me había equivocado y el tiempo se me ha acortado, y con lo primero que he escrito y con lo último que es lo que estoy escribiendo ahora ya está la obra terminada.
Yo me voy a hacerle compañía a mi padre y a mi hermana Milagro, a mi tía Milagro, a mi primo José, a mi abuela y también a mi sobrinito José.
Hoy he estado a comunicar con la chica que tú dejaste encargada de hacerlo, mi querida esposa, y mañana volverá ella o vendrás tú y vais a recibir esta tan grave como mala noticia. Si se sigue a este paso con los hombres, España que es un país poco habitado, no se va a tardar mucho a quedar un tanto desierto.
Estoy muy tranquilo y hago mala letra porque escribo muy deprisa y así paso mejor el poco tiempo que me queda.
A la madre le digo que no se acobarde, que sea fuerte, pues en este mundo no somos nada y hemos de hacernos a todo lo que venga. Le estoy escribiendo esto y si al mismo tiempo le hablo a alguien lo hago consciente.
A Pepito y Milagritos les digo que estudien todo lo que puedan, que sean obedientes y que quieran mucho a sus padres. Vuestro tío os quiere mucho y teniendo 33 años recuerdo que me mataron a la misma edad que mataron a Jesucristo y por tener también sus mismas ideas.
Algunos hombres de malas intrigas ya estarán muy contentos, pero yo no les digo nada, lo han querido así, pues conformidad y adelante.
En la misma expedición vamos de todos los oficios y en el otro mundo bien sabremos trabajar. No padeceremos más hambre.
Mi querida esposa y buena compañera, te he querido mucho siempre como te lo he sabido demostrar y me voy queriéndote, pero tu ahora olvídate de mi todo lo que puedas, que yo para ti ni para nadie ya no soy nada.
Me despido pensando en todos.
Os deseo mucha salud y suerte
Mucha salud a todos

 (Reformatorio de Alicante a 11 de julio de 1939)          

             
          
Llegada la mañana del 11 de julio de 1939, mi bisabuelo Vicente Pérez Llorens es ejecutado en el Campamento de Rabasa. Días después de su ejecución, y solamente enterado su cuñado Pepe de lo que había ocurrido, acompañó  a María (su esposa)  a Alicante, y en el cementerio pudieron ver la fosa (cuadro 19, fila 9 nº11) donde lo habían enterrado, que aún abierta y sin completar, se podía adivinar la forma de los cuerpos de los últimos ajusticiados.
             
A mi querida esposa e hija Aída y a toda la familia:
Treinta y tres años tengo
La edad de Jesucristo
Lo mismo que a él me matan
Sin cometer ningún delito.
Me voy a juntar con mi padre,
Con mi hermana y mi primo,
Con mi tía y mi abuela,
Con mi sobrinito y mi tio.
No me matan por mal hombre,
Ni porque tenga mal corazón.
Me matan porque he sido
Una víctima de la razón.
Soy hombre de gran corazón,
Y ni a la muerte temo.
Si es verdad que hay un Dios,
No tardaré mucho en saberlo.
(Vicente Pérez Llorens, a 11 de julio del 39)
               
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No pasarán (Castellón), a 13 de junio de 1938
“Todos sabemos ya lo que es el fascismo y cada uno en el puesto que se encuentra ha de luchar para aplastarle. El fascismo significa un retroceso de los pueblos llevándolos hacia la servidumbre, la esclavitud, el paro y la miseria. El fascismo es la guerra y la guerra es la destrucción de los pueblos y de la Humanidad”.
(Vicente Pérez Llorens)



Documentos que no se han podido obtener:
-Documento de afiliación al Partido Comunista (PC) (admitido a trámite por la Secretaría General del PC y no han podido encontrar documentos que verifiquen su afiliación al PC).
-La sentencia y el expediente penitenciario (admitido a trámite por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y sin respuesta desde el 11 de febrero de 2009)

Fuentes consultadas:
-La correspondencia mantenida con su sobrino Pepito.
-Las cartas que enviaba mi bisabuelo Vicente a su familia estando en el frente y en el Reformatorio de Adultos de Alicante.

ENRIQUE BROTONS
Corresponsal de la Asociación Cultural Alicante Vivo

 
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