31 enero 2008

LOS COMIENZOS DE LA RADIO EN ALICANTE

¿Recuerdas cuando las familias se reunían en torno a la radio para escucharla juntos?

En cuanto la radio fue inventada, su utilidad fue tan visible que el invento se propagó más rápido de lo que sus ondas lo hacían. Marconi había ideado el primer medio de información de masas instantáneo y realmente efectivo, que permitió inaugurar la era de las telecomunicaciones.
La radio aglutinaba a las familias por las tardes junto en torno a aquél aparato mágico que contaba los partes de noticias, las radionovelas...

Antes de su uso civil, ya se comenzó a utilizar este logro de la tecnología para fines militares. Así, la radio en la provincia de Alicante incluso marcó un hito a escala mundial: el tercer servicio regular de la historia radiotelegráfica mundial, entre Jávea (Cabo de la Nao) e Ibiza (Cabo Pelado).
En el libro "La radio en España (1896-1977)" de Angel Faus Belau en el que se menciona que en los presupuestos del Estado de 1902 aparece una partida dedicada a la instalación de una emisora de Radio que uniera la ciudad de Jávea con Ibiza. y que el autor cita así:

"El comandante Julio Cervera Baviera nació en Segorbe (Castellón) el 26 de enero de 1854. En Valencia cursó estudios de Ciencias Físicas y Naturales e ingresó como cadete de Caballería en Valladolid. En 1878 entró a formar parte de la Escuela de Ingenieros Militares de Guadalajara. Agregado Militar en la Embajada de España en Tánger entre 1888 y 1890, participó también en la defensa de Guamani, en Puerto Rico. En 1901 y 1902 mantiene en funcionamiento emisiones regulares entre Tarifa y Ceuta durante tres meses consecutivos, y entre Javea (Cabo de la Nao) e Ibiza (Cabo Pelado). De este modo, establece el segundo y tercer servicio regulares de la historia radiotelegráfica mundial, después del que Marconi puso en marcha entre la Isla de Wight y Bournemouht en enero de 1898."

En España había emisoras en las grandes capitales y en ciudades de gran poder económico: Madrid, Barcelona, San Sebastián, Oviedo... desde 1924, pero no existía legislación ni reglamentación alguna, por lo que se inauguró el debate de si el Estado debería establecerla como una sociedad monopolística pública (al igual que sucedió con el teléfono) o si deberían permitirse las emisoras privadas.

Un año después de proclamarse la II República, en 1932 se establecía el decreto que permitía la instalación de emisoras locales de poca potencia: una sola por localidad, previo dictamen del Ayuntamiento correspondiente, financiándose mediante ingresos por publicidad (de cuyos ingresos el Estado se llevaba el 20% en concepto de concesión).

Así comenzó la radiodifusión privada en España, y tal fue su acogida que antes de 1936, en España se alcanzaron 68 emisoras privadas, enclavadas la mayor parte en capitales de provincia. De ese grupo de pioneras, cuatro pertenecían a nuestra provincia, que se puso a la cabeza a la hora de impulsar esta nueva tecnología.
E.A.J. 12 Alcoy (Radio Alcoy - 1931)
E.A.J. 31 Alicante (Radio Alicante - 1933)
E.A.J. 45 Denia (Radio Denia - 1933)
E.A.J. 43 Elche (Radio Elche - 1934)
Radio Alcoy transmite desde 1931 en Onda Media, por la frecuencia de 1.485 Khz. Fue la primera emisora de España otorgada a un Ayuntamiento y la segunda a una ciudad no capital de provincia. Igualmente la emisora alcoyana es decana en la Comunidad Valenciana junto con Radio Valencia que fue concebida tan sólo un día antes que la de Alcoy, algo que le confiere el carácter de pionera, del que siempre ha hecho gala Radio Alcoy.
Desde su comienzo se convierte en el acompañamiento cotidiano de los alcoyanos y de los ciudadanos de las poblaciones limítrofes.
En 1962 se asocia con la Sociedad Española de Radiodifusión, casi en los inicios de la Cadena SER, enriqueciendo sus contenidos con una programación de ámbito nacional y fortaleciéndose como empresa que explota la radiodifusión comercial.
En 1968 incorpora la primera frecuencia de FM en estas comarcas, reemitiendo la programación generalista de la OM a través de, en aquellos momentos, la tan innovadora nueva forma de emisión radiofónica. En 1982, incorporarían la radiofórmula "Los 40 Principales", y en 1994, Cadena Dial.

Este es el equipo emisor Marconi 200, primero que tuvo Radio Alicante en su fundación en 1933.

Instalaciones de la popular emisora "EAJ 31 Radio Alicante" en sus locales de la calle Pablo Iglesias. 5 de Enero de 1933.

Radio Alicante fue la emisora decana de la capital. En febrero de 1933 se autorizó a Juan Valero Campomanes la instalación y puesta en funcionamiento de una estación de radiodifusión de pequeña potencia y carácter local. En el año 1955, esta emisora transfería su concesión a la Sociedad Española de Radiodifusión S.A. (Cadena SER).

Una muy joven y bella Marita Gisbert, popular locutora, en los viejos estudios de la SER Alicante, en la calle García Morat.


De izquierda a derecha: María Fernanda Pérez Farach (de voz firme y bien templada), Juan de Dios Aguilar (pieza clave en la historia de la Radio) y Pepe Moreno (el actor que se convirtió en el primer locutor de Radio Alicante en 1933).


Izquierda: Raúl Álvarez "Pepe Varas", transmitiendo una corrida de toros desde la plaza de Alicante, al alimón con Manolo Molés. Derecha: Paco Alcaraz Baró entrevistando al torero Francisco Antón "Pacorro", durante la inauguración de la Peña Taurina de San Blas. Detrás, sentado, el célebre abogado Gomis Iborra.


Izquierda: Una pareja de locutores que hizo historia en Radio Alicante: Raúl Álvarez y María Fernanda Pérez Farach. La imagen es de finales de los años cuarenta.
Derecha: Savia nueva para la primera emisora local: Francisco Aldeguer, Maritona Rogel y Vicente Hipólito. Delante, Marbel Berná Boix.



Izquierda: Curiosa foto en que aparece una variada representación de Radio Alicante. Vemos, entre otros, a Garriga, Lázaro, Raúl, "Paquiro", Víctor Viñes y el maestro Horacio Ronda. Derecha: Juan de Dios Aguilar y José Luís Marchante rodean a Mercedes Vecino y Zulli Moreno. Detrás, Paco Aldeguer.

Poco se sabe de lo que aconteció en la radio en aquellos primeros años, salvo algunos nombres que recuerdan los viejos oyentes o antiguos trabajadores de la radio.
Las primeras voces que pronunciaron el indicativo "E.A.J. 31 - Radio Alicante", en una emisora ubicada en la calle Pablo Iglesias, fueron las de Lolita Latorre y Pepe Moreno. Posteriormente, tendría una emisora en la Calle García Morato, hasta llegar a la que tiene en la actualidad, en Calderón de la Barca.

Radio Denia se inauguró en 1933, cuando se recibió la concesión de emisora local a José Marsal Caballero. Las siglas EAJ45, la identificaban. Era una emisora de onda media con una longitud de 200 metros, una frequencia de 1.500 kilociclos y una potencia de 600 vatios.
Se instaló en la calle La Mar. Maria Marsal, hija del fundador fué la primera locutora del medio. En la inauguración,como no, actuó el Tenor Cortis. Incautada durante la guerra civil, Radio Dénia ya no cesó en sus emisiones bien desde la calle Ramón y Cajal donde empezó a emitirse en FM en 1967,luego Marqués de Campo, donde ahora sigue, pero en el pasaje Palau del Sol.
La Cadena SER adquiere los derechos de emisión en mayo de 1981. En pocos años, la radio de la comarca consolida su posición tanto en el mercado como en las preferencias de los oyentes situándose con una media de 20.000 oyentes en el último año.

Radio Elche, emisora decana de la ciudad, inauguró en 1934 la historia de la radio comercial en Elche, siendo, por tanto, una de las emisoras históricas de la Comunidad Valenciana. A finales de 1995, Radio Elche inicia las emisiones de su emisora de television local, Televisión de Elche, que viene funcionando desde entonces y que recientemente se ha incorporado al proyecto de Localia TV. (Más información sobre su período en FM aquí.)
Así eran los equipos de aquellas primeras emisoras alicantinas. En una habitación, el locutorio. En otra, el imprescindible piano.

Las emisoras en aquellos tiempos eran muy distintas a lo que se comenzó a ver a partir de 1965, tras el mandato de modernización de instalaciones.
En aquellos tiempos, había sobre los tejados un largo cable de unos veinticinco o cincuenta metros de longitud, equivalentes a un cuarto de mitad de longitud de onda en que se emitía, sujeto por sus extremos a dos soportes tubulares apoyados y arriostrados en las terrazas próximas. Esta era la antena de emisión, y la intensidad del campo de radiofrecuencia era tal que en las proximidades de la estación podían oírse las emisiones con sólo descolgar el teléfono o encender el "pick-up" y era imposible escuchar cualquier otra emisora aunque se usara un aparato de radio de gran precisión selectiva.
El fenómeno se producía en un radio de 100 metros, y nadie se quejaba, pues se consideraba natural. Además, la antena servía de orgulloso signo identificativo de la emisora, que se veía desde muy lejos.
La radio estaba en el piso al que entraba por la ventana un cable desde la antena. Era una vivienda en una casa de la vecindad, cuyos habitantes solían ser amigos y admiradores de los empleados de la casa (sobretodo de las locutoras, locutores, actores... hasta que cuando comenzaron los programas en vivo y con público, algún admirador se llevó un chasco al descubrir el auténtico rostro de aquella voz que le había enamorado).
La distribución de las instalaciones solía ser la siguiente: en la cocina estaba el equipo emisor, y por el patio de luces entraba la bajada de la antena; en el comedor había un estudio grande recubierto de cortinas, donde se hacía algo con público y hasta se daban conciertos por algún virtuoso local. En otra habitación estaba el locutorio, separado del control con materiales de aislamiento sonoro.
Durante los inicios de la radio, se identificó más como una manifestación artística que como una tecnología de transmisión de mensajes. Aquellos con inclinación literaria se aproximaban a la radio, viendo en ella una prolongación del teatro, de la narrativa o de la declamación.
En cuanto la radio comenzó a utilizarse para la transmisión rápida de noticias, en plenos tiempos convulsos, se empezó a considerar de un modo entusiasta como un instrumento de poder, con gran alcance entre la población.

En 1936, había en todo el territorio español poco más de 300.000 aparatos de radio, por lo que podemos imaginar la porción que correspondería a Alicante. Los oyentes no debían ser muchos, pero lo que pasaba o se decía en la radio llegaba hasta el último rincón, porque cada uno de los oyentes hacía de repetidor entusiasta para comunicar a los conocidos las últimas novedades, a modo de pionero tecnológico.
La publicidad también era escasa, y se hacía más por amistad que por incrementar las ventas. Había dos formas de ayudar a los gastos de las emisoras: hacerse socio protector o poner un anuncio, lo que venía a tener "el mismo sentido afectivo".
En sus inicios, apenas se emitía unas horas alrededor del mediodía y a final de la tarde. La oferta desinteresada de aficionados al teatro y otras artes para colaborar no era muy amplia, y había que recuerrir a la música para llenar gran parte de la programación.
Esto se hacía con tal minuciosidad que se indicaba el nombre del cantante, el del autor de la obra, el título y en ocasiones hasta la marca del disco, y se decía antes de escuchar el disco y se repetía después de haberlo escuchado (en el argot esto era "anunciar" y "desanunciar"). Los días de San José o del Pilar, había tantos discos dedicados (con sus correspondientes ingresos para la radio) que se volvía un poco tediosa la emisión.
La radio estuvo sometida a la censura y el control desde sus primeros momentos de existencia hasta 1977, cuando la liberalización de la información inició su andadura.
Los más jóvenes no hemos conocido la obligación que las radios tenían de ofrecer a sus oyentes dos raciones diarias de información oficial, retransmitiendo los "Diarios Hablados de Radio Nacional de España", a la que correspondía en exclusiva la información nacional e internacional.
Es muy destacable que en el año 1969, Radio Alicante recibió un duro expediente "por difundir durante los días 14 al 21 de Junio noticias relacionadas con el Apollo XI, cuya exclusividad quedaba reservada a la Radio Nacional de España". A pesar de lo relevante de este acontecimiento (más por lo social, científico y cultural que por lo político), aquí el Estado también quiso controlar la información. Lo que ocurrió es que a RNE le fallaron las conexiones desde Cabo Cañaveral y la cadena SER fue la única radio que retransmitió para toda España la salida del cohete que llevaría el hombre a la Luna.

Reportaje especial publicado en 1984, mostrando la cara oculta de Radio Alicante. En una de las imágenes aparece el conocido locutor Vicente Hipólito.


Estas eran las programaciones que se publicaban en el Diario Información en el año 1952, donde se detallaban los programas y contenidos de la emisión de cada día.

Reportaje sobre Radio Alicante y sus tres primeros locutores: José Moreno, Lolita Latorre y Antonio Vilaplana.

Vicente Hipólito, un gran comunicador.

Como todos sabemos, a pesar de la irrupción de las nuevas tecnologías, la sociedad sigue conviviendo con la radio de un modo activo y útil, manteniendo este medio en vigor y en constante actualización. Hoy el sonido característico no es el ruido que oíamos al girar la rueda para sintonizar, hoy es limpio y digital, y llega incluso por internet y en formato selectivo, para ser escuchado cuando uno desea. Pero sigue siendo radio, la misma compañera que durante años ha ambientado cocinas, bares, autobuses, hogares... la misma que nos ha contagiado melodías pegadizas de anuncios de comercios locales, la misma que desde el exilio lanzó mensajes de esperanza a los españoles durante décadas.
Los primeros programas de radio fueron como mensajes en botellas lanzados al mar, desconociéndose si alguien llegaría a oírlos. Pero era tal la confianza en esta revolución, que con tesón y trabajo comenzó a tener oyentes, hasta convertirla en amiga inseparable de muchos.
Ojalá podamos seguir ampliando esta información, para crear un homenaje merecido a la radio alicantina.

Fuentes:
- Artículo "Apuntes sobre la radio en Alicante", de Antonio Serrano Agulló
- Historias de Radio y Alicante, Tirso Marin, Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, 2004
- La radio en España (1896-1977), Ángel Faus Belau

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LOS PIRATAS ABORDAN EL CASTILLO.... ¡AL ATAQUE!

El robo de la enseña nacional del Castillo de Santa Bárbara en Alicante y su sustitución por una bandera pirata por parte del grupo Luther Bliset para mostrar «el verdadero estandarte de los dirigentes de este territorio» ha puesto en cuestión la seguridad en la fortaleza. El Ayuntamiento lo ha denunciado.
REDACCIÓN El robo anteanoche de la bandera española en el Castillo de Santa Bárbara y su sustitución por un estandarte pirata ha puesto en entredicho la seguridad de la fortaleza, donde se encuentran varias antenas que dan servicio a Alicante.
En la madrugada del martes al miércoles un grupo que se hace llamar Luther Blisset -como el colectivo de artistas, colaboradores de revistas culturales y activistas que se hicieron famosos la década pasada en varios países asociados con movimientos alternativos de izquierda- robó la bandera e izó la pirata en su lugar. El cambiazo fue detectado a primera hora de la mañana de ayer por los funcionarios, que retiraron la enseña y posteriormente la sustituyeron por otra española nueva, puesto que sólo quedaba un trozo de la que habían sustraído.
Paralelamente, el colectivo envió a los medios de comunicación un correo electrónico remitido por Luther Blisset reivindicando el "secuestro de la bandera" y apuntando que la habían sustituído "por la que creemos que es el verdadero estandarte de los dirigentes de este territorio. La bandera pirata".
"El Pueblo, ante continuas agresiones y vejaciones contra el territorio, sus agentes y su cultura por parte de los intereses empresariales afines a nuestros representes políticos, dice: Basta ya de especulación inmobiliaria, de gastos en infraestructuras innecesarias; de represión social; de prohibiciones culturales; de privatizaciones que benefician sólo a unos pocos; de favoritismos de amigos en asuntos de todos; de promoción del transporte insostenible y de políticos corruptos", manifiesta el colectivo.
El grupo reivindica el diálogo con los movimientos sociales en cuanto a movilidad, memoria histórica, cultura de base, ecología, entre otros, y los contrapone a los "intereses de las élites dominantes".
Asimismo, en su escrito critica diversas actuaciones urbanas y advierte de que, si no se responde favorablemente a sus reivindicaciones, "nos veremos obligados a dirigirnos al Defensor del Pueblo Europeo para que decida sobre el futuro de la bandera, ya que aquí no tiene lugar".
Este incidente no es el primero de este tipo que sucede en el Castillo, pues cabe recordar que el pasado mes de septiembre, cuando técnicos de una empresa contratada por el Ayuntamiento fueron a descolgarse por la Cara del Moro para fotografiar las grietas existentes, se sorprendieron cuando una persona apareció en lo alto de la fortaleza con una bolsa tras haber trepado sin ningún tipo de medidas de seguridad.
"Ha sido una gamberrada"
El concejal de Cultura y responsable del Castillo de Santa Bárbara, Miguel Valor, restó importancia a lo sucedido en la fortaleza y calificó el acto de instalación de la bandera pirata de una "gamberrada".
El edil del PP indicó, no obstante, que el Ayuntamiento ha presentado denuncia en Comisaria por el robo de la enseña nacional, aunque indicó que los autores de los hechos rompieron la bandera, ya que parte de la misma apareció junto al mástil. Valor añadió que se ha tenido que instalar una enseña nueva. El edil insistió en que la bandera pirata no la ha visto nadie ondeando en lo más alto del Benacantil, ya que fue retirada muy temprano.
Sobre la seguridad del Castillo dijo que hay un sistema de control pero añadió que "el Castillo es muy grande".

Fuente: Diario Información de Alicante

AYER COMO HOY

Cuando el Diario Información sacó el coleccionable "Postales, En la Historia de la Provincia de Alicante" lo primero que hizo mi padre fue ir a comprar carretes de foto (en aquella época las tarjetas de memoria no eran ni proyecto) Enseguida pensó que lo ideal sería poder comparar las postales con fotos hechas por él mismo. Así que dicho y hecho se puso manos a la obra y con la cámara en una mano y las postales en otra hizo cientos de fotos en los distintos puntos de Alicante para poder hacer su "proyecto"
Hoy me presento como nuevo corresponsal de esta fantástica web. Mi nombre es Angel L. Valero, hijo de dos benaluenses, alicantino de cabo a rabo, amante de mi ciudad y, gracias a mi padre, amante de la fotografía. Intentaré aportaros muchas fotos, de antes, de ahora y, como en esta ocasión, de antes y ahora.
En las siguientes fotos podeis ver el antes y el después de Alicante, espero que las disfruteis.

Alfonso El Sabio. Arriba tenemos un Castillo que no está tapado más que por frondosos árboles. La palabra carretera no entraba en los planes de la gente que merendaba sentada en el suelo o en la de los niños que jugaban bajo los árboles. Puertas abiertas con las típicas persianas que hoy sólo se ven en los pueblos, muy lejos de lo que es ahora una de las arterias principales de nuestra ciudad. Bajo tenemos ya la Avda. de Alfonso el Sabio con el Banco de Alicante en primer término (ahora creo que es un hotel) El parking ya estaba hehco y no hay tráfico porque mi padre tenía libres los domingos y como los domingos tocaba paella, se iba muy temprano a hacer fotos. Es curioso lo que podemos leer en el cartel que hay en la farola de la izquierda "El pasado visto desde el futuro"

Alfonso el Sabio, de nuevo. Arriba podemos observar, en primer plano, el Mercado Central y lo que era el Salón moderno. Caballos y coches típicos de los 30 e incluso se ve el Benacantil sin hormigón. Es un Alfonso el Sabio con más movimiento que en la anterior foto. Bajo tenemos prácticamente la misma instantánea solo que no hay caballos, hay furgonetas y autobuses y, de nuevo la calle vacía... había que preparar esa paella. Tan solo queda en pie el Mercado Central, todo lo demás es historia, aunque en el edificio que hay a la derecha del Mercado hayan intentado hacerlo similar al que había.

Portal de Elche. Esta foto la elijió porque mi padre trabajó muchos años en el Banco Popular que hay en la Rambla. En la izquierda podemos ver el edificio original, probablemente eran viviendas. A la derecha tenemos el mismo edificio, ya restaurado y convertido en la Oficina Principal del Banco Popular Español. Tamién podemos ver un edificio con antenas de telefonía y un establecimiento de comida rápida.... pero eso es otro cantar.

Valor. Arriba tenemos el Hotel Samper. Observamos que no era peatonal. Bajo tenemos el Casino de Alicante. Creo que no es el mismo edificio, pero al menos es de los pocos que guardan la estética de la época.

Doctor Gadea. Arriba podemos ver la casa de las Brujas y un Paseo de Doctor Gadea muy similar al actual, de no ser porque no tenía asfalto y había menos carretera.... Palmeras más frondosas y la foto también se debió hacer un domingo porque no hay ni dios.... Bajo tenemos exactamente el mismo ángulo sólo que los edificios ya no proyectan la sombra de los árboles porque tapan el sol.

Doctor Gadea. Arriba es espectacular la maravillosa estampa de las palmeras.... y un buen puñado de gente pasando el domingo. Bajo las barandillas recuerdan al paseo de antaño, las palmeras son más altas y tienen menos rama.

Mercado Central. Arriba tenemos la Plaza de Abastos con gran actividad en lo que podría ser una mañana típica alicantina. Bajo vemos la misma estampa (de nuevo con las palmeras más altas... cómo pasa el tiempo) eso si, con algún que otro semáforo más y algún que otro cable más. El Mercado Central es uno de nuestros edificios históricos más emblemáticos de la ciudad, yo le tengo mucho cariño. De ese mercado salen unas paellas muy, pero que muy buenas.

Rambla de Méndez Núñez. Arriba se ve el paso elevado de la Rambla antigua y la gran actividad que tenía la Plaza de Castelar. Bajo podemos ver la gran urbe actual con el edificio de la Consejería al fondo... en días laborables también tiene mucha actividad... no cómo la de antaño, pero también hay movimiento.

Esplanada. Aqui tenemos la prueba más clara del cambio de Alicante. Mientras que arriba podemos ver el techo del edificio que había en el Paseo de los Mártires con una gran terraza en la parte de bajo, en la imagen de bajo tenemos un edificio que hay junto al Gran Sol (Antiguo Hotel Samper), donde el objetivo sólo puede captar 6 pisos.

Y esto es todo de momento. Una buena mirada al presente a través de las fotos del pasado. Y es que, ayer como hoy, la mejor forma de explicar el presente es conociendo nuestro pasado.

EL HUNDIMIENTO Y LA RESTAURACIÓN DE LA EXPLANADA

Impactante imagen del Pavimento de la Explanada hecha añicos.

Recuerdo que, siendo muy pequeño, a principios de los 90, cuando bajaba a la Explanada a pasear, el suelo era ondulante (pero no por su dibujo precisamente...) y estaba comenzando a hundirse peligrosamente. Fue ahí cuando supe que bajo el suelo podía haber agua, y que la Explanada estaba ganada al mar, por lo que la tierra estaba mojándose por debajo.
Todo parece muy sencillo ahora, pero cuando uno es un niño, sólo puede comprender esto al imaginarse haciendo hoyos en la arena de la playa y tirando cubos de agua al lado. Al final, las paredes ceden y se va cayendo todo por la filtración del agua.

Aquello era escandaloso, y el paseo emblemático de Alicante requería de una urgente reparación.
En este artículo ya contamos la historia de la Explanada, y hoy, contaremos cómo se recuperó para asegurar su estabilidad, en una obra sin precedentes en la ciudad, que destruyó necesariamente el pavimento original para poder reconstruirlo posteriormente.




El proyecto inicial, entregado al uso público en 1959, fue sufriendo un deterioro considerable con el paso del tiempo: hundimientos y roturas del firme convertían el paseo en un riesgo seguro de tropiezo. Esto llevó al Ayuntamiento, en 1988, a ordenar una investigación del subsuelo (algo impensable en los tiempos en que se proyectó el paseo).
Se hicieron 13 sondeos de extracción de muestras del terreno bajo la Explanada, y las conclusiones tras analizarlos fueron muy claras: el suelo inferior estaba formado por una capa de rellenos (principalmente arenas con algas) de espesor variable entre 17 metros en la Plaza del Mar y 6 metros en el Monumento a Canalejas, que se apoyaba sobre un estrato duro, calizo o margoso. Estos rellenos provenían de los escombros del derribo de las murallas litorales a finales del Siglo XIX, con los que se amplió la ciudad hacia el mar.


La explicación al hundimiento es sencilla: la filtración de de las aguas del mar, de las lluvias y del riego hacía que las partículas más finas de arenas se arrastraran haciéndolas deslizar como un lubricante entre el resto, llevándoselas al mar. Esto se combinaba con la descomposición de las algas, y acababa convirtiéndose en un terreno repleto de poros y huecos, por lo que la compresión de la capa superior del pavimento iba haciendo que éste descendiera, como quien aprieta un bizcocho.

La solución era difícil. O se acometía una gran obra, o ninguna obra podría reparar el desaguisado. En 1990 arrancó el proyecto para salvar y perpetuar al futuro este símbolo de la ciudad. Se aprobó definitivamente en 1991 siendo alcalde de Alicante Ángel Luna González, y se finalizó en mayo de 1993. La solución técnica que se escogió fue la más eficaz y segura: una operación de micropilotaje. El suelo se levantaría, y se apoyaría sobre una losa de hormigón; esta losa, se apoyaría mediante numerosos pilotes de hormigón en el estrato profundo ubicado a gran profundidad.

Volvamos con ese "bizcocho blandito" que era el terreno, y supongamos que está apoyado sobre un plato (la roca ubicada a gran profundidad). Si queremos colocarle algo sólido y pesado encima (el pavimento de la explanada) apoyándolo, se hundirá y se chafará, dando al traste con nuestro paseo. Lo que haremos será clavar un montón de "palillos" que atraviesen el bizocho y transmitan el peso directamente hasta el plato, por lo que el terreno permanecerá estable, y el paseo, apoyado de un modo seguro sobre un soporte resistente.


Proceso de hincado de los pilotes en el terreno. En la foto de la izquierda, el alcalde Ángel Luna observa el avance de la obra.

El proceso de renovación requirió la rotura de todo el pavimento de teselas de mármol, pero se respetó escrupulosamente la situación inmediata anterior al reconstruirlo, de manera que con la obra terminada, se reprodujo con exactitud.
Las únicas diferencias fueron a la hora de construir el pavimento, que se preparó en taller con unos moldes, llevándolo luego a la obra por ondas, en lugar de montar tesela a tesela todo el paseo in situ.
Las ondas se crearon pegando en la cara oculta del mosaico una malla textil que recogía todas las piezas. Después, al colocarla, se recibía sobre una capa de gravín y mortero en el forjado, para después unirlas con un mortero coloreado.

Para evitar fisuraciones por dilataciones térmicas (es un pavimento expuesto al sol), se dejaron juntas de dilatación en la losa del forjado cada 40 metros, con la singularidad de reproducir la forma de las ondas superpuestas y coincidir con la línea de cambio de color. Las juntas en la misma superficie se hicieron entre onda y onda, del mismo modo que hicieron los constructores de los años 50, pues era preferible una microfisuración en las uniones a tener grandes y gruesas juntas repartidas por el paseo.

Se mantuvo hasta el bordillo preexistente de piedra, previo relabrado, así como el pavimento de las zonas de acceso de los extremos: placas de mármol crema marfil.
En la operación se aprovechó para renovar el alumbrado, y se dejó paso para una futura red de riego por goteo en los jardines.
Como curiosidad, diremos que los pilotes tienen una resistencia superior a las 100 Toneladas de compresión (cuando lo máximo que podrían recibir son 32 T.)

A pesar de garantizar la estabilidad y horizontalidad del paseo alicantino, el propio material del que está hecho el pavimento impide que esté siempre perfecto, ya que el mármol tiene una resistencia limitada a los agentes atmosféricos, y por tanto, un desgaste progresivo y desigual (más acusado en el mármol negro). Sin embargo, esto no justifica que el paseo presente hoy partes levantadas con pérdida de teselas, agujeros, parches... debidos a un mal mantenimiento.
Las características del mármol requieren que se programe un pulido cada 10 años, y se estima la vida de este pavimento en un intervalo superior a los 50 años, transcurrido el cual, deberán volver a ser sustituidas los más de seis millones de teselas multicolores.

30 enero 2008

LA EXPLANADA: UN PASEO POR SU PASADO Y SU PRESENTE

"Alicante es una ciudad que parecía ofrecer su cuerpo al descuido, tendido hacia el interior, en la sombra, presentando su rostro al sol, apoyado en sus dos brazos, mirando al mar. El paseo de palmeras es su rostro y constituye al visitante su goce y tranquilidad; estar en Alicante es estar en la Explanada. Alicante vivía para ser la Explanada, para estar sentado allí"
Juan Gil Albert


 
«El entusiasta patriota don Salvador Barberá, continuando la costumbre de otros liberales desde 1845 de honrar la memoria de los mártires, arrojó en la glorieta que daba frente a la calle de Bilbao, en el entonces recién construido Paseo de Olalde, varios ramos de flores y algunas coronas, fijando en medio un listón de madera con una tablilla al final de la que aparecía escrito: "Paseo de los Mártires de la Libertad"
Francisco Montero Pérez, en marzo de 191



La Explanada de España, antiguo glacis defensivo de la ciudad y protegida por el baluarte de San Carlos, desarrolló su importancia actual en el siglo XIX.

Cafés, fondas, hoteles y establecimientos para armadores de buques, animaron la vida de este lugar.
No obstante, en ella ocurrieron momentos muy desagradables, que os relataremos a continuación.

Lo que antaño fue el Malecón de Alicante, y de acuerdo con los planos del arquitecto municipal José Guardiola Picó, se realizó una explanada, con algunos jardines, gracias a la iniciativa del gobernador civil, Perfecto Manuel de Olalde, y del alcalde constitucional Juan Bonanza Roca. Su nombre primitivo fue ese, "Paseo de Olalde", en honor a dicho gobernador.

Era el año 1830, y las autoridades por fin quisieron poner un poquito de orden en Alicante. Hubo un poco de casualidad, ya que se encontraron que al nivelar los terrenos del muelle de carga, quedaba un espacio junto al puerto que no iba a ser utilizado. Por ello, decidieron dejar ese espacio como simple paseo.

El primer templete de la Explanada
Saltamos luego al año de gracia de 1868. Tras la septembrina, la Junta Revolucionaria de Alicante, bajo la presidencia de Tomás España acordó «poner al indicado sitio el nombre de "Paseo de los Mártires de la Libertad", sancionando así legalmente la denominación que le puso el precitado patriota Salvador Barberá».
 
Como se recordará, en 1844, en el Malecón, fueron fusilados veinticuatro de los más activos participantes de la rebelión progresista, entre ellos el ya casi mítico coronel de carabineros, Pantaleón Boné.

De forma que los terrenos escabrosos e irregulares comprendidos entre la actual plaza del Mar hasta el antiguo fuerte de San Carlos, a la altura de la plaza de Gabriel Miró, se han rotulado sucesivamente Malecón, Paseo de Olalde, Paseo de los Mártires y finalmente Explanada de España.
 


Un espacio con mucho de escaparate y más actividad mercantil y de historia de nuestra ciudad. Agatángelo Soler, siendo alcalde, llevó a cabo la pavimentación de mármol de distintos colores de la Explanada, en los años 1958 y 1959. Pavimento, deteriorado después de siete lustros, que otro alcalde, Ángel Luna, restauró.


Las cuatro filas de palmeras de las que se compone la Explanada han constituido un verdadero problema para su conservación desde sus orígenes. Las grandes y robustas raíces curvaban en forma de auténticos badenes el pavimento tricolor y, si se les dejaba algo más de tiempo, lo acaban quebrando ineludiblemente. Esto llegó a crear un absurdo debate de si se debería probar otro tipo de decoración vegetal, para eludir el trastorno que ejercían las palmeras. Creo que aún hoy hay gente que se sigue riendo de la descabellada propuesta…

 
¿El más importante paseo alicantino sin palmeras?
Ni en broma. Como quitarlas no era una opción, cada cierto número de años se debía levantar las teselas estropeadas, recortar y pavimentar de nuevo. No había más remedio. Nuestro gran paseo requería lavadas de cara para seguir luciendo con esplendor.

La Explanada mide alrededor de medio kilómetro de longitud, que parece alargarse medio más a través del Parque de Canalejas. El verdadero punto fuerte de este paseo no son sus palmeras, ni su cercanía al puerto, ni sus vistas, ni los peculiares edificios que la acompañan, ni terrazas…
No. Lo que verdaderamente hace especial este paseo, es su suelo.Un maravilloso mosaico de alrededor de 6 millones y medio de teselas cuadradas de una medida aproximada de 4 x 4 centímetros y de tres colores: Rojo Alicante (grana apagado, manchado en suaves blancos). Crema marfil y Negro Marquina (negro azulado). Este mosaico imita las olas del Mar Mediterráneo, tan unido a Alicante en absolutamente todo.

Sus vistas son impresionantes, únicas y espectaculares: al norte el Castillo Santa Bárbara, al este el Puerto Deportivo y el Puerto Mercante de Alicante, al sur el Parque Canalejas (un paseo en donde apenas entra el sol, gracias a los enormes ficus centenarios) y al oeste la Casa Carbonell (motivo de adoración por sus cúpulas apuntando al cielo).

Una curiosidad. Tal fue y es la fama de este paseo que aparece en una de las estrofas del Himno de Alicante: "És la millor terra del món, així un poeta 'eu' va dir. 'En' el passeig del Malecó no haurà qui puga competir"

El Monumento a los Mártires de la Libertad, hoy totalmente desaparecido.

La verdad es que los alicantinos no concebimos la ciudad sin ella; sin sus puestos, sus sillas, y su mosaico que enamora. Es necesaria, al mismo tiempo que original, genuina, espectacular, admirable, vistosa, brillante y sencilla. Ni más ni menos que como somos nosotros.


Ahora os dejamos unas cuantas fotografías de la Explanada en la actualidad. Esperamos que os gusten

La Casa Carbonell, una de las muchas imágenes representativas de nuestra ciudad

En la actual fuente de la Plaza Puerta del Mar (aséptica escultura de nuestros días), 
estuvo antaño el Monumento a los Mártires de la Libertad.

Cúpulas al cielo; la Casa Carbonell levanta sus armoniosas moles 
en plástica conformidad con los estilos de la época en la que se construyó

La Casa Lamaignère...; la eterna olvidada. Siempre se ha dicho 
que no es facil convivir junto a una obra maestra.

Su aspecto tricolor; sus formas que simulan el oleaje del mar... 
¿Quién no ha saltado, de niño, entre ola y ola?

La cámara anónima de los entrañables fotógrafos ambulantes alicantinos: 
la familia Cortés, Leandro, Pepe "Linares", Pedro Macía, "El Abuelete".... 
Sus descendientes, aún hoy usan las mismas cámaras 
y son igual de encantadores que antaño.
La instantánea que, desde Alicante Vivo, deseamos que no cambie nunca: 
nuestros mayores reunidos en cordial convivencia, hablando y recordando 
tiempos pasados. Sólo por ellos y para ellos.... La Explanada


Esculturas y "el templete" de música. Aunque originalmente se llamó Auditorium, yo lo llamaba de muchas formas: la concha, la caracola.... ¡qué más da! Su imágen siempra va unida a una bolsa de pipas, un cucurucho de chufas, un trozo de coco fresco y la banda de música sonando entre las palmeras.

La nueva disputa; estamos destinados a quejarnos... Mucha gente piensa que
 los puestos de los "hippies" no deberían estar allí. Yo, en cambio, pienso todo lo contrario: 
creo que otorgan a la Explanada el encanto del pequeño comercio artesanal.

Hay personajes de Alicante de los que es inevitable hablar cuando se habla del alicantinismo auténtico y renovado, uno de ellos es D. José Luis Lassaletta Cano, alcalde que fuera de nuestro Ayuntamiento y, aunque parezca increible hoy en día, también amante de su ciudad. Así en las "Monografías Alicantinas" que editara el mismo Ayuntamiento de la ciudad allá por 1990, aparecen dos monografías dedicadas íntegramente a la Explanada y escritas por José Luis Lassaletta. De ellas entresacamos las siguientes frases:
"Difícilmente se puede hablar de Alicante sin identificarla inmediatamente con la Explanada. Lo mismo que Madrid es La Puerta del Sol; París , la Torre Eiffel; Niza el Paseo de los Ingleses, y Barcelona, las Ramblas; Alicante es la Explanada. La Explanada como vivencia, como ilusión, como vida cotidiana, como recuerdo de niño, de joven y como sueño de futuro. (...) Sin faltar al rigor histórico, voy a plasmar aquí un canto a la ciudad, a los pequeños recuerdos y las grandes vivencias: el barquillero, los bailes típicos y el "cara al sol" sonando en los altavoces del circuito perifónico. Caruso cantando con su voz rota y adentrándonse en las cafeterías del paseo, en los años 40 las chicas paseando por un lado y los chicos por otro".


El gran Caruso




Y los viejecitos de aquí al principio y ahora de todas las partes de España, tomando el sol durante casito todos los días del año. Y los domingos, al mismo tiempo que se toma el sol escuhando a la Banda Municipal (...) Y también Machín cantando en las aceras , la traca rápida mientras los jóvenes corren debajo de ella, los premios de Hogueras bajo el ardiente sol de junio , el desfile militar en honor de la República a los pocos días de haber sido proclamada. José Antonio a hombros de falangistas camino del Escorial, la manifestación del 1º de Mayo de 1979 con la Corporación Democrática al frente. Y los ninots de hogueras colgados de las palmeras en 1932".

Esas mismas teselas que simulan el mar y que tantas veces hemos pisado tu y yo, lo fueron antes también por ilustres de todos los rangos y condiciones, digamos que era y es visita obligada para todo aquel que viene a Alicante.
Y en esta nómina de ilustres que han pisado nuestra Explanada cabe citar desde el Rey Alfonso XIII, que lo hizo en dos ocasiones, el presidente de la República Niceto Alcalá Zamora, La reina Isabel II, El Rey Juan Carlos I , también en dos ocasiones, actores (Sara Montiel en sus Noches de Casablanca, escritores (Ernest Hemingway, Mario Benedetti, García Lorca), pintores hasta, como ya se ha dicho El Gran Caruso y sus medallas, Antonio Machín, Charlotiu, el vendedor de oro y su maletín de alhajas, el puesto de postales y molinetes, el vendedor de globos que, nuestro querido Negre Lloma, y tantos y tantos otros.

Charlotiu (el hombre bala)

Tampoco se puede hablar de la Explanada sin mencionar sus terrazas, las de antes, y , porqué no las de ahora y las que han sabido mantenerse.

Tomarse una horchata en El Peret viendo pasar la gente, después de un buen arroz en el restaurante La Goleta (quizás el comercio más antiguo de la Explanada, establecido en ese mismo lugar en 1950 por la familia Vidal), luego una copa o lo que se preste.
Es sin duda la Explanada uno de los lugares más visitados por "gentes de aquí y gentes que aquí os ganáis la palabra" como dijera Enrique Cerdán Tato. La feria anual de Artesanía y la modesta feria del libro, modesta pero nuestra y del libro, todo ocurre en la Explanada, aunque, queridos amigos, en ocasiones las falsificaciones de Thous, Nike y Adidas, los perritos chinos, los manteros competidores de El Corte Inglés, no nos dejen ver el suelo y conviertan este paseo en un verdadero hormigueo de un día cualquiera.
Por cierto, y casi se me olvida, no es casualidad que el paseo de la playa de Copacabana y el de la Explanada sean tan parecidos, aquella es una copia de la nuestra. Pero para mosaico marino el de Alicante, a pesar de las brasileñas.



La explanada brasileña, el paseo de Copacabana. 
Ambas inspiradas en la Plaza del Rossio de Lisboa

Nuestra Explanada, vista desde el Gran Sol


JUAN JOSÉ AMORES y DANIEL MOYA

 
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