30 noviembre 2013

YO NO VENGO A DESPEDIRME DE TÍ (A ENRIQUE CERDÁN TATO)






No, yo no vengo a despedirme de nadie, mucho menos de ti. El que venga a decirte adiós, amigo, es que se marcha a algún sitio y durante un tiempo. 
Y si además viene apenado, huérfano y desolado es que no te conoce bien; debe pensar que eres de los que se van sin más. Le diremos que se equivoca.
  
No, yo no vengo a despedirme de ti ¿Por qué habría de hacerlo? Sólo se despide uno de quien se va a marchar, de quien no va a estar, y este no es tu caso. 

Con todo, la ciudad ha amanecido hoy como desprovista, desorientada, sin agarraderas, inmune a la esperanza, huérfana, como menos Alicante que nunca; como si la piqueta de Ferres hubiera de un tajo dejado a la vista sus huesos y por la herida abierta sangráramos todos los que nos ganamos la palabra y el título de ser de aquí. 

Nada ha cambiado de ayer a hoy a pesar de que en este tiempo hemos librado la batalla contra ese enemigo invisible que se pertrecha y levanta sus empalizadas precisamente ahí, en tu garganta, pero, con todo, no consigue acallar tu voz ni un ápice; contra este enemigo que arrasa tu cuerpo y que planta sus pendones de desesperanza en los territorios de tus entrañas, guerreamos ya desde hace un tiempo. ¡Malditos seáis! 

Tendido en la cama, con pocas fuerzas ya y sin poder hablar, me escribías con trazo tembloroso en aquella libreta tuya, algo casi ilegible pero, eso sí, volvías sobre la palabra escrita para acentuarla correctamente. Luego nos cogimos de la mano y esperamos, esperamos un buen rato hasta que he súbitamente de mis pies crecieron raíces que me fijan a ti, y me dejo llevar. Y aquí sigo, fijado, mirando subrepticiamente cómo acentúas las palabras. 

Por otro lado, ¿Sabes? Al acecho andan ésos, los de siempre, agazapados, avergonzados de su desnudez, malformes y ciegos, con las garras clavadas en los muslos de su víctima obscenamente desgarrados, violados, babeando asombrados porque tu voz, ahora, suena clara como de todas nuestras gargantas y el eco que las piedras le procuran la convierten en razón de razones, en manifiesto y en azogue de sinvergüenzas, de vándalos y sus ediles. 

Por cierto, ¿Te acuerdas de cuando le llamamos “fascista” al Trampas en el mismísimo salón de plenos porque se empecinó en no dejarnos intervenir? ¡Fascista!, eso sí, atendiendo a la tercera acepción que del término aplica el diccionario de la RAE. y que le venía al Trampas como un traje a Camps. Al orondo alcalde le decían el Trampas por su forma peculiarmente sucia de jugar al póker ¿Recuerdas? Ha sido así toda la vida.  

Ése y el día en el que nos encontramos con Salinas en Sevilla, o aquel otro en el que bajo la lluvia de marzo –Fa fret, decía Gibson- rendimos homenaje a Dickson y al Stanbrook en el puerto de Alicante han sido, quizás, los momentos más emocionantes que hemos vivido juntos, aunque, ahora que lo pienso, han sido tantos que me niego a licuarlos en tan poca cosa. 

Mis puños abrirán un agujero en la luz para que puedas ver acabado todo lo que no terminamos a tiempo por culpa de los de siempre. Lo que tu no has visto, amigo, lo verás a través de cientos de ojos y después, para celebrarlo, tomaremos café en el saloncito que siempre tenemos dispuesto bajo los pinos centenarios de tu casa en la playa o bajo los puentes del Sena, o rallando el cristal del Titicaca, o en las cumbres del Masnou, o sobre las arenas palestinas, o en los pozos de esperanza de los saharauis. Allá donde sea, plantaremos nuestra jaima y alrededor de nuestra mesita y nuestras tazas dejaremos que nos embriague la conversación y las verdades bajo la luz cenital tan adecuada, como sabes, para la caza de las ballenas.
   
Dime ¿Qué tiene esta jodida tierra? ¿Qué antiguos conjuros de enanos, alquimistas y viejas desdentadas te esclavizan al noray de aquí? ¿Qué te hace siempre desear volver? Estas tierras que se aprestan a la infidelidad, a la mancebía, a la manipulación arcillosa del dios pagano del pecunio y la bragueta. ¿Qué tiene esta jodida tierra que tanto la amamos? “Alicante, cómo te nos metes toda de golpe, en nuestras venas 

Leo de nuevo tus libros y en cada uno de ellos, en cada uno de los Alted, los Saña,los Bardas, los De la Gorce, y todos los demás, te he encontrado tan joven, tan luchador, tan vital y honesto como siempre, tan Enrique Cerdan Tato como siempre. Y en esta relectura caigo en la cuenta de que los Alted, uno detrás del otro, admiradores y observadores de tradiciones e historias, van a seguir rondado por esas tierras dentro y fuera de tus páginas, lo quieras o no. Tú los creas y ellos se emancipan, se multiplican y se hacen eternos. 

¿Ves? No vengo a despedirme de ti porque no quiero y porque, además,  no puedo; y si alguien lo hiciera que le sea desvelado que no es la despedida lo que hiere mortalmente; lo que realmente te lacera la existencia, lo que realmente te arranca el hálito indefectiblemente es la ausencia y en este caso tuyo, no ha lugar a ella. 

Posiblemente, ni tu lo recordarás, lo primero que escribiste fueron aquellas novelas maniqueas de vaqueros, Quién sabe si tenías once ó doce, ¿Recuerdas? En un lado los buenos, en el otro los malos y cuando acabe la novela no queda nadie en pie, como  en “Mi primera piedra” pero eso fue ,seguro , antes de que tus alumnos de la Escuela de Comercio te llamaran el “profesor alpinista” por haber escrito “En la cima”. ¡Qué ocurrencias! Luego vinieron los ripios a duro (“Compre un reloj Espinosa y no piense en otra cosa”) y los artículos en “Primera Página”. ¡Ah! Y cómo olvidarnos del barman que te avisó de que en su terraza había un inglés famoso que resultó ser el señor Ernesto Hemingway con su reciente Pullitzer sobre algún estante, junto a algún retrato de leones abatidos. Me lo imagino gigante y blanco repantingado sobre la silla de madera pintada de azul en la Explanada y diciéndote con esa voz de caverna que deben tener los viejos cazadores de tiburones gigantes “¿Ha probado usted este Whisky?” –a esa edad tuya era normal tal pregunta- Pues no va a encontrar mejor ocasión que ésta. Siéntese y pregunte, joven.- Pero tú, amigo Enrique, ¿Cuántas vidas has podido vivir ?  

Luego vinieron  La primera piedra” y los premios, y la política y sus desavenencias, y “El paseante” y la Político Social y los cuartelillos y aquel Guardia Civil poeta que te llamaba de usted y que te usó de crítico-oidor, ¡Cielos qué condena! Y luego “El lugar más lejano”, “Sombras nada más”, “Un agujero en la luz”, “Todos los enanos del mundo” y “La lucha por la democracia en la provincia de Alicante” y Ovidi –qué recuerdos- y Joan Manuel, y Victor y Ana, y Moustaki, y Cela, y Buero y su retrato de Miguel en su escondrijo bajo los manteles almidonados de un buen hombre, y Alberti, y Yasir Arafat –y aquel belencito hecho a mano en madera de olivo que te regaló y que tu colocabas, cada navidad, sobre la tele para que los nietos lo vieran- y “La historia de Alicante contada a los chicos”, y las conferencias, y tus Gateras por donde nos escapábamos todos de la plúmbea realidad de los días, ¡Que levante la mano aquel que le pidió algo a Enrique y éste se negó! Nadie.  

Dime ¿Cuántos artículos habrás escrito para los llibrets de hogueras? Cien o cien mil, qué más da. Enrique no sabe decir que no. No se puede negar a nadie. Mari Luz dice que si hubieras sido mujer, lo tuyo sería de aliviadero gratis, de manceba veinticuatro horas, de mancebía non-stop que dirían los modernos. 

La primera vez que penetré en tu santuario me pareció atravesar aquella montaña del Himalaya que te llevaba de la ventisca y los riscos nevados al esplendor de la eterna primavera en Shangri-La. Y allí, adentro, esperé por un momento encontrarme a Gregor Samsa, disfrazado de hombre, rondando por la Mala Strana haciendo de cicerone para un Marlowe algo despistado, todo por encontrar a la Loren de Arroz Amargo y, sin embargo, de entre un libro y otro los pececillos plateados anunciaban despavoridos la llegada del obispo ignorante todavía de que se le había declarado “La batalla de las tetas”, contando algún misterio sacro a Sigfrido De la Gorce y al alquimista al que todos llaman Bardas, mientras, en la bahía del Baver más de setecientas naves se aprovisionaban de agua de la Fuensanta preparando el asedio de Orán.  

Sentado a tu ordenador dirigías como Mehta la Filarmónica de Viena el concierto para personajes y tecnología en Mi Mayor cuando los solistas al presto se obstinaban en rebelarse –esto con la pluma y el papel no pasaba- . 
 
¿Una milhoja? Son de Dalúa
Nos pierde el dulce
 
¿Qué tal si acabamos el café de hoy al son de “Take the ‘A’ train” del Duke? Mañana, si quieres, nos vemos el último concierto de Año Nuevo y, si acaso, nos perdemos entre los amores de Kafka y Felice Bauer; por proponer algo, total, tenemos todo el tiempo del mundo para ello. 

El cronista nunca acaba su trabajo ¿Verdad? Le joda a quien le joda. En cualquier caso hoy en día y tal y como se remueve el fango, escribir una crónica de Alicante fiel y honrada sí es, amigo Enrique, escribir una verdadera “Antología de la aberración”.

Hablamos mañana.

                                        DANIEL MOYA 

26 noviembre 2013

ALICANTE Y EL GRAN MAESTRE DE MALTA


El Gran Maestre don Ramón de Perellós y Rocafull.

 El 7 de febrero de 1697 la Orden de San Juan del Hospital de Malta escogió Gran Maestre a un español, don Ramón Rabaça de Perellós y Rocafull y de Dijar y Mercader. Alicante le rendiría cumplidas pleitesías posteriormente.

Su padre, don Ginés Rabaça de Perellós, era señor de Benetúser y barón de Dos Aguas, y procedía de encumbrados linajes del patriciado valenciano que con el tiempo adquirieron carta de nobleza. Doña María Rocafull, su madre, formaba parte del círculo de los Rocafull de Orihuela y su tierra. Los apellidos Dijar y Mercader, de linajes también encumbrados desde el siglo XIV, eran los de sus abuelas paterna y materna respectivamente.
En 1654, a corta edad, pasó las pruebas de nobleza para conseguir el título de caballero de la Orden, dentro de una cuidada estrategia familiar de promoción social. En 1671 ya era Comendador de Castellot, y pidió recomendación al virrey de Sicilia, a la condesa de Perelada y a la reina regente para que el Gran Maestre lo nombrara general de las galeras de Malta. Consiguió formar parte finalmente del consejo del Gran Maestre Adriano de Vignancourt, alcanzando la mayor dignidad de la Orden en 1697, que ejerció hasta su muerte en 1720, descollando su política poliorcética y artística en Malta, así como su cautela durante la Guerra de Sucesión y sus campañas contra el corsarismo musulmán.  
Alicante celebra su elección.
 
La atribulada y dinámica plaza alicantina, aún herida por el bombardeo de 1691, acogió con gozo el nombramiento de don Ramón, creyendo encontrar un valedor en el convulso teatro mediterráneo. Del 5 al 9 de julio de 1697 celebró unas lucidas fiestas de San Juan Bautista en su honor. La predicación del sermón de rigor, tan caro a la mentalidad barroca, corrió a cargo del canónigo de San Nicolás José Sala. El conocido deán Martí compuso poemas para tal ocasión, dedicados al valentino héroe.

 El programa de actos contempló a lo largo de aquellas jornadas el toque de campanas, la ubicación de un monumento perecedero en Santa María, villancicos, una procesión digna del Corpus, los fuegos de fusilería y artillería, una representación de moros y cristianos, y la lidia de toros de Sierra Morena.

 El esfuerzo mereció la pena para los coetáneos, inmersos en una sociedad de honor en la que las formas y las apariencias visualizaban las ideas de la jerarquía social. La concurrencia de nobles valencianos, castellanos e incluso franceses dio la medida del éxito, y quizá sirviera para limar ciertas asperezas una vez firmada la Paz de Ryswick (10 octubre de 1697) con Luis XIV, de gran interés en vísperas de la Guerra de Sucesión.

El simbolismo de las celebraciones.
El barroquismo de las celebraciones quizá aparezca intrincado y excesivo a nuestros ojos, pero sus imágenes alegóricas eran coherentes con las ideas de patronazgo, servicio honorable y consideración comunitaria.
           
 A don Ramón se le atribuyó una genealogía mítica que lo enlazaba ni más ni menos que con los reyes de Francia, Castilla, Navarra y Aragón. En las calles de Alicante los honores que se le rindieron, dignos de un monarca, se acompañaron del homenaje al rey de reyes sacramentado, el angular Cuerpo de Cristo del catolicismo trentino, ya que el Gran Maestre se convertiría en el atleta invicto de la esposa de Jesucristo, la Iglesia, desde cuyo presidio de Malta pelearía con denuedo para retornar Tierra Santa a la Cristiandad.
La mentalidad de Cruzada, todavía presente en los testamentos de fines del XVII, no se avenía del todo bien con las realidades de su tiempo. Los combates contra el corsarismo berberisco habían rebasado en importancia en el Mediterráneo Occidental y Central a la lucha directa con el Imperio Otomano, ya en declive y cada vez más considerado como una potencia más a reajustar por otras más briosas, como la Austria de los Habsburgo, Francia e Inglaterra. En 1649 los turcos otomanos, inquietos ante la hostilidad veneciana, ofrecieron a España una paz en la que se prometía la libre visita de los Santos Lugares por los cristianos y atajar las depredaciones corsarias. Los venecianos extendieron el rumor del matrimonio de una hija del sultán con don Juan José de Austria, dotándola con Argel y Túnez. La seguridad de Nápoles y Sicilia y el fomento del comercio hispánico podían haber ganado grandemente con ello, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto y todo discurrió por los cauces habituales. Los dispendios de la celebración en Orihuela del alzamiento del asedio turco de Viena (“feliz suceso para los Reinos de España”) merecieron la reprobación del Mestre Racional del Reino de Valencia el 10 de agosto de 1685.
 
 Los espectáculos de las celebraciones expresaron este mundo ideal. La quema de las arquitecturas perecederas en honor a San Juan Bautista, cuya procesión se celebró con la solemnidad del Corpus, constituyen uno de los primeros ejemplos documentados de nuestras populares Fogueres, pero con un espíritu muy distinto del actual, pues en lugar de anunciar a todas las gentes el inicio del verano y sus placeres se proclamaba el carácter trascendental del nuevo Gran Maestre, subyugador del infiel, siguiendo los pasos del Bautista que se postró ante la grandeza de Jesús.

El complemento indispensable vino dado por una representación de moros y cristianos cerca de la contemporánea Plaza del Mar. Allí se erigió una fortaleza de madera defendida por los cristianos, realidad bien cotidiana en el Alicante de fines del XVII. El desembarco de los turcos culminaba con su conquista matinal, seguida por la tarde de la reconquista cristiana, que no ahorraba la simulación de baterías de artillería, minas y asaltos como si de Viena, Buda o de una plaza norteafricana se tratara. La corrida de toros del día siguiente insistía en la idea de la victoria sobre la fiera de la infidelidad. No en vano la rendición de Granada se festejó en Orihuela corriendo toros, según Bellot.  

Las tiranteces con la Orden de Malta.

Los festejos no ocultan que no siempre las relaciones entre Alicante y la Orden de Malta estuvieron presididas por la cordialidad, pues en una plaza comercial como la nuestra los litigios y los encontronazos fueron moneda corriente.

La guerra contra las Provincias Unidas entre 1621 y 1648 ocasionaría más de un incidente, en especial cuando el Almirantazgo impulsado por el conde-duque de Olivares se mostró más contundente. En junio de 1629 una nao fue apresada en las cercanías de Malta por tres navíos del Almirantazgo. Su carga y su tripulación fueron conducidos a Alicante, convertido ocasionalmente en punto de operaciones de una guerra que perjudicaba los intereses comerciales de la Orden en el Mediterráneo.

Para defender sus intereses con mayor efectividad los sanjuanistas reclamaron un consulado en Alicante, petición sobre la que insistieron en 1667, algo muy recomendable dada la heterogénea composición de la sociedad maltesa y de la propia Orden.

En 1673 el baile sanjuanista de Lora se quejó del embargo en nuestro puerto de la mercancía de un vecino de Malta por ser transportada en una nave cuyo patrón era francés. Se mantuvo que la propiedad de la nave correspondía a un maltés, y en 1674 el virrey de Valencia se dirigió al gobernador de Alicante para que suavizara la situación dado el estado de hostilidad con los franceses.

En años sucesivos la tensión cedió en una atmósfera mezclada de astucias y claudicaciones españolas. Los holandeses, ahora aliados interesados, aseguraron la comunicación entre Malta y la Península. El 24 de febrero de 1678 el caballero de San Juan don Manuel de Cardona y el de Montesa don Francisco de Cardona obtuvieron plaza en la flota o caravana holandesa que se dirigía a Malta, junto a Liorna punto de contacto de primer orden con las aguas del Imperio Otomano.

El atractivo de la Orden.

 Los tiempos de la caballería andante, tan idealizados, eran un venerable recuerdo en el siglo XVII, cuando en los campos de batalla impusieron su ley las grandes formaciones de infantería provistas de armas de fuego, enfrentadas con frecuencia a sofisticados sistemas poliorcéticos. Los escuadrones de caballería potenciaron los efectos de aquella Revolución Militar, y la ética caballeresca tenía la virtud de prestigiar el alto mando militar nobiliario. Las obras de calidad diversa que glosaban o relataban los grandes hechos caballerescos de los linajes de un reino sirvieron a tal propósito. Las “Trovas” de mosén Jaime Febrer ensalzaron a los caballeros de Valencia en calidad de conquistadores del Reino. En las Españas coetáneas, al igual que en el resto de la Cristiandad, la condición caballeresca legitimaba una gran variedad de exenciones de gran utilidad ante los embates de una monarquía exigente de recursos y servicios. Los hábitos de una Orden Militar, aureolada por un pasado de guerra contra el infiel, disponían en consecuencia de un enorme atractivo.

Los caballeros alicantinos habían acostumbrado a ingresar en las filas de la valenciana Orden de Montesa a lo largo de los siglos XVI y XVII. Tal fue el caso de los Escorcia y Ladrón, Sanz, Rotlà y Canicia, Pascual, Mingot y Fernández de Vera. A fines del XVII la de San Juan aumentó sus caballeros de Alicante. En 1686 ingresó tras pasar las prescriptivas pruebas de nobleza don Cipriano Juan Canicia Pascual y Pascual, y en 1687 don Juan Bautista Pascual Robles Martínez de Fresneda y Riquelme, y su hermano don Vicente. Los Pascual acentuaron tales timbres de distinción aristocráticos coincidiendo con una época en la que el Gran Priorato de la Orden en Consuegra fuera ostentado por miembros de la realeza como don Juan José de Austria o el mismo Carlos II.

El Gran Maestre don Ramón condescendió por razones interesadas con estos tratos aristocráticos, y el 8 de junio de 1707 se prestó gustoso a satisfacer al duque de Gandía en la promoción de un varón incapaz de superar las pruebas de nobleza, contrariando a todas las lenguas o divisiones “nacionales” de la propia Orden. En este sistema elitista conseguiría entrar años después nuestro conocido Jorge Juan, hijo de los condes de Peñalba y sobrino del bailío (o baile) de Caspe don Cipriano Juan. Antes de su retorno a España en 1729 con dieciseis años fue paje del Gran Maestre en Malta y comendador de gracia de Aliaga.

 La Guerra de Sucesión y las posteriores campañas antimusulmanas.

 En los atribulados años de la Guerra de Sucesión Alicante no recibió ayudas particulares del celebrado Gran Maestre, pero tampoco encajó graves decepciones. Don Ramón supo mantenerse en la medida de lo posible al margen del conflicto que significaría el fin de la Italia hispánica de antaño, pese a declararse fiel a la persona de Felipe V. Sus vinculaciones familiares y personales con una nobleza valenciana, caso del citado duque de Gandía, con importantes seguidores de la causa borbónica ejercerían importante influencia en su ánimo. Su inclinación felipista se hizo más visible hacia la fase final de la guerra, cuando el trono del Borbón pareció más firme ante Carlos III de Austria. En 1711 la Orden de Malta ayudó a la flota comandada por el conde de Alcudia y el duque de Vendôme contra la Mallorca austracista, cuyo virrey era el inquieto marqués de Rafal.

 De todos modos el intento no tuvo éxito, y las energías militares de don Ramón en el remodelado Mediterráneo posterior a la Paz de Utrecht se canalizarían contra los pertinaces corsarios norteafricanos. En este ambiente ganó experiencia el joven Jorge Juan antes de ser guardiamarina, y don Ramón de Perellós y Rocafull justificó un tanto la fabulosa fama que le atribuyeron las enfáticas celebraciones alicantinas de 1697, que en cierta manera sirvieron de compás de espera al triunfo de la reconquista de Orán en 1732. 


VÍCTOR MANUEL
GALÁN TENDERO
Fotos: Alicante Vivo
Fuentes y bibliografía.

ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGÓN, Consejo Supremo de Aragón, Legajos 0696, nº 064; 0770, nº 019; 0780, nº 035; y  0917, nº 037.
ARCHIVO DEL REINO DE VALENCIA, Libro de la Bailía de Orihuela-Alicante, 1684-1699, nº. 1335.
ARCHIVO MUNICIPAL DE ALICANTE, Cartas recibidas 1665-1704 (Armario 11, Libro 11) y Privilegios Reales de Felipe IV (Armario 1, Libro 20).
BELLOT, P., Anales de Orihuela, 2 vols. Edición de J. Torres Fontes, Murcia, 2001.
BRATUTTI, V., Embajada turca en España, Madrid, Biblioteca Nacional, Manuscrito 11.017.
FEBRER, J., Trovas de mossen Jaime Febrer que tratan de los conquistadores de Valencia. Edición de J. Mª. Bover de 1848 (copia facsímil de París-Valencia).
SALA, J., Sermón panegyrico, que las solemnes fiestas a San Juan Bautista, que se celebraron en la ciudad de Alicante, en hazimiento de gracias á Dios N. Señor por la...elección de gran Maestre de Malta en el... señor Don Ramón de Perellós y Rocafull.., Orihuela, 1698.
SÁNCHEZ DONCEL, G., Presencia de España en Orán  (1509-1792), Toledo, 1991.
SANZ, P. (ed.), Tiempo de cambios. Guerra, diplomacia y política internacional de la Monarquía Hispánica (1648-1700), Madrid, 2012.

21 noviembre 2013

LA REFORMA DE LA PLAZA DR BALMIS Y SUS LOCALES CON MUCHO FUTURO


La reforma de la plaza del Doctor Balmis sigue adelante, se ha adjudicado la obra a Ecisa y el hecho es imparable. Y lo es porque el concejal Adrián Santos responsable del asunto, ha hecho caso omiso de la gran cantidad de personas que además de en las redes sociales y cartas al director de los periódicos y otras plataformas (ya se llevan recogidas 1.156 firmas en change.org para que no se toque la plaza) él sigue adelante, pasando de las opiniones ciudadanas, con la idea de cargarse la decoración "a lo Gaudí" que si bien es cierto es más falsa que Judas, es apreciada por la gente en general, entusiasma a los turistas (que se piensan que es auténtico y yo no les voy a contradecir), está en buen estado y además NO TENEMOS NI UN EURO por lo que no veo la necesidad de gastarse los 75.086 presupuestados (imprevistos y extras aparte, que alguno habrá).
El caso es que si miramos el artículo publicado esta mañana en el Diario La Verdad uno de los objetivos es "dejar el espacio casi diáfano y ubicar veladores". Así que ya tenemos unos grandes beneficiados con el asunto: los locales comerciales que se conviertan en bares y que podrán sacar las mesas que quepan en la nueva plaza, cosa que actualmente no pueden hacer porque un banco envuelve casi la totalidad del espacio central impidiendo el acceso directo a clientes y camareros. Lo que ya no sé es lo que opinarán los habitantes de las viviendas contiguas  que  además tienen mucha experiencia en sufrir las contingencias de grandes masas de gente y de la que lograron zafarse viviendo en un sitio con una tranquilidad envidiable... porque aquello estuvo de moda unos años como ahora lo está Castaños ¿os acordáis?


Un antiguo bar y un ex-pub que no tienen acceso directo al centro de la plaza.

Lo mismo le pasa a este local que hace esquina con la C/Virgen de los Desamparados.

La Casa Torrent tiene todas sus persianas bajadas desde hace años.


 El único negocio de hostelería que está abierto actualmente, un "restobar" 
que aunque  lo intentó, no pudo mantener sus mesas 
en el exiguo espacio central. Era complicado llegar.

Y para quitarle hierro al asunto y puesto que en los bares suelen tener tequila, nos vamos con Gelu y su "Después de 6 tequilas" donde nos narra lo mal que se puede pasar si se pasa de 3 a 6 tequilas ¡se puede legar a sufrir!

Artículo publicado conjuntamente con el blog 


20 noviembre 2013

BELLEA DEL FOC 1935. LUCES Y SOMBRAS


Con este artículo acabo con una frustración que llevo a cuestas desde hace años. Como delegado de Cultura de la Comissió Gestora de les Fogueres de Sant Joan, la actual Federació, me encargué de confeccionar la Revista Oficial Fogueres 2002, publicación que llevó el título «70 Anys de Belleses: "Vivències"», dado que estuvo dedicada a la figura de nuestra máxima representante de la Fiesta, la Bellesa del Foc, y que analizaba tanto la creación del cargo, como la evolución de su sistema de elección y su denominación. Pero, durante la preparación y recogida de datos, lo más arduo, sin duda, fue conseguir contactar con todas ellas, salvo, lógicamente, las que ya no estaban con nosotros, a fin de que nos hicieran una semblanza de lo que significó en sus vidas ser elegidas para tan alto honor.

Pues bien, a pesar de los esfuerzos de las personas que colaboraron conmigo: María García Carbonell, entonces delegada de Bellezas; la que fuera Bellea del Foc en 1973, Remedios Serna González; y mi hermana Esperanza, perteneciente a la Subcomissió en el área de Bellezas; la única Bellesa del Foc que, ni pudimos localizar, ni obtener datos de su biografía, fue Angelita Ramírez López, Bellea del Foc 1935.

Angelita Ramírez López, Bellea del Foc 1935
(Revista Oficial Fogueres 2002. Archivo Armando Parodi)

Pero el tiempo y el azar han hecho que, recientemente, diera consecutivamente con una serie de publicaciones y documentos que, no solo me han permitido completar ese vacío que quedara en la revista oficial, sino que me han llevado a sacar a la luz una historia probablemente irrepetible: la de una joven de diecisiete años elegida Bellea del Foc, trabajadora de origen humilde, que fue injustamente destituida y al poco tiempo le sería devuelto el título, exiliada a México, y de la que desde aquel entonces apenas hemos vuelto a saber nada de ella.


La Elección

Pero comencemos por el principio, a las 11 de la mañana del 28 de abril de 1935, momento en el que, en el Monumental-Salón Moderno, comparecieron las veinticinco belleas de otros tantos distritos, que fueron presentadas por Juan B. Cabrera, redactor de El Sol de Madrid. El jurado estaba compuesto por: Antonio Vázquez Limón, Gobernador Civil; José Pérez Molina, presidente de la Diputación; Alfonso de Martín-Santaolalla Esquerdo, Alcalde; José Roméu Zarandieta, presidente de la Gestora; y los Foguerers Machors o, en su defecto, los presidentes de las comisiones. El doctor Ángel Pascual Devesa, mantenedor del acto, pronunció una amena e interesante conferencia sobre el significado y desarrollo de las Fiestas de San Juan, y, por fin, desfilaron de nuevo las belleas, y el jurado procedió a la votación. Por mayoría de votos, salió elegida Bellea del Foc 1935 Angelita Ramírez López, de la comisión de Alfonso el Sabio, Quintana, Fermín Galán y travesía, que así se denominaba la actual Foguera Alfonso el Sabio, y como Damas de Honor de la misma, Teresita Vicenta Arcas, de Plaza de las Monjas, y Victoria Pastor, de Méndez Núñez, hoy Monjas-Santa Faz y Rambla Méndez Núñez, respectivamente. Cerró el espectáculo el gobernador Vázquez Limón.

Angelita Ramírez López, Bellea del Foc 1935
(Revista Oficial Fogueres 2002. Archivo Armando Parodi)

Al banquete asistieron seiscientas personas, ocupando un lugar destacado la recién elegida Bellea del Foc y la del año anterior, Paquita Santos Albadalejo. En la mesa de los periodistas se encontraba Susana Pérez, elegida «Señorita Prensa». Por la tarde, invitados por la directiva del Hércules, asistieron al partido en el Estadio Bardín, que jugaba nuestro equipo contra el Celta de Vigo. Era el final de la competición liguera, y venció el Hércules 1-0, lo que suponía su ascenso por vez primera a la máxima categoría del fútbol español.

Portada de la revista Crónica, Madrid, 19 de mayo de 1935 (Web TodoColeccion)

Por la noche, en el Salón España, bajo la presidencia de la bellea y sus damas, primer acto oficial al que asistían, se efectuó la elección de la «Señorita Provincia» entre las seleccionadas de cada uno de los partidos judiciales, con excepción de Cocentaina y Callosa de Ensarriá, que no presentaron. Tras las votaciones de las once candidatas y el escrutinio correspondiente, se proclamó a Anita Tent Llopis, de Denia, cuya proclamación se llevaría a cabo en dicha población el 12 de mayo, con asistencia del Gobernador Civil, presidente de Gestora, Belleas del Foc 1934 y 1935, así como otras autoridades y representantes de prensa, que fueron recibidos en el límite del término municipal, por el alcalde dianense, señor Montón, y la joven representante de la provincia, Anita Tent. Como diría Enrique Cerdán Tato en su celebrada columna La Gatera, en junio de 1994, «Alicante ejercía su capitalidad así, por el conducto de la fiesta».

De izquierda a derecha: Teresita Vicenta Arcas, Victoria Pastor, Angelita Ramírez
y Rosita Richart (Foto: Sánchez. Archivo Rosita Richart)

«Angelita 1.ª, Reina del Fuego»

Pero, ¿quién y cómo era Angelita Ramírez? Probablemente la mejor semblanza la podemos encontrar en el n.º 389 de la revista Estampa, de fecha 29 de junio de 1935, en portada y las páginas 19 a 22. Una publicación descrita en el artículo que trata del ejemplar del 25 de junio de 1932, titulado «Pioneras de la Fiesta», una de cuyas protagonistas es la primera Bellea del Foc, Amparito Quereda.

Portada de Estampa, año 8, n.º 389, de 29 de junio de 1935
(Biblioteca Nacional de España)

En esta ocasión vamos de la mano del asiduo periodista de esta revista, José R. Ramos, con fotos de Marina, de los que no ha sido posible conseguir datos biográficos. Su artículo, con el curioso título de «Angelita 1.ª, Reina del Fuego», se reproduce íntegro a continuación, con correcciones y anotaciones [entre corchetes], y ya en la portada, al pie de una bucólica foto de la Bellea, comienza con lo siguiente: «En los veintiocho distritos de Alicante arden las hogueras en la noche de San Juan. Angelita Jiménez [yerra en el apellido, es Ramírez] es la "Reina del Fuego", la Belleza a quien rinde homenaje la ciudad».


Cuando se dice que un pueblo arde en fiestas, y ese pueblo no es Alicante, no se hace otra cosa que emplear una metáfora excesivamente gastada.
Sin metáfora se puede decir que Alicante arde por los cuatro costados el día de San Juan, Alicante es la ciudad del fuego. Administrativamente, puede decirse, en cierto modo, que es una población de ochenta mil habitantes, divididos en veintiocho distritos "fogueriles". Eso lo saben en Alicante hasta los chicos que no van a la escuela.
La ciudad del fuego tenía que tener, como en efecto la tiene, una reina de su elemento: la bellea del foc. No es la "belleza del fuego" una reina frívola como cualquier Miss Casino de otras provincias. Tiene todos los derechos que emanan de su hermosura preeminente, pero tiene también obligaciones ineludibles para con el pueblo que democráticamente la ha elegido. Su Consejo de Ministros, que no otra cosa es la Mesa Gestora de las fogueres de San Chuan, está encargada de asesorarla en todo momento. A este consejo responsable es al que hay que pedir autorización para hacerle una interviú a la reina.
Mediante los trámites protocolarios, hemos conseguido, pues, una interviú con Angelita I de Alicante, bajo la mirada responsable de su primer ministro, don José Romeu.

«Toallas de la Reina»
Cosa de los tiempos es que una reina fabrique toallas de felpa en vez de bordar con hilo de oro en sutiles cañamazos. Pero finísimas perlas se le antojaban a don Quijote los granos de trigo que Sancho juraba haber visto en la criba de Aldonza Lorenzo.
Guapa lo es de verdad esta reina del fuego. Su gran mérito es ése: tener porte de reina habiendo nacido menestrala, y gozar del acatamiento de millares de súbditos sin más elementos coactivos que la fuerza centrípeta de su belleza deslumbrante.
Vive Angelita en el barrio alicantino de los Ángeles, un barrio extremo y populoso, que empieza en chalets floridos y acaba en casas terreras de un solo piso. En la de Angelita, modesta, pero limpísima, pequeños detalles de primor, que se observan inmediatamente, demuestran que anda por allí a diario una mano de mujer bonita.
Por una veredita trasera, en pleno campo, va y viene Angelita todos los días entre su casa y la fábrica, que están próximas. Y cuando va y viene por el caminito campestre, radiante de sol, en el pecho de los muchachos del barrio desencadena pasiones encendidas la reina del fuego.

Publicada en la revista Estampa (Foto: Marina)

«¿Un rey consorte?»
Cuando estamos hablando con Angelita en la fábrica le han llamado al teléfono.
—¿Quién llama? —le pregunta el patrono cuando ha vuelto.
—Ese pillastre —contesta ella.
Y como eso de que una muchacha llame a un muchacho pillastre es cosa peligrosa... para la muchacha, nos hemos alarmado un poco.
—¿Pero es que ese...?
—Sí, pero reñimos hace días, porque me hizo una charranada. Solo que ahora, cuando ve que me han elegido "belleza del fuego"...
—Se le ha avivado la llama, es natural.
—No me deja en paz en todo el día. Cuatro veces me llamó ayer. Y hoy van ya cinco. Para que la persona que sale al teléfono no deje de avisarme, toma, a veces, el nombre de don José Romeu.
—¿Del presidente de su consejo de ministros?
—Del presidente de la Mesa Gestora de las fogueres, sí señor. Y ahora me decía, fingiendo la voz, que era un periodista que deseaba hacerme una interviú.
—¿Y usted qué le ha contestado?
—Que no concedo más audiencias que las que vengan autorizadas por el señor Romeu.
—¿Será capaz ese señorito —interviene el mismo señor Romeu, presente en la conversación— de venir a pedírmela, después que tan desvergonzado empleo hace de mi nombre?
—Para lo que él pretende, todo sería inútil. Mientras yo sea soberana de Alicante, no daré a mi pueblo un rey consorte.
No lo ha dicho con estas mismas palabras, pero esto es lo que ha querido decir.
Con que tomen nota los impacientes. Pues este año, al menos, la reina del fuego usa coraza de amianto.

Comisión Gestora 1935. Sentado, a la izquierda, José Romeu Zarandieta
(Foto: Sánchez. Archivo Rosita Richart. Reproducida en la revista Estampa)

«En la "cremá" no todo es humo»
Angelita cubre en la fábrica su cabeza con un pañuelo blanco anudado sobre la nuca, para guardar el tesoro de su pelo del polvillo de algodón, que sale de las máquinas cardadoras. La ve uno surgir de entre los telares y tiene que frotarse los ojos, porque allí aún conserva ella su aire distinguido de reina de verdad.
Eso en la foto se le ve. Lo que los clisés no pueden reproducir es la voz de seda —no ya de algodón— con que ella misma nos va explicando lo que son las fogueres de San Chuan.
—Un dineral se derrocha en fuego —me explica Angelita—. Lo menos cincuenta mil pesetas en un día.
—¿Cuesta mucho la construcción de las fallas [era inevitable, en aquel tiempo, que todavía se utilizaran indistintamente los términos falla/foguera para referirse al monumento]?
—Las de Alicante cuestan cada una, por término medio, unas cuatro mil pesetas. Las hay hasta de diez mil.
—¿Cuántas fallas se queman en toda la ciudad?
—Veintiocho. Tantas fogueres como barrios o distritos fogueriles. Veintiocho distritos, veintiocho fogueres, veintiocho bandas de música, veintiocho reinas de barrio, veintiocho mil metros de traca cada uno de los tres días de fiesta, veintiocho comisiones de fogueres, que se ocupan todo el año de prepararlas.
—¿Es necesario tanto tiempo?
—Lo es, porque las fogueres cuestan mucho dinero.
—¿De dónde se saca?
—¿Y de dónde quiere usted que se saque? Del vecindario. El Ayuntamiento concede una pequeña subvención para las fiestas: pero luego son los vecinos de cada barrio los que rivalizan para que su hoguera sea la más vistosa. Nadie deja de contribuir a la suscripción, aunque sólo sea con la cuota de diez céntimos semanales. Y no todo se va en humo, que, aparte de las ganancias que dejan los forasteros, gracias a las fogueres, trabajan estos últimos meses muchos obreros en Alicante.

Comitiva oficial de Les Fogueres poco antes de embarcarse para Orán.
Comisión Gestora —detrás, a la derecha, José Romeu—, Bellea del Foc —centro—,
Damas de Honor, autoridades y acompañantes (Foto: Sánchez. Archivo Rosita Richart)

«¿Paganía o mosquitos?»
Yo podría hacer a Angelita unas preguntas más propias de su condición femenina que las que le estoy haciendo. Pero ya queda dicho que la bellea del foc no es una miss cualquiera, lo bien al corriente que está de los intereses de su pueblo demuestra ya que se halla poseída de la importancia de su cargo.
—¿Sabe usted, Angelita, cuál es el origen de las fogueres de Alicante?
—No es cosa que esté muy clara. Hay quien afirma que la cremá no es más que una variante de la costumbre general, que dicen que es pagana, de encender hogueras en la noche de San Juan. Pero hay también motivos para creer que las fogueres de Alicante tienen una razón especial. Parece que hace muchos años existían por aquí unos pantanos, que a la entrada de la estación veraniega infestaban de mosquitos toda la ciudad [probablemente se trate de las ciénagas situadas en el interior de la actual playa de la Albufereta, antes de su drenaje y saneamiento, y dada la distancia al centro de la ciudad, no parece fiable como origen de esta costumbre]. Para librarse de ellos e imperdirles reproducirse, se encendían por este tiempo grandes hogueras en todos los barrios. Cuando ya no había hierba o matojos que quemar se arrojaban al fuego todos los desechos de la casa. Hasta cuadros, imágenes y trastos viejos [esto sí está descrito en multitud de fuentes, quemar lo viejo, lo inútil, lo roto, lo "malo" en definitiva]. La rivalidad empezaría así en los distintos barrios, y cuando ya no les queda nada inservible, hace cada uno verdaderas obras de arte para arrojarlas al fuego.
—¿Son muchos los talleres que trabajan en la construcción de fallas?
—En Alicante son unos catorce o quince, y el artista propietario de cada uno ocupa en él, de tres a seis meses, a buen número de ayudantes, pintores, carpinteros, armadores, etc.
Angelita nos ha acompañado a visitar algunos de estos talleres.
Todos estaban llenos estos días de esas obras del arte fallero, de dimensiones enormes muchas de ellas. Así, por ejemplo, la de la plaza de la República, que no medía menos de catorce metros de alta por diez y medio de ancha [se trata de la foguera de Gastón Castelló titulada, según su expediente en el Archivo Municipal de Alicante, Estíus antics y moderns, que ganaría el Primer Premio de la Categoría A, y que mediría plantada 16 x 11 metros de base y 13,5 metros de altura].
Cuando esta información se publique en «Estampa» todo ello será ya ceniza.
—¿No les da lástima quemar todo esto, Angelita?
—¡Pchs! Un poco. ¡Pero la cremá es tan bonita! ¿No ha visto usted nunca la cremá?
—No, no la he visto.
—¡Ah!

Foguera Plaza de la República 1935, Estíus antics y moderns (sic),
de Gastón Castelló Bravo, Primer Premio de Categoría A (AMA)

«La información próxima»
No hace muchos años todavía que Alicante celebra con tanto derroche sus fiestas de San Chuan. Se pueden contar por el número de reinas que ha tenido [no es cierto, pues de 1928 a 1931 no hubo Bellea del Foc y sí Fogueres]. Amparito Anerida [evidentemente se trata de Amparito Quereda, cuyo apellido curiosamente también confunden en el mencionado número de Estampa de 1932], Carmen Hernández, Paquita Santos y Angelita Jiménez [se repite el error, Ramírez] se llaman, enumeradas por orden de elección.

Foto histórica publicada en Estampa. De izquierda a derecha: Paquita Santos -1934-,
Angelita Ramírez -1935-, Carmen Hernández -1933- y Amparito Quereda -1932-. (Foto: Marina)

Las cuatro han estado esta tarde en el Club de Regatas, agasajadísimas por su presidente, dejándose hacer unas fotos para «Estampa». Innumerables veces se han recortado sus siluetas airosas sobre las velas de los balandros alocados que las invitaban a marchar hacia Cyteres, por sobre las ondas de su mar grecolatino [Cyteres es una isla ficticia, tomada del poema «Un viaje a Cyteres», contenido en el libro «Las flores del mal» de Charles Baudelaire].
Pero Amparito y Carmen tienen novio. Y para que este detalle las una más a su tierra y a sus fiestas de San Juan, las dos le conocieron con motivo de su elección para reinas del fuego.
Paquita y Angelita —quince años cada una— son dos niñas aún, que no piensan todavía en tener un novio de formalidad.
—Sin embargo —dice Carmen, que es muy graciosa, aparte de lo guapa—, puede ser que dentro de pocos años tengan ustedes ocasiones de hacernos estas mismas fotografías de modo muy distinto.
—¿Cómo?
—Trayendo las cuatro de la mano un racimo de chiquillos.
Les hemos prometido aprovechar la idea, si ellas conservan para entonces el buen humor que tenían esta tarde.


Publicada en la revista Estampa (Foto: Marina)


La Bellea del Foc, destituida

Un caso insólito y único en la historia de Les Fogueres de Sant Joan, prácticamente desconocido para muchos de los que la vivimos. Según contaba Raúl Álvarez Antón en unas notas personales recogidas en el llibret de la Foguera Calderón de la Barca-Plaza de España de 1991, la Bellea del Foc 1935 fue destituida por el secretario de la Gestora, Rafael Richart, «en decisión unipersonal».

Una vez investigado lo que en estas notas explicaba nuestro recordado y entrañable periodista, se puede decir que la historia comienza a finales de 1935, cuando entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre, se celebraba el 35.º Aniversario de la entidad cultural Orfeón de Alicante, que programó unos festivales en su sede, entonces situada en la calle Gerona. A tales celebraciones sería invitada protocolariamente la Bellea del Foc, Angelita Ramírez y, a consecuencia de dicha invitación, se sucederían los hechos que me dispongo a pormenorizar, de la mano, por una parte, de las notas de prensa aparecidas en el Diario El Luchador, y de otra la transcripción de las Actas de la Comisión Gestora, prensa consultada en la extensa hemeroteca del Archivo Municipal de Alicante, que a su vez conserva en depósito las citadas Actas manuscritas.

La razón primera de este conflicto la encontramos en el Acta de la Junta General Extraordinaria del 10 de diciembre de 1935, ya presidida por Ángel Pascual Devesa, en el capítulo de «Ruegos y preguntas»:

Por una pregunta que hace el Delegado de la Foguera Virgen del Remedio y después de varias intervenciones de Delegados, el Secretario explica cuanto ocurrió, o sea, que la Srta. Angelita Ramírez, Bellea del Foc, y la Srta. Victoria Pastor, Dama de Honor, se negaron asistir a la fiesta organizada por el Orfeón Alicante, cuyo encargo recibió de la Presidencia y que ante tal actitud, solo pudo conseguir de dicha Señorita la promesa de que el día de la exaltación para nueva Bellea del Foc, asistirían tan solo a dicho acto y demás a celebrar dicho día; que en vista de esa negativa pudo conseguir que la Srta. Teresa Vicenta Arcas, Dama de Honor, y las Srtas. Lolita Martín y Maruja Giner, Bellezas del Mercado y Díaz Moreu respectivamente asistieran al festival del Orfeón y que estas Señoritas, a su juicio, deben continuar como sustitutas de la Bellea del Foc y Damas de Honor, según su orden en que quedan nombradas.

La Presidencia propone que inclusive este caso y los demás que puedan surgir con referencia a la Bellea del Foc y Damas de Honor, se entienda renuncian a los nombramientos y les sucedan las que sigan en puntuación, así se acuerda, pero además se hace constar que la Srta. Teresa Vicenta Arcas sea la sustituta de la Bellea del Foc y las Srtas. Lolita Martín y Maruja Giner las sustitutas de las Damas de Honor, acordándose también pedir las Bandas a la Bellea del Foc Srta. Ramírez y Dama de Honor Srta. Pastor.

De aquí se desprende el aparente motivo de la destitución, y cómo Teresa Vicenta Arcas, Bellea de la Foguera Plaza de las Monjas, era nombrada Bellea del Foc 1935, y Damas de Honor las representantes de Plaza del Mercado y Díaz Moreu, Lolita Martín y Maruja Giner, respectivamente, si bien lo fueron durante un breve periodo de tiempo, como ahora comprobaremos, pues ya en el Diario El Luchador del 17 de enero de 1936, en su sección De Fogueres, y dentro de la convocatoria de la Comisión Gestora, firmada por el secretario Rafael Richart, a la reunión del día 20 a las diez de la noche, en su Orden del Día aparece en su punto 5.º: «Reclamación de la Bellea del Foc destituida». Veamos lo que ocurrió.

El Luchador, 17 de enero de 1936, página 5 (AMA)

Recoge el Acta de la Junta General de Fogueres de 20 de enero de 1936, en su apartado sobre la «Reclamación de la Bellea del Foc destituida»:

El señor presidente informó de haber recibido en su domicilio particular la visita de la señorita Angelita Ramírez Bellea del Foc 1935-36 que a raíz de la celebración del festival conmemorativo de la fundación de Orfeón-Alicante fue separada del Título que ostentaba. De cuanto expuso le manifestó la presidencia se dirigiese por escrito a la Mesa Gestora y ruega al señor Secretario dé lectura a la carta que se recibió de la referida señorita. También lee el señor Secretario la carta que le escribió la Mesa Gestora.

La presidencia da lectura a una carta que dirige en sentido particular el señor Richart a la Srta. Ramírez, juntamente con la oficial. Y por este motivo la Mesa se pronuncia incompatible con el señor Secretario en el funcionamiento de sus cargos. También se lee otra carta apócrifa en la que Don Rafael Richart, presentaba la dimisión de su cargo, dicha carta no fue reconocida como propia por el señor Richart.

Hace uso de la palabra el señor Secretario y expone que siempre que fue a buscar a la Bellea del Foc para cualquier festival que era invitada, puso reparos. Recuerda el viaje que se hizo a Elda que se negó también y apela al testimonio del Señor Contador. A la velada del Orfeón se negó igualmente, y nunca lo hacía presente en las Asambleas. Pero en una de las últimas sesiones, se preguntó por un señor delegado por qué la Bellea del Foc no asistió como igualmente una de sus Damas de Honor al festival del Orfeón. Explicó entonces los motivos y la asamblea tomó el acuerdo de retirarles las bandas y así se hizo. Se extiende en detalles y manifiesta que presenta la dimisión y abandona el Salón.

Se acuerda el nombramiento de una Comisión para dejar aclarado el asunto que nos ocupa y dar cuenta a la general. Esta comisión la componen los delegados de Pascual Pérez, Sr. Ors, San Fernando, Sr. Sánchez y Benalúa, Sr. Such Roca.

El señor Presidente ruega conste en acta, el profundo dolor que le produce la separación del compañero Richart y la Asamblea se suma a las manifestaciones de la presidencia.

Alfonso el Sabio manifiesta que los motivos de haberse negado cuantas veces fueron a buscarle ha sido por carecer en su casa de comodidades y si se le hubiere pagado las horas de jornada que perdía no habría puesto tantos reparos y afirma que en lo sucesivo irá a todos los sitios que la llamen. El Delegado de Méndez Núñez se lamenta de que no se ocupen de la Dama de Honor. Campoamor hace observar que en la carta que se ha leído de la Señorita Angelita Ramírez, existen algunas contradicciones y ya que el Señor Secretario ha dimitido debe sostenerse el acuerdo tomado en la sesión anterior. Otras comisiones también hacen acertadas manifestaciones pero como quiera que se ha formado una comisión para que intervenga en este asunto, ella pues será la que nos traerá el fallo.

El Luchador, 21 de enero de 1936, página 5 (AMA)

El reflejo en prensa no se hizo de esperar. El Diario El Luchador del 21 de enero de 1936, dentro del amplio artículo titulado «De la fiesta alicantina: La Gestora de "Fogueres" en su reunión de anoche destituyó al secretario y gestionará de la "Bellea del Foc 1935" su reintegración al título», en el apartado «Reclamación de la Bellea del Foc, y destitución del secretario de la Gestora», escribe:

El señor Pascual y Devesa informó de haber recibido en su domicilio particular la visita de la señorita Angelita Ramírez, «Bellea del Foc 1935-36» que a raíz de la celebración del festival conmemorativo de la fundación de Orfeón-Alicante fue provisional separada del Título que ostentaba.

De la información que por la reclamación de la señorita Ramírez se desprende, se deducen pruebas bien claras de que obedeció a una actitud improcedente observada por el Secretario de la Gestora señor Richart.

Con este motivo se promovió un fuerte debate, que terminó con la destitución del señor Richart como Secretario de la Gestora de Fogueres, y con el nombramiento de una Comisión, que en representación de la Mesa Gestora visite a la señorita Angelita Ramírez para darle todo género de explicaciones y rogarle se reintegre a la posesión del Título de «Bellea del Foc» que ostentaba.

Pero al día siguiente, el mismo Diario El Luchador del 22 de enero de 1936, publicaba «Una aclaración: La reunión de la Gestora de Fogueres», con este breve texto:

Hemos recibido una extensa carta del que hasta anteayer fue Secretario de la Comisión Gestora de Fogueres don Rafael Richart, en la que solicita de nosotros una aclaración relacionada con la referencia que de la reunión celebrada por esta Gestora publicábamos ayer y en la que informábamos de haber sido destituido el mencionado señor Richart del aludido cargo de Secretario.

Ruega el señor Richart que hagamos constar que su salida de la Gestora no ha sido por destitución, sino por dimisión voluntaria suya, y con gusto complacemos al solicitante, una vez comprobada la certeza de este extremo que por defecto de información llegó equivocadamente a nosotros.

El Luchador, 22 de enero de 1936, página 5 (AMA)

Con estas controvertidas ambigüedades en el ambiente, llegamos a la Junta General de Fogueres de 18 de febrero de 1936, en la que se aborda la «Elección de Secretario», de la que recoge el Acta:

Seguidamente la presidencia da cuenta a la Asamblea de que durante el interregno de tiempo que la Gestora estuvo sin Secretario, a su instancia había desempeñado dicho cargo Manuel Collía, a satisfacción de la mesa y que para proveer dicha plaza en propiedad se suspendiera la sesión por unos minutos para que la Asamblea proponga por votación a la persona que deba ocupar dicho cargo en propiedad.

Celebrada la votación y leídas las papeletas por la presidencia, dio el siguiente resultado: Sr. Collía 27 votos, Sr. Nicolau 1 voto, Sr. Blanco 2 votos, 30 votantes.

Resulta llamativo el hecho de que Manuel Collía Piqueres hubiera sido presidente de la Foguera Alfonso el Sabio, precisamente el ejercicio cuya representante fuera Angelita Ramírez, la Bellea del Foc destituida. Y en cuanto a este «Asunto Bellea del Foc 1935», como titula el Acta, añade más adelante:

La Comisión nombrada para entrevistarse con la Señorita Angelita Ramírez para aclarar si aquella atendió o no cuantos requerimientos se le hicieron para asistir a distintos actos, da cuenta por boca del delegado de Pascual Pérez de su gestión, manifestando que después de oídas las manifestaciones de la señorita Ramírez, no tuvo más remedio que concederle la rehabilitación después de estudiado el caso detenidamente, por existir algunas razones de índole privada.

El delegado de Chapí, expone que esta señorita ha sorprendido la buena fe de la Comisión y que no deben devolvérselos los títulos quitados. En igual sentido se producen los delegados de Villacampa, Campoamor, Pérez Galdós y Carmen.

Vuelve a insistir el representante de la Comisión, Sr. Ors, de que ellos cumplieron estrictamente el cargo que se les confió, extendiéndose en detalles y sosteniendo que sí debe de ostentar el título.

Después de unas manifestaciones de la presidencia, se llegó a la conclusión de aprobar lo hecho por la mentada comisión.

De todo ello se desprende que le fue devuelto el cetro de Bellea del Foc a Angelita Ramírez, y con este título ha pasado definitivamente a la historia de Les Fogueres de Sant Joan, aunque desaparecería totalmente de la misma durante muchos años, dado que todo parece indicar que, a consecuencia del estallido bélico de 1936 en España, marchó al exilio a México.


Breve y emotivo reencuentro con la Fiesta

Fue el añorado José Ángel Guirao Sánchez, recién aterrizado en la delegación artística de la Gestora presidida por Miguel Díaz Verdú, quien daría con Angelita, invitándole, junto al resto de Belleas del Foc de la historia, a la recepción del 15 de diciembre de 1984 en el Ayuntamiento, y posterior acto de homenaje en el Teatro Principal, con motivo de haber llegado a la Elección número cincuenta de la historia de Les Fogueres. No pudiendo venir en esas fechas, lo comunica por telegrama a la Comisión Gestora y anuncia que lo haría en breve, y Angelita Ramírez cumple con ello y pisa de nuevo suelo foguerer en junio de 1985, desplazándose expresamente desde México con su marido y sus hijos, y recibiendo su particular homenaje el domingo día 16, en el Auditorio de la Explanada, durante el acto de la Entrega de Recompensas, en el que recogió, de manos del alcalde José Luis Lassaletta Cano, la placa conmemorativa que no pudo recoger en diciembre y un ramo de flores. Lágrimas contenidas afloraron a los ojos de Angelita al escuchar los himnos de su fiesta y de su ciudad, a la finalización del acto en su homenaje.

La Bellea del Foc 1935, Angelita Ramírez, con su homónima de 1985, Marisa Negrete
y sus Damas de Honor (Diario La Verdad, 17 de junio de 1985. Foto: Ángel García. AMA)

La noticia del regreso de la ausente Bellea del Foc 1935 por primera vez, después de cincuenta años de ser elegida, fue recogida con grandes titulares en las páginas de la prensa del 17 de junio de 1985, consultada en la hemeroteca del Archivo Municipal de Alicante, tanto del Diario Información —«Homenaje de los alicantinos a la Bellea del Foc 1935»— como del Diario La Verdad —«Homenaje en la Explanada a la Bellea del Foc 1935»—, especialmente en este último, incluyendo una fotografía con su homónima de 1985, Marisa Negrete, y sus Damas de Honor, impresa con bastante mala calidad. Una lástima, por tanto que se trata de la última fotografía conocida de Angelita Ramírez.

A finales de 1999, la Comissió Gestora recién presidida por José Manuel Lledó Cortés, retomando el testigo de José Ángel Guirao convoca de nuevo a las Belleses del Foc de la historia a un acto integrado, como el anteriormente citado, en Fogueres en Nadal, que se celebraría el 20 de diciembre, pero Angelita no acudió. Sin embargo, su respuesta llegaría dos meses más tarde, por carta, y fue la siguiente:

Última noticia de Angelita Ramírez, publicada en la Revista Oficial Fogueres 2002
—el año de la fecha es erróneo, sería el 2000— (Archivo Armando Parodi)

Sin embargo, dos años después, no obtuvimos respuesta de la Bellea del Foc 1935, ni a través de la misiva enviada por la delegación de Bellezas a la dirección que nos remitió en la citada carta, ni a las numerosas llamadas que se le hicieron al número de teléfono igualmente contenido en la misma, de modo que la Revista Oficial Fogueres 2002 se nos quedó incompleta. Faltaba Angelita. Así, la doble página que habíamos reservado para ella quedó vacía, y lo expresamos de este modo en el texto que incluimos:

Lamentamos no haber sabido nada de Angelita Ramírez López, la Bellea que marchó a México. Y el caso es que teníamos sus señas completas, pero todos nuestros intentos de contactar con ella han sido infructuosos. Ni por teléfono ni por carta, ésta enviada con suficiente antelación para que no ocurriera lo que en anteriores ocasiones, hemos obtenido respuesta.

Angelita, si alguna vez este libro llega a tus manos, que sepas que lo hemos intentado, y que completamos esta página con la última noticia que tuvimos tuya, la carta que nos enviaste en febrero de 2000.

Un abrazo, allá donde estés.

Revista Oficial Fogueres 2002 «70 Anys de Belleses: "Vivències"»
(Archivo Armando Parodi)

Como decía en la introducción del artículo, el tiempo y el azar han llenado ese hueco, y aquí queda compartido, para que jamás vuelva a quedar en el olvido, quién y cómo fue Angelita Ramírez López, Bellea del Foc 1935.

(Artículo publicado en el blog «La Foguera de Tabarca»)

 
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