25 agosto 2010

CASAS Y TORRES DE LA HUERTA 4: UN POCO DE HISTORIA HASTA EL SIGLO XVII


4. UN POCO DE HISTORIA HASTA EL SIGLO XVII


LA IMPORTANCIA DEL AGUA

Pantano de Tibi

Las características de la zona han dado pie a que el principal problema haya sido históricamente el agua y su distribución. El agua procedente del Monnegre ( tema am-pliamente estudiado por Alberola ) disponía de tres azudes ( Mutxamel, San Juan y El Campello) para su posterior regulación y distribución mediante “ boqueres” , por las que se distribuían especialmente de las aguas de avenida procedentes de grandes lluvias.

Sin embargo las épocas de sequía eran, y lo sigue siendo, algo habitual en este clima. Una fuente documental suele ser la Iglesia ya que cada sequía iba acompañada normalmente de las correspondientes rogativas sacando en procesión un símbolo sagrado. Se han fechado hasta 42 crisis de sequía (Sánchez y Sala ), siendo las más fuertes las de 1489 ( coincidirá con el milagro de la Santa Faz ), 1545, 1624, 1700, trienio 1719-1722, 1825, bienio 1846-48 ( se le llamó “ el año del hambre” y se produjo una gran emigración a Argelia ). Hay que hacer constar que los rezos y milagros atribuidos a la Santa Faz, Virgen de Loreto, Cristo de la Paz y Virgen de los Ángeles ( advocaciones muy arraigadas en Alicante, San Juan y Mutxamel) van unidas a procesiones y rogativas en petición de lluvia para el campo

Para algunos autores el sistema de riego tiene un origen musulmán . Se basan en la toponimia y referencias medievales al “ sistema de los moros “( en las Cartas de Población, tras la reconquista, se entregan tierras a los cristianos con agua para el riego según costumbre musulmana..).Sala y Pérez ( “ El reg a Sant Joan” ) encuentra diversos topónimos de origen árabe ( Benimagrell, Beniali, Maimona,..)

Para otros tiene un origen romano ( se basan en que los romanos tenían una visión más colegiada de la organización de la actividad y parece que ésta se mantiene en la Edad Media frente al individualismo musulmán ).

Según Morales y Box en el XIII ya hay noticias sobre la captación de aguas de lluvia para el riego pues en los repartimientos ya se habla de tierras con riego de “boqueres”, y a principios del XIV, al incorporarse Alicante al reino de Valencia, ya se reconocen estos derechos sobre las aguas de avenida.

La ocupación de Alicante empieza a verse favorecida cuando en 1257 Alfonso X ofrece condiciones favorables a mercaderes foráneos ( que no se les cobrase en los hor-nos más que a los de la ciudad) y una exención del pago de portazgos en Castilla ( se benefició el tráfico comercial del puerto de Alicante frente al de Cartagena ).

En 1258 Alfonso X , mediante Privilegio, concede a la ciudad de Alicante las aguas del Monnegre ( entonces Cabanes) ya que en su curso bajo estaban las tierras de cultivo de esta ciudad. Sin embargo algunos autores ponen en tela de juicio la existencia de tal Privilegio e incluso la capacidad de Alfonso de donar aguas procedentes de unas tierras que, según el Tratado de Almizra, corresponden a Aragón . Lo cierto es que los reyes de Aragón posteriormente hacen referencia a dicho Privilegio y lo confirman .

Assut de Sant Joan

Por este motivo se crea un Consejo General que establece un sistema organización de riego que distingue entre:

a) “aguas vivas”: las del propio río y arroyos que lo alimentan. Se forman una “ mar-tava” o tanda de 336 hilos de agua que cubren la zona interesada pero solamente regarán 16 hilos por día ( 8 de día y 8 de noche) , cada uno de ellos durante hora y media. El turno de riego es cada 21 día ( a cada propietario le corresponde” los tres lunes”,.” o los tres martes,...)

b) aguas de lluvia: si la cantidad es considerable se distribuyen a través de otros partidores y el turno es fijo ( un día al mes ). Si algún propietario no la quería se ponía en venta para beneficio del mantenimiento de la red de distribución.

En 1329 se promulga un “ privilegio alfonsino “ por el que se pueden formar núcleos de población si se establecen más de 15 vecinos. Este privilegio será posterior-mente reclamado por ciertos nobles para la zona de la Condomina y a él también se acogerá en el XVII el Señor de Villafranqueza al formar el núcleo de población de Villafranqueza y en el XIX Burgunyó al formar “ el Poblet”).

Tras la época de la Peste Negra y su consecuente despoblación Pedro IV favorece con perdones a quienes quieran venir a repoblar la villa y su comarca ( 1366 ) o para favorecer la agricultura( 1376). Esto se realiza a petición de los prohombres de la ciudad y se conceden a los moros que acudan en los próximos cinco años a la villa o su huerta la exención de varios impuestos locales con la condición de que los colonos se comprometan a residir de forma continuada durante diez años.

El aumento de zonas de cultivo va a suponer una escasez de agua de riego ya que los nuevos lotes eran de tierra, sin su correlación con el agua. De este modo se llega a un control monopolista del agua por parte de los grandes propietarios anteriores ( para los cuales iba unida tierra y agua). Los beneficios que suponían llegaron a provocar que algunos grandes propietarios prefirieran dejar sus tierras yermas y se dedicaran a la ven-ta del agua.

En 1389 Juan I prohíbe esta práctica y la compra de agua a toda persona que no tuviera tierras en la Huerta: “ que ni iglesia ni extranjero que no fuese heredado en esta huerta pudiese adquirir agua ni tener más que la que respectase a las tahullas de tierra que tuviese…”

Assut de Mutxamel (Foto: A. Ríos). Restaurado
tras las riadas de 1789 y 1793

A partir de mediados del XV ya hay otra visión económica y se plantean cultivos comercializables. El patriciado urbano empieza a controlar el campo al que se unen las dos iglesias como propietarias ( S. Nicolás y Sta. María) Sin embargo la normativa de Juan I no se cumple normalmente y los abusos en las ventas del agua producen una reducción de dos tercios de la superficie cultivable ( los pequeños propietarios no pueden regar y dejan las tierras yermas). El Cabildo de la ciudad se plantea la posibilidad de construir un pantano que regule el caudal. Posteriormente, con promotores de Mutxamel será una realidad ( Pantano de Tibi 1580-94).

En 1593 S. Juan y Benimagrell constituyen la Regia Universidad (es decir, unión y se separan de Alicante ( posteriormente se unirán en 1614 y se independizarán en 1779, dependiendo su iglesia – y por tanto los diezmos- de la parroquia de S. Nicolás.

A finales del XVI esta construcción mejorará el rendimiento agrícola y provocará nuevas adquisiciones de tierras por parte de una serie de mercaderes y comerciantes que preferían Alicante por la seguridad de sus nuevas murallas y por la reducción de aranceles para la exportación de mercancías castellanas ( en 1550 el tratado con Castilla reduce al 50 % las tasas aduaneras), por la seguridad que su puerto daba a las mercaderías ( especialmente con la reforma de murallas de principios del XVII). De este modo se irá formando una colonia procedente de Génova y Milán (XVI) (la familia Scorcia o Escorcia donó 500 libras para el convento de los franciscanos en el barrio de Gracia y varios de ellos aparecen como capitanes de milicias en el XVII) y posteriormente de franceses e ingleses (XVII) que controlarán el comercio .

La construcción del Pantano no será bien aceptada por los antiguos propietarios del “agua vieja “ y la réplica de Felipe II es clara:

”como en el regimiento de la Ciudad de Alicante concurran algunos hombres de negocios que no son heredados, y que su ganancia consiste en la esterilidad de la tierra (!), porque de ella nace su trato y comercio, y otros que son heredados en la huerta que hoy se riega y por sus intereses y vender mejor sus frutos habiendo poco agua podría ser que prefiriendo su comodidad particular (!) al bien universal lo quisiesen impedir, y ara que no prevalga su opinión y codicia, será necesario….”

Tras la construcción del pantano se forma otra red de “Agua nueva”, inseparable de la tierra ( para evitar el problema anterior ) y se distribuye mediante 336 hilos, a razón de un minuto por tahulla (se usaban relojes de arena). Se distribuía mediante “ braçals” y tenia un riguroso control.

El Gobernador Alvaro Vique, en tiempos de Felipe II insiste en que el agua no se puede enajenar de la tierra ( excepto en los casos de privilegios del XIII). De esta forma el agua se divide en:

a) “agua vieja”, con origen en el XIII, reglamentada por la ordenanzas de 1596 que indican que el agua es una propiedad en sí y no va unida a la tierra. Es decir: se puede vender )

b) “agua nueva”, procedente del pantano: no se puede enajenar. Se trataba de pro-pietarios de la Huerta que habían pagado los costes del pantano.

El problema surgirá al disponer de “excedentes “ los del “ agua vieja “ (disponen de muchas horas de riego y pocas tierras ) frente a la escasez que tenía el “ agua nueva”. De esta forma los primeros se convertían en árbitros de la necesidad del riego.

Este enfrentamiento continuará con motivo de la rotura de la presa (1697 ) atri-buida o incitada por propietarios de “ agua vieja” ( salían beneficiados al poder vender su agua a mejor precio ). Esta es la impresión general al comprobar que dichos propietarios se oponen frontalmente al Cabildo de la ciudad cuando éste propone la lógica reparación de la presa.

Entre disputas y mediciones de la rotura pasan 40 años y los pequeños propietarios se resienten económicamente y abandonan las tierras ( se pondrán en cultivo nuevos secanos en S. Vicente y parece una relación directa la ampliación del antiguo núcleo de el “ Raspeig” y su futuro lema “ sequet però sanet”). Finalmente ( 1738) se repara la presa y se paga la rotura mediante una derrama de los propietarios y una subasta de 16 hilos a la que acuden, a través de albaceas, las principales fortunas de la Huerta, acumulando mayor propiedad (agua)

Acequia con partidor y línea de
olivos delimitando la propiedad


LAS PRIMERAS TORRES

En la Baja Edad Media, especialmente XIV y XV se va creando un clima de insegu-ridad ante el corso tras la ocupación y repoblación de las tierras fértiles y la formación de alquerías y pequeños núcleos de población en la huerta. La zona de costa baja, con gran-des playas ( San Juan ) o calas (La Albufereta) es mucho más fácil de atacar y más ren-table( robo rápido de productos y personas). La defensa de quienes trabajan en el campo consiste en ocasiones en mantener a sus expensas a milicias defensivas.

El problema de la piratería o el corso berberisco estaba a afectando a las pobla-ciones costeras y dificultando su asentamiento desde principios del XV ( ataques y cauti-vos en las zonas de la Marina Alta y Baja). La Huerta de Alicante es una zona rentable y necesitará un sistema de seguridad para evitar una huida hacia el interior de las pobla-ciones establecidas al amparo de los beneficios de la tierra y el agua del Monnegre( San Juan, Mutxamel ) y para la población diseminada de la Condomina.

A finales del XV ya se plantean diversos proyectos de construcción de torres vigía en la costa que se desarrollan en el XVI ante el auge de la piratería por parte de Barba-roja ( en 1516 toma Argel, 1529 arrasa Gibraltar). Los puntos claves más cercanos son el Carabassí, Alcodre ( 1554, Cabo de la Huerta), El Campello, Barranco de Aguas, El Charco…) . Hay documentados diversos proyectos: Cortes de Monzón (1528), Bernardino de Cárdenas (1553-58), Duque de Maqueda ( 1553 ), Vespasiano Gonzaga ( Virrey de Valencia 1575-78), El de Antonelli (1562) que pretendía crear “ una gran muralla defensiva con guarnición que pudiera detener al agresor hasta la llegada de las milicias a la costa “, aunque el proyecto no se desarrolla el por su excesivo coste. En 1585 Juan de Acuña propone otro proyecto de defensa costera.

Torre vigía de la Illeta (1554-57)

La ubicación de las torres sigue una estrategia muy concreta, según la mayoría de los autores. Su objetivo era la defensa y control de los caminos y canales de riego en puntos o lugares específicos. También se puede observar, en opinión de Fco.J. Ramón,( “ Las torres de defensa de la huerta de Alicante”), que las torres marcan una red defensiva si se comprueba la distancia entre ellas.

Los desembarcos corsarios en 1540,1550, 1557 provocarán que durante la década 1550-60 se combinen la existencia de:

- torres defensivas (atienden a núcleos de población normalmente morisca como la torre campanario de Mutxamel -1513- y la torre de Sta. Faz -1557-80 )

- las torres-refugio, construcciones de torres particulares en las diversas propiedades creando un caso único de defensa de un territorio. En esta década hay 23 núcleos de población en la Huerta y 23 torres ( Menéndez Fueyo) en un espacio de 25 km cuadrados. En 1550 ya se documenta la torre de Maimona como refugio. En 1553 Jerónimo Arrufat, Oidor del Rey, le informa en un memorial sobre la necesidad de que se acaben de construir las torres que ya se han empezado a levantar en la Huerta.


LA TIERRA Y LA PROPIEDAD

La seguridad en el comercio marítimo será clave en el desarrollo de la ciudad y la huerta. En 1575 Alicante cuenta con 1000 casas (relación de Vespasiano Gonzaga Colonna) y el puerto se ve beneficiado por las mejoras de defensa de la ciudad ( nuevos muros, guarnición estable, una buena playa con buenos amarres sin peligro,,..) Eso provoca que el comercio marítimo que hasta esa época prefería Cartagena se desplazara , en parte, a Alicante ( mejor defensa contra corsarios, puerto seguro, ciudad fuerte,..) Esas familias de comerciantes , algunas italianas ( Scorcia, Botjoni,..) y posteriormente francesas, serán las que darán un nuevo impulso a la Huerta ( productividad y residencias )

Escudo de la Torre del Capitán Boasio.
Hoy desmontado y guardado.

A principios del XVII la Huerta de Alicante ocupaba 27.430 tahullas, perteneciendo la mitad a 587 propietarios( 89% del total) de pequeñas parcelas frente a un 10’89% de propietarios que disponían del 45% del terreno. Tres propietarios eran dueños del 15% del terreno de regadío, destacando la familia Bosch. En general las parcelas eran de 2 tahullas lo cual permitía una simple y muy básica subsistencia, por lo que actuaban de jornaleros en otras propiedades.

Hay tendencia hacia el mayorazgo ( la tierra es la base de la economía , por lo tanto hay que preservarla , evitar su división tras diversas herencias y asegurar su continuidad evitando su venta ). El primogénito ( heredero ) llevaba también los apellidos, armas y títulos.

Parece ser que el mayorazgo se legaliza en las Partidas de Alfonso X (1263). Su posesión implica un gran prestigio social para su propietario. El abuso de la cantidad de mayorazgos ( en Alicante hay 30 en 1802) y sus consecuencias (se suele ceder la tierra para vivir de rentas y hay dificultad para recuperar las inversiones a corto plazo) lleva a cierto estado de abandono en general y a su disolución oficial en 1820 (no quedaban prácticamente heredades de consideración para ser adquiridas).

Sin embargo posteriormente se invalida el cumplimiento y de nuevo en 1879 se insiste en que solamente con licencia real podrá transmitirse una tierra en calidad de “ mayorazgo “ en cláusula testamentaria.

Ejemplos de mayorazgo en la Huerta encontramos en El Ciprés y Reixes (ambos de finales del XVI-principios XVII y son casas–torre)

Escudo de los Talayero (Torre Reixes)

Los propietarios eran :

- comerciantes/mercaderes extranjeros ( que a su vez invierten en los endeudamientos de los censales municipales: los Scorcia ( futuros Escorcia) 28’9 % , los Botjoni( o Ba-joni ) 12 % ).

- la burguesía local que ve en la tierra el único camino de inversión ( el comercio estaba monopolizado por franceses e ingleses en el XVII ).

- la Iglesia ( San Nicolás, Santa María, varios conventos de Alicante y los Jesuitas desde 1613 ) son propietarios de tierras e hilos de agua que aportarán unos ingresos fijos a través de la enfiteusis.

La tenencia de la tierra podía ser en enfiteusis ( solían hacerse en zonas de secano para conseguir una mayor extensión por roturación de tierras) El contrato era a lago plazo mediante el pago del canon correspondiente. En algunos casos eran las clases pu-dientes quienes obtenían una enfiteusis, la ponían en explotación y a su vez arrendaban ( subarrendaban) partes del terreno o todo a corto plazo. La Compañía de Jesús disponía, por diversas donaciones, de bastantes heredades en la Condomina ( es decir: riego ase-gurado) que cedía en enfiteusis .

El otro sistema era el del arrendamiento, contrato a corto plazo ( una media de 4 años) que se firmaba con el aval de fiadores y con la condición de “cultivar a us i costum de bon llaurador”,lo cual ya implicaba todas las obligaciones propias del año agrícola

LOS CULTIVOS

Un dicho popular afirmaba que “Alicante comía de lo que daba su Huerta”. El rey Alfonso X ya mencionaba en 1269 que el mayor bien que tenía la villa de Alicante eran los higos, las pasas y el aceite, considerando también importante la almendra y el arroz ( en la zona del marjal cercano a la costa).

Mangraner, junto a la Torre del Capitán Boacio

En el XV empieza a tomar auge la viticultura que toma auge en el XVI, a costa del olivo, favorecida por la inversiones italianas. En el XVII el olivo baja la producción ( mercado comarcal ) en favor de la vid ( desarrollada a gran escala), y se mantienen la al-mendra ( para exportación) higos secos, el algarrobo ( la algarroba es básica en el forraje de animales y por ese motivo no pagaba impuestos), el esparto, la barrilla ( de la sosa se obtiene el jabón ,de gran éxito comercial en exportación)( la última fábrica de jabón estuvo en la Finca Picó ( zona de Casa Filo actual), el trigo ( escaso y se importa de Castilla) , la cebada ( de buena calidad aunque escasa ), la morera ( para mantener la gran tradición popular de los gusanos productores de seda )(como ejemplo hay que recordar que el Plan de Antonelli para proteger la huerta y Alicante pensaba financiarse con el impuesto de la seda).

Próximo capítulo: El agua y la Huerta. Del siglo XVIII al XX

ANTONIO CAMPOS PARDILLOS

 
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