30 abril 2012

EL GRAFITI ASCIENDE A LOS ALTARES

 Durante toda esta semana se han hecho eco en diferentes medios informativos de todo el país de una noticia muy llamativa. Se trata de la decoración a base de “spray” de una iglesia de Barcelona. Se trata de la Iglesia de Santa Eulàlia en L’ Hospitalet de Llobregat. ¿Y qué tendría qué ver esto con nuestra ciudad? Pues ambos grafiteros viven en Alicante y además el proyecto lo elaboraron conjuntamente con un historiador de arte también alicantino. 

 Los dos grafiteros son “House”, madrileño afincado en Torrevieja y Rudi, cacereño que vive en la localidad de El Campello. Ambos tienen una dilatada carrera en este mundo del grafiti y en nuestra ciudad y provincia tenemos ya una serie de murales suyos en los que se aprecia una gran calidad. Para poder disfrutar de algunas de sus pinturas no hace falta irnos hasta Barcelona, pues en el Boulevard del Plá hay una fachada pintada por Rudi (Café Bubyston) o en El Campello donde hay una serie de murales entre los que destaca el impresionante mural dedicado a las fiestas de “moros y cristianos”, relizado también por Rudi.

 
Moros y cristianos. El Campello

Es un artista que se ha tenido que mover por todo el territorio nacional e incluso en el extranjero. Otro singular ejemplo sus pinturas es la decoración del parador de Zamora donde realizó una interpretación propia del cuadro de “Las Meninas” de Velázquez. 

Pero sin duda el encargo más extraño de su vida le llegó este año cuando el párroco de Santa Eulalia en L’ Hospitales de Llobregat le pidió presupuesto. Se vio sorprendido y tuvo que recurrir al asesoramiento de un historiador de arte que le pudiera explicar todas las características de la pintura románica (porque el cura quería que fuese imitando ese estilo). Para ello eligió a Vicente García Blay, un estudiante de historia del arte alicantino. Se pusieron como ejemplo los frescos de Santa María de Tahull y desde ahí comenzó a formarse esta idea que ha quedado plasmada por el spray en la iglesia de Santa Eulalia. V

icente les realizó un programa iconográfico en el que se detallaba todas las cosas que ellos habían decidido pintar y el porqué de la aparición de diferentes símbolos que dieran sentido a la obra. 

La idea ha tenido mucho éxito y realmente es algo que tiene que ser aceptada. Podría parecer en un principio que se pudiera convertir en un centro de críticas por lo arriesgado de la obra y su entorno. Pero todo lo contrario, Vicente defendió la idea de que “cada estilo a su tiempo” y lo que está en estos momentos de moda es el arte del spray. Cierto es que adaptado al estilo románico pero con una nueva técnica que, como hemos visto y se está comprobando, Rudi y House la dominan perfectamente. 

Eso habla mucho de la genialidad de los dos artistas. Acostumbrados a pintar letras (grafías, de ahí la denominación de “grafiti”) han tenido que adaptarse a este nuevo reto que han acabado dominando perfectamente. Sus bocetos, también hablan mucho de su habilidad a la hora de dominar el arte de la pintura, los cuales fueron elaborados en cartulinas de tamaño estándar con pinturas convencionales. Esto dice mucho del dominio a la hora de dibujar de estos genios del arte urbano. Parece que cojan el spray y pinten en una pared lo primero que se les venga en mente, pero no es así pues requiere muchas horas de diseño y trabajo constante que no se valora, pues el espectador solo suele fijarse en el resultado final. 

Una vez realizados y aprobados los bocetos y el resumen de los elementos iconográficos faltaba la tarea más complicada y que demuestra la calidad de las manos de estos pintores. Hasta ahora estaban acostumbrados a las pinturas en murales lisos, paredes rectas, alguna que otra vez han pintado alguna esquina…pero ¿cómo iban a ser capaces de corregir las deformaciones que se producen en las figuras por la curva del cuarto de esfera del ábside? 

Efectivamente, es una tarea muy difícil. Pero Rudi y House se esmeraron al máximo y han conseguido corregir esa deformidad. Para ello pintaron las bases, el diseño en el ábside y poco a poco han ido adaptando cada contorno, cada postura, cada personaje y sus ropajes a la curva de tal forma que, concluida esa parte, no se aprecia ningún signo de deformación. El impacto visual es perfecto. 

Otro de los problemas con los que se encontraron fue con el de dar forma a los rostros. Rudi es un pintor muy expresivo en los rostros que realiza. En el románico tanta expresividad no existe por lo que tuvo que hacer varias correcciones (sobre todo de los ojos) para poder llegar hasta la poca expresividad del románico. En una conversación con Vicente afirmaba Rudi que para él “era más difícil hacer rostros inexpresivos que los cargados de emociones”. Pero finalmente dio con la clave y consiguió su objetivo. 

Los trabajos de Santa Eulalia en L’Hospitalet de LLobregat terminarán en el mes de junio ya que ahora han tenido que dejar las tareas a medias por la agenda de la iglesia. 

Para ellos es muy importante la diferencia entre el arte urbano y el vandalismo, ya que el segundo ensucia el nombre de muchos artistas como ellos. Esperemos que a partir de ahora se valore más el trabajo de estos artistas, sobre todo en los sitios en los que han decidido instalarse en nuestra provincia y que nos deleiten con sus pinturas también en nuestra ciudad. 

Aquí podemos ver algunas de las obras Rudi y House en Alicante.

 
Avinguda de la Generalitat (El Campello)






El Vincle  (El Campello)

20 abril 2012

ACTO EN SANT JOAN EN RECUERDO DE LOS 29 ASESINADOS EN 1812



DÍA 21 DE ABRIL DE 2012 A LAS 16,30
SALIDA DE LA IGLESIA PARROQUIAL


17 abril 2012

"EL SECRETO DE PUENTE ROJO"


Propuesta de integración del Puente Rojo
PFC de Iván Valero Fernández

Al contrario que en el resto de ciudades de España, la Gran Vía alicantina no discurre por el centro de la ciudad, ni tampoco es un eje comercial que dinamice la vida de Alicante. En muy pocos tramos vemos el bullicio de gente paseando por sus aceras y bulevares. La razón es obvia y sencilla, nuestra Gran Vía es un anillo – o semianillo- de circunvalación de la ciudad, al igual que la inacabada Vía Parque metropolitana. Ambos sistemas de distribución y ordenación de tráfico (que no de ciudad) surgen tras el embrión de la primigenia ronda perimetral del Ensanche que transcurría por las avenidas de Salamanca, Benito Pérez Galdós, Poeta Carmelo Calvo y Alcalde Alfonso de Rojas, totalmente absorbida ya por los flujos del centro urbano, y reinterpretada en otros intentos de conectar las avenidas de los barrios periféricos para permitir desplazamientos urbanos que no estuvieran condenados a atravesar el centro.

Pese a que la Gran Vía estaba esbozada desde el PGOU de 1958 y claramente definida en el PGOU de 1973, no se empezó a materializar hasta la segunda mitad de los años 80, llegando muy tarde para dar servicio a una ciudad que ya estaba encorsetada y colapsada por haber crecido sin una correcta red primaria de distribución de tráfico. Basta con recordar que para ir de La Florida a Las Carolinas o San Blas, había que pasar inevitablemente por el centro de la ciudad, puesto que existía una barrera infranqueable que suponía una cicatriz histórica para el crecimiento de la ciudad: la entrada de las vías del ferrocarril hasta la Estación de RENFE.

El primer tramo en ejecución se proyectó para unir la Avenida del Alcalde Lorenzo Carbonell con la Calle de Teulada atravesando Orión (la calle, entiéndase), aunque en realidad terminó apenas 50 metros antes de llegar a Teulada, concretamente con un extraño giro a la altura de Campo de Mirra. Se aprovecharon y remodelaron los tramos ya construidos de Doctor Jiménez Díaz y Gran Vía (precisamente) del Conde de Casa Rojas y pasaron a estar unidos por un puente que salvaba las vías de tren y que estaba predestinado a convertirse en el símbolo urbanístico del Alicante del V Centenario del título de Ciudad que se iba a conmemorar en 1989. Su misión estaba bien definida desde el primer día: acabar de una vez por todas con el cuello de botella generado por el paso a nivel de Santo Domingo.

El nacimiento de un símbolo urbano

El que sería conocido popularmente como “Puente Rojo” fue presentado a la ciudadanía alicantina un 19 de mayo de 1987. Acudieron al acto en el Ayuntamiento el Alcalde José Luis Lassaleta, el Conseller de Obras Públicas Rafael Blasco (por aquel entonces en el PSOE), el Director General de Transportes Cayetano Roca y diversos consellers y técnicos, además de la prensa.

Se trataba de un puente de 750 metros de longitud y 22 de ancho diseñado por los ingenieros de la empresa Tetrametal Rafael y Carlos Martínez Lasheras y fue levantado por Cubiertas y MZOV. Los 45 metros de la plataforma del puente fueron concebidos en curva puesto que a ambos lados de las vías, los dos tramos de avenida no estaban alineados. Fue pensado y diseñado para causar impacto al visitante que acudía en tren a Alicante, y como hito urbano que aportara identidad al paisaje urbano de los futuros barrios al Oeste y Sur de la ciudad.



El diseño del puente integró también la circulación peatonal por dos pasarelas tubulares laterales, a las que se accedía mediante cuatro rampas en espiral desde la cota de la calle, por las que se llegaba cómodamente a lo alto, integrando la accesibilidad de personas con movilidad reducida. Se incluyeron también trabajos paralelos en el entorno, como la creación de una red de colectores, urbanizar los bajos del puente con zonas verdes y de esparcimiento a modo de plaza cubierta, así como construir cuatro salas de usos culturales para los barrios que al final no llegaron a ejecutarse.

Las obras

Estaba previsto iniciar la obra del ansiado puente en octubre de 1987, con un coste estimado de 500 millones de pesetas y su finalización estaba prevista para “según los cálculos más pesimistas” a comienzos de 1989. Pero lo cierto es que comenzó a cimentarse en marzo de 1988, su coste superó los 700 millones (pagados al final por la Generalitat) y fue inaugurado junto al primer tramo de la Gran Vía en mayo de 1990, con el V Centenario ya finiquitado.

El lunes 22 de mayo de 1989 se izaban en el aire los 85.000 kilos de la plataforma central del puente, acontecimiento seguido con emoción por los vecinos del barrio, que ansiaban olvidar la llamada “pesadilla del paso a nivel de Santo Domingo”.

El eterno problema de la estación

Manteniendo la tradicional trayectoria de incoherencia urbanística de Alicante, mientras las obras de construcción del puente avanzaban a su ritmo, el Ayuntamiento firmaba con RENFE un plan para retranquear la estación hasta Alipark. Poco después RENFE pedía retranquear la estación hasta la Gran Vía. La oposición obviamente, cargó contra Lassaleta por su falta de previsión al mezclar el retranqueo hasta la Gran Vía con la construcción del puente. En este primer asalto, acabó ganando el puente, pero ya se atisbaba en el horizonte el futuro conflicto al que estaban condenando la ciudad con esta huída hacia adelante.

Hoy en día nos encontramos ante esta mala herencia de decisiones erróneas por no haber apostado por un retranqueo firme hacia la periferia de la ciudad y un gran parque central cuando pudimos. Ahora que las consecuencias se han agravado y la edificación asedia las vías del tren, nos autocondenamos a una costosísima operación de pseudo-soterramiento que no sabemos si algún día podrá completarse, y nuestra memoria cortoplacista nos traiciona para que volvamos a contradecir las decisiones de futuro tomadas hace apenas 20 años, proponiendo deshacer lo ya avanzado.

Este puente es una infraestructura costosísima, aún sin amortizar, y en perfecto estado estructural para seguir funcionando más de cien años. Los problemas asociados al puente son problemas de mantenimiento, de limpieza, de seguridad, iluminación y tratamiento de espacios urbanos, que se confunden y se asocian a esta estructura tan eficaz y necesaria.

Reducirlo a chatarra es una decisión incoherente con las políticas de sostenibilidad económica y ecológica. Supone traicionar y olvidar el esfuerzo de nuestra sociedad en esta inversión para solucionar una demanda histórica, que permitió el mayor desarrollo urbano de la historia de Alicante, que ha tenido lugar en las últimas décadas. Más aún contemplando su posible integración en los terrenos que algún día liberarán las vías del ferrocarril, liberando el paso inferior de circulación de vehículos y entregándolo al uso de la ciudadanía, enmarcando el paisaje del futuro parque.




La inauguración

Retomando el motivo de este artículo, el Puente de la Gran Vía (aún no tenía apodo) junto al resto de los 2700 metros iniciales de la circunvalación, fueron inaugurados por el President de la Generalitat Joan Lerma un 5 de junio de 1990. Miles de personas se concentraron para conocer el primer gran puente de una ciudad sin río, y el propio conseller de Obras Públicas y Urbanismo, Eugenio Burriel, lo calificó como un “emblema para la ciudad”.

Desde entonces, el puente ha sufrido el abandono de su mantenimiento y la dejadez del cuidado de su entorno, hasta el punto en que los vecinos han comenzado a reemplazar el cariño con el que lo recibieron por rechazo a las molestias que genera esta situación. Mientras, el Ayuntamiento pretende condenarnos a pagar su costosa e improvisada demolición y sustitución por un paso inferior, tras apenas 20 años de servicio, y sin plantear otras de las muchas alternativas técnicamente viables y económicamente más adecuadas.


RUBÉN BODEWIG
ALFREDO CAMPELLO

Publicado -extractado- en
El Mundo (Alicante)
el 25 de marzo de 2012



15 abril 2012

LÉXICO ALICANTINO XX: MAMOLA



Mamola es una palabra endémica de la localidad de Santa Pola, quizá procedente del árabe. hispánico maḥmúla, y este del árabe clásico maḥmūlah, cosa que se sufre a la fuerza. El significado propio de esa localidad (que por diferente hace que incluyamos este término dentro del Léxico Alicantino) sería el de necedad o tontería, dicho o hecho sin importancia, o cosa de poca entidad o importancia. Por tanto, en Santa Pola, donde es de uso común, la palabra mamola no tiene los mismos usos que nos aclara el DRAE, a saber:
 

1. f. Cierto modo de poner la mano debajo de la barba de alguien, como para acariciarle o burlarse de él. Se hace comúnmente a los muchachos.
hacer a alguien la ~.
1. loc. verb. Darle golpecitos debajo de la barba en señal de mofa, burla o chacota.
2. loc. verb. coloq. Engañarle con caricias fingidas, tratándole de bobo.
mamola.
1. interj. U. para expresar burla o negación.


Habitualmente en Santa Pola los hablantes suelen mezclar en el mismo registro dos idiomas indistintamente, combinando en un mismo texto oral el castellano con el valenciano. Por eso la primera vez que escuché "Primo, açò es una mamola" pensaba que estaríamos ante un término de origen catalán, como pudiera ocurrir con  mañaco; sin embargo, si acudimos al Gran Diccionario de la Llengua Catalana, observamos que esta palabra no existe en catalán; por tanto, nos encontramos ante el uso de un término castellano con distinto significado al que pueda incluirse en el DRAE o en el Diccionario de la Lengua Española de Espasa-Calpe: donde se indica:

  1. f. Carantoña que se hace a los niños poniéndoles la mano debajo de la barbilla como para acariciarles o burlarse de ellos.
  2. interj. Expresión que indica burla o negación.


Así pues, podríamos decir que el significado santapolero de esa palabra se acerca más al original árabe hispánico (cosa que se sufre a la fuerza) que al castellano actual (burla o carantoña).


¿Y tú, conoces esta palabra? ¿La utilizas con otro significado, en determinados contextos o para otros usos? ¿Eres de Santa Pola y es de uso común? ¡Esperamos vuestros comentarios!



05 abril 2012

LA REDENCIÓN DE LOS CAUTIVOS TABARQUINOS


Es conocido el hecho de cómo la coincidencia en el tiempo de dos acontecimientos dispares marcó la historia de Nueva Tabarca y de sus habitantes: por una parte, el cautiverio de los tabarkinos en las cárceles de Túnez y Argel tras la toma de la Tabarka tunecina; y por otra, la necesidad del Rey Carlos III de poblar la Isla Plana para evitar que fuera base de operaciones de los piratas berberiscos que asolaban la costa levantina, para lo que encargaría al Conde de Aranda la fortificación de la misma, pero sin éxito a la hora de conseguir que residiera alguien en la isla de forma permanente.

Pero lo que no disponíamos era de un relato en primera persona que nos explicara cómo y en qué circunstancias se llevó a cabo el proceso de redención de estos cautivos y el traslado de los mismos a la isla alicantina. Y esto lo encontramos en el manuscrito que se conserva en la Biblioteca de la Universidad de Alcalá de Henares, titulado Nuevo aspecto de la Topografía de Argel, su estado, fuerzas i gobierno actual comparada con el antiguo, firmado en 1778 en Madrid por Fray Alonso Cano y Nieto.

Fray Alonso Cano y Nieto, Obispo de Segorbe

El manuscrito nos sitúa el 5 de abril de 1768, cuando el Rey Carlos III de España firmó una orden que se transmitió a las tres órdenes redentoras: Trinitarios Calzados, Trinitarios Descalzos y Mercedarios. Dicha orden mandaba concertar un canje de cautivos argelinos por los españoles que habían quedado en Argel tras la última gran redención de los años 1754-1755, sirviendo como mediador el embajador marroquí en España, Hamet Elgazel. El Conde de Aranda recomendó a Carlos III que, para apoyar la redención, se procediese al envío de cuatro navíos de guerra que hiciesen de escolta y actuasen a su vez como medio de intimidación.

Para llevar a cabo la acción eligieron como padres redentores a Alonso Cano, Manuel López Pintor, que ya había estado en los hospitales de Túnez y Argel, Laureano de Cuba, el mercedario Antonio Manuel de Artalejo, Juan de la Virgen, trinitario descalzo, Francisco Jesús Nazareno y José de la Virgen. Embarcaron el 7 de octubre en las naves San Vicente, San Isidro, Santa Isabel y la fragata Santa Teresa, además de una tartana. A los cinco días de navegación se encontraban en la bahía de Argel.

Centrándonos en el polifacético autor del manuscrito, se sabe que Fray Alonso Cano y Nieto, nacido en 1711 en Mota del Cuervo, fue arqueólogo, Catedrático de Teología, historiador, arquitecto, escritor, cartógrafo, Calificador de la Santa Inquisición, censor, Obispo de Segorbe, Embajador en Roma, Examinador Sinodal, Consejero Real, y lo que es más sorprendente, espía a las órdenes del Rey Carlos III. A través de su mediación, empeño e interés personal, jugándose incluso su propia vida, conseguiría liberar a más de 3.000 cautivos de las cárceles argelinas, según relación de hechos y nombres que se guarda en el Archivo Histórico Nacional.

En su manuscrito, que narra con todo lujo de detalles esta relación, vemos efectivamente que aparece el autor como calificador de la Suprema, teólogo de su Majestad en la junta de la Inmaculada Concepción, censor de libros, académico de la Real Historia, examinador sinodal del Arzobispado de Toledo, Ministro provincial de la Provincia de Castilla, León, y Navarra, y de los reales Hospicios de Argel, Túnez, y colegio de Roma del Orden de la Santísima Trinidad Calzada, redentor de cautivos, y redentor general por su religión.

Pues bien, el 26 de octubre los padres redentores saltaron a tierra, y procedieron al canje de 26 capitanes o patronos de barco a cambio de los arraeces argelinos. El resto se continuó según la norma de un argelino por cada dos españoles. Hubo sin embargo problemas, ya que muchos propietarios de cautivos preferían el dinero al canje, e incluso llegaron a elevar sus quejas al Bey de Túnez, Mohammed Ben Othman Pashá, que llegó a sufrir un atentado contra su vida por no obligar a los redentores a efectuar los intercambios como pedían. Y el 6 de noviembre quedaba casi concluida la redención, pasando a los barcos 110 cautivos por canjes y 25 de regalo por los moros que sacó de España el embajador marroquí.

Los trinitarios ante el Bey de Argel

En esta situación apareció un temporal que obligó a los barcos españoles a levar anclas y dejar la bahía de Argel. Mientras, los padres redentores permanecían en tierra. A finales de noviembre, una parte de los redentores partieron con los rescatados, mientras que otra, encabezada por nuestro protagonista Fray Alonso Cano, permaneció en Argel para rescatar a los cautivos de Tabarka, obedeciendo así las órdenes secretas dadas por el gobierno de Carlos III, según relata el autor:

Entre nuestras Instrucciones, se nos diò una secreta y separada, por la qual se nos encargaba que conluydos los Canges y rescates delos cautivos Españoles, y sobrando caudales, solicitasemos el rescate del Pueblo de Tabarca, y lo condugesemos con la redempcion à España. Hallabase este miserable pueblo despues de veinte y ocho años de cautiverio, destituido de toda esperanza de socorro humano. Su pequeña Isla de Tabarca reducida aun solo Pueblo Catholico dependiente en lo Espiritual del Arzobispo de Genova, y situada en la costa de Berberia, se havìa mantenido en su libertad y religión por el espacio dedos siglos hasta que el Bey de Tunez en el año de 1740 la sorprendió con alevosia, y se llevò àtodos sus moradores cautivos.

Sitiada despues Tunez, y entrada à saco por los Argelinos, mudaron de Dueños, y fueron conducidos à Argel en el año de 1756, desde donde havia reclamado en vano la commiseracion del Papa, y de otros Principes Catholicos, manteniendose constantes en la fè, à pesar de su desconfianza de ser jamàs rescatados.

La escuadra española regresó a la bahía de Argel el 23 de febrero de 1769, llevándose a cabo los últimos canjes tres días después. A la mañana siguiente embarcaron finalmente para España. A su llegada a Alicante se hizo un recuento de los habitantes de Tabarka, que fueron utilizados para poblar la entonces denominada Isla Plana, frente a la costa alicantina, que a partir de entonces recibiría el actual y correcto nombre de Nueva Tabarca. Así lo relata Fray Alonso Cano en su escrito:

Diò lugar asi mismo esta demora para facilitar el rescate del Pueblo entero de Tabarca. Constava este desu Párroco, Ancianos, Mugeres, Niños, y en ellos mas de setenta Matrimonios: los hijos se hallavan separados desus Padres: las Mugeres desus maridos, según la diversidad desus dueños. Algunos se hallavan en Mascàra, Constantina, yotros Pueblos distantes, de donde no hubiera sido facil recogerlos à no havèr mediado esta detencion involuntaria, dirigida visiblemente por una superior providencia à libertar este miserable Pueblo, dela dura Esclavitud en que envegecia.

Desembarazados ya de quanto pertenecia al cabal desempeño de nuestra comision, arrivaron el 23 de febrero de 69 el San Vicente, y Santa Theresa para conducirnos à España, con orden reencaminarnos à Alicante, donde la piedad del Rey tenia ya preparado su destino para este ya feliz, y afortunado Pueblo, verificandose en el àla letra lo que en el de Israel à su salida de Egipto, deno haverse hallado en èl al tiempo del Embarco algun impedido, o enfermo. En ultimo de Febreo hicimos vela dela Bahia de Argel, y con prospera navegación dimos fondo en la de Alicante el dia 4 de Marzo.

Retomamos ahora la historia tomando como fuente la obra titulada Vida de S. Felix de Valois, Patriarca y Fundador del orden de la SS.ma Trinidad, Redención de Cautivos, traducida del francés, comentada y ampliada en concreto con los hechos que nos atañen por el Ministro del Convento de Toledo Fray Juan Diego Ortega, editada en 1776 en Madrid por Joachin Ibarra, Impresor de Cámara de Su Majestad, que se encuentra depositada en la Biblioteca de la Abadía de Montserrat.


En esta obra, su autor explica en la Relación sucinta de la Redención general, y tomando como fuente igualmente escritos de Fray Alonso Cano, que fueron rescatadas un total de 1.402 personas, de entre ellas siete eclesiásticos, un comisario de guerra, un teniente, un contador de navío, 28 patronos de embarcaciones, 231 personas entre mujeres y niños de hasta 16 años, y 101 soldados y marineros. El total del coste de la redención se elevaría a 689.494 pesos fuertes y 14 reales de vellón.

El numero delos cautivos cangeados por Moros fuè de quinientos sesenta y dos: el de rescatados à dinero quinientos diez y siete: y el de personas de ambos sexos del Pueblo de Tabarca trescientos veinte y tres. En todas mil cuatrocientas y dos, y entre ellas siete Eclesiasticos, un Comisario de guerra, un theniente, y un contador de Navio: veinte y ocho patrones de Embarcaciones, y doscientos y treinta y uno entre Mugeres, Niñas, y Niños, y ciento y un Soldados.

Finaliza este texto haciendo mención de la gran alegría recibida en la llegada a Alicante, pues el Conde de Aranda les hizo entrega de una carta en la que manifestaba la satisfacción de Carlos III por el desarrollo de los acontecimientos:

Reverendos Padres:
Haviendo visto el Rey la que Vuestras Personas me dirigieron con fecha de 4 del corriente en que dan individualmente cuenta delos terminos en que fuè concluyda la comision que de su Real Orden les ha sido encargada por mi, hasta verificar su arrivo, y desembarco en Alicante del Pueblo Tabarquino, y resto de los cautivos ultimamente rescatados y cangeados en Argel; me ha mandado manifestar à Vuestras Personas la Real satisfacción con que Su Magestad queda del acierto con que han desempeñado su encargo. Lo que participo à Vuestras Personas para su noticia, y complaciencia.


Dios guie à V.V. R.R. ms. as. Madrid 13 de Marzo de 1769
El Conde de Aranda

(Artículo compartido del blog "La Foguera de Tabarca")

03 abril 2012

LOS ÚLTIMOS DÍAS DE LA TORRE EL CIPRÉS


Que la Torre El Ciprés está al borde del derrumbe total es algo que sabemos y llevamos denunciando desde hace ya tiempo; sin embargo, no por ello silenciaremos nuestra protesta, pues cada hora que pasa el riesgo es mayor y las palabras de Alicante Vivo sólo pueden unirse a las de grupos que ya lo hicieron previamente, y así mezclarse con las voces de las veinte personas que en octubre del año 2006 denunciaron en el Consistorio este hecho, o con con las del grupo de activistas que limpió el interior y los alrededores de la torre en noviembre de ese mismo año, intercalándose con las gargantas de la agrupación ecologista Activistes d'Endavant (Osan) que trasladó el 23 de febrero de 2007 al registro general del Ayuntamiento de Alicante unas 140 firmas para pedir el inicio de las actuaciones pertinentes para la protección del monumento. Pero jamás hubo ninguna protección ni por parte de las autoridades ni por parte de la docena de propietarios que la comparten (Urbanización El Ciprés) y la torre El Ciprés y su ermita fueron abandonadas a su funesta suerte.

Y como nadie ha cumplido el Plan de Protección Especial de las Torres de la Huerta de Alicante, continuos saqueos, expolios, destrozos e incendios han contribuido a su imparable deterioro, tal vez insalvable ya, hasta el punto de que su desplome es inminente. INMINENTE. Tras el último incendio y asalto a la ermita, una cinta de los bomberos nos marca el perímetro y nos alerta del peligro que ya conocíamos.

Torre El Ciprés, Torre del Ciprés, Torre Ciprés, Torre El Xiprer, Torre del Xiprer, Torre Xiprer, AÑO 2012.

Esta imagen de la izquierda (tomada en 2008) todavía muestra la puerta de madera que daba entrada a la fortificación y que una vez estuvo bajo el arco de piedra que fue sustraído el año 2004; En las dos imágenes de abajo vemos el progresivo abandono y deterioro de la misma entrada, pues ya ni la puerta queda en pie: salvajes destructores del patrimonio se han dedicado a golpear la puerta hasta que la han reventado. Los despojos arrancados de los goznes yacen en el suelo, junto a una torre de defensa de la huerta alicantina que clama a gritos ser restaurada o rehabilitada y a la que nadie parece escuchar, porque parece que ya a nadie importa.









AÑO 2010 AÑO 2012




La estructura de 1565 cederá ante el inexorable paso del tiempo si nadie pone remedio a esta mixtura de abandono y destrucción consentida que ya empezó en los años ochenta, ya que durante esa década tuvo adosada una chabola cuyo propietario (Antonio, que vivía con su mujer Carmen) realizó un enorme boquete en su parte trasera que puso en peligro la torre; aunque volvieron a tapar el boquete, ha sido abierto una y otra vez, suponiendo una de las principales causas de sus múltiples grietas. Sirva como ejemplificación del mal estado de esta construcción prismática de planta cuadrada las imágenes tomadas del interior en 2008, 2010 y 2012, desde el boquete de la entrada, donde puede atibarse el comienzo de la escalera de caracol dispuesta en en la parte izquierda, que comunica los tres niveles del baluarte, y una puerta tapiada, al fondo.
Interior de Torre El Ciprés en marzo de 2008.
La torre ya se encuentra en un estado ruinoso y con riesgo de desplome.

Interior de Torre El Ciprés en marzo de 2010.
Puede verse el desprendimiento de piedras y sillares a lo largo de la escalera producido durante dos años, con respecto a la imagen anterior.



Interior de Torre El Ciprés en abril de 2012.
El estado de la torre es alarmante: el desplome es inminente, quizás sólo cuestión de días, y aun así, continúa siendo pasto de botellones y vandalismo.

Desolador panorama se abre a los ojos del visitante una vez entra por la extinta puerta de madera y accede a las inmediaciones. Ahora mismo el BIC es un antro de recreo, un lienzo en blanco para ensuciadores del atomizador cromático (del tipo "Choni te kiero") que campan a sus anchas y van dejando a su paso restos de mesas, sillones desvencijados y ropa en mamotretos que han sido leña de hogueras. Sillares del siglo XVI profanados bajo el yugo del spray en una pirueta más de la incultura; más que una pena, una verdadera vergüenza. Ser alicantino duele de verdad.
































La ironía trágica del destino me hace replantear mis propias palabras pronunciadas en 2008 a mis alumnos, que yo antaño creía alentadoras, cuando todavía permanecíamos a la espera de un posible Museo de la Huerta que pudiese contar toda historia alicantina de unas torres ya completamente salvadas del expolio y la ruina, tal y como merecen por su condición de BIC. Como en mi infancia he subido esta torre con mis vecinos de la «peña de la calle», especialmente en las competiciones de las fiestas de la Condomina, mis recuerdos me condujeron a la agridulce conclusión de que «La Torre El Ciprés contiene una magia palpable desde el momento en el que accedes por la desvencijada puerta de madera que sostiene el desaparecido arco de su entrada, porque es una de las pocas torres que puedes saborear desde cada sillar. Antiguamente podías adentrarte en su interior y recorrer sus plantas subiendo la escalera de caracol, pero hoy en día no es posible porque la torre puede desmembrarse en cualquier momento, por lo que las entradas están tapiadas en beneficio de la seguridad ciudadana y salvaguarda de los vándalos» [Ernesto Martín (coord.), La recuperación del patrimonio de la Condomina, Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, Alicante, 2010.]
Ya no queda puerta de madera, ni las entradas están tapiadas en beneficio de la seguridad ciudadana ni es salvaguarda de los vándalos. Ninguna de estas afirmaciones tiene ya validez. Al contrario, la torre El Ciprés es un patio de Monipodio para uso y disfrute de la patada y el puñetazo, para el desenfreno violento y la excitación del expolio; pero aquí no acaba todo, pues todavía hay más: el riesgo de desplome persigue cada grieta del debilitado baluarte. Por ello quiero que me acompañéis planta por planta en la que puede ser la última visita a la torre, y que sean las imágenes las que guíen vuestro camino. Tras las fotografías, incorporamos un vídeo de PlinthusAlicante de febrero de 2011 llamado Torre El Ciprés del Alicante - La muerte de un BIC. Que cada imagen resuene como un disparo: el sistema de fortificaciones defensivas más importantes de todo el Mediterráneo se desmorona sillar a sillar y todos se pasan la patata caliente.














La ermita de El Ciprés



La construcción de la pequeña ermita de El Ciprés, separada de la casa y torre, se ejecutó a finales del siglo XVII, hacia 1661 o 1684 (aunque yo en la inscripción creo leer AÑO 1588); en esa época el peligro de las incursiones de piratas había remitido. De planta rectangular, volumen prismático y cubierta a dos aguas, presenta unas dimensiones exteriores de 4,00x8,00 m. El interior está constituido por una única nave con la puerta orientada al norte, la cual recaía frente al espacio abierto de la entrada a la primitiva casa. El hueco de la puerta es de medio punto y está formado, en su totalidad, por dovelas de gran tamaño mientras que el muro perimetral es de mampostería y revoco.









COMPARATIVA DE LA ERMITA EN LOS AÑOS 2008 (PRIMERA IMAGEN E IZQUIERDA), 2010 (ARRIBA) Y 2011 (BAJO ESTAS LÍNEAS). LA ÚLTIMA FOTO ES DE 2012.



La principal alerta sobre el nuevo saqueo y riesgo de desplome de la ermita de El Ciprés nos la dio Elías Gomis en el gran artículo del 16 de marzo sobre las Torres de la Huerta de su blog Hoy no sé quién soy. En ese artículo Elías nos mostró que ya habían reventado definitivamente la entrada de la ermita, hecho que provocará en poco tiempo el derrumbe total de la construcción. El primer día del mes de abril nos encontramos la ermita tal y como os vamos a enseñar.




El boquete que se abre en la puerta principal nos da entrada al interior de la ermita. Lo primero que sentimos es pura desolación. La belleza oscura de la ruina romántica se entremezcla con la estética simbolista de lo feo: hay restos de la puerta principal en el suelo junto al esqueleto de un sofá que ha sido quemado dentro del recinto, como muestran las cenizas, escombros y cascotes esparcidos alrededor. Aquello que una vez fue un luga espiritual, centro de culto y oración de los alicantinos que habían resistido a las incursiones berberiscas se torna hoy objeto de mofa, golpeado hasta sangrar por cada una de sus grietas.



La contemplación de las sobras de botellones, pedazos de madera, desperdicios, bolsas de basura, papeles rotos, periódicos incendiados o una mesita no impide que fijemos nuestra vista al fondo de la ermita y veamos el antiguo altar donde se celebraba el culto cristiano, elevado un escalón con respecto al piso, y las huellas en la pared de donde estuvo la hornacina que envolvía la imagen. La cruz en relieve (crismón que acaba en cruz latina) todavía resiste el saqueo atronador.



(Detalle de la hornacina y pintura celeste de la pared)


El documento audiovisual de la entrada al interior de la ermita que hemos editado podéis verlo en este enlace de Youtube llamado Ermita de Torre El Ciprés - BIC en ruinas (Alicante) 2012, con el que nos despedimos del basurero que forma uno de los conjuntos monumentales más destacados de la Historia (con mayúscula) de la ciudad.




Desde Alicante Vivo exigimos que se cumpla el Plan Especial de Protección de las Torres de la Huerta de Alicante, en el que se especifican los elementos de interés a proteger, conservar y mantener. (Pincha aquí para ver el documento sobre La Torre El Ciprés en el Plan de Protección de las Torres de la Huerta de Alicante). Así pues, manteniendo lo estipulado por ley y citando de dicho plan:

Torre : Debe mantenerse en su integridad estructural y morfológica, incluyendo el arco de entrada a la casa. Sería conveniente, cuanto antes, actuar para detener el proceso de deterioro y ruina.
Capilla : Debe mantenerse en su integridad estructural y morfológica.. Sería conveniente, a igual que con la torre, actuar para detener su ruina y evitar el expolio de elementos constructivos.
Entorno : Deben mantenerse los cipreses de sus inmediaciones.

Plan Especial de Protección de las Torres de la Huerta. Ayuntamiento de Alicante.




Artículos de periódico más relevantes para seguir paso a paso la ruina del baluarte

ERNESTO MARTÍN MARTÍNEZ

Imágenes de Ernesto Martín Martínez y Héctor Martínez Amante para Alicante Vivo

01 abril 2012

BAVIERA. CERVECERA ALICANTINA S.A.


La fábrica en 1928

Cuando recibí noticia de dicha marca, Bayern en su origen germánico, el más grande de los dieciséis estados que forman la República Federal de Alemania, pensé que era una singular marca para la primera cervecera que se instaló en la provincia de Alicante; concretamente en Novelda.

El tema me gustó lo suficiente como para entrar en una investigación que ha durado varios meses. Pero, porque siempre existe alguna contingencia, merced a dar con personas amables por la atención recibida he de agradecer su colaboración nada más empezar estas primeras lineas: Alfredo Campello, de la Asociación Cultural Alicante Vivo; Antonio Obrador, de Obrador y Vitores, SL; Jorge Juan Payá, del Archivo Histórico Municipal de Novelda y Juan A. Cid Tomás, de Cerveceros Digitales.

Conforme los vestigios que aún podemos ver en pie, he podido reconstruir algunos detalles breves de su historia. Fue en el año 1927, un año de auge industrial para la región alicantina, cuando en Novelda se adquirió el antiguo solar de la bodega La Monfortina (por estar próxima a Monforte del Cid). Bajo la dirección del ingeniero Juan Gutiérrez Egea, consejero al mismo tiempo de dicha sociedad, se construyó una factoría similar a las más modernas de la época, con capacidad para producir unos 15.000 litros diarios. El origen de esta iniciativa se debió a dos emprendedores industriales alicantinos: José Guardiola, presidente del Consejo, y Adolfo Reus Ventura, consejero-delegado.

La instalación industrial llegó a contar con once naves, que fueron el orgullo de la región. Entre la distribución de su maquinaria, llamaba la atención una nave exclusiva para contener el condensador de hielo; en otra estaba el propio tanque capaz de producir 400 barras de hielo, de 25 kilos cada una, que vendían a los baristas al mismo tiempo que la cerveza; y había otra nave también para albergar las cámaras frigoríficas.

Sus bodegas conseguían mantenerse a una temperatura media de 1º centígrado, con los tanques de fermentación y reposo en acero esmaltado; su capacidad se cita en 240.000 litros de cerveza.

Otra nave completa se dedicaba a taller mecánico y de mantenimiento, además del despacho del director junto al correspondiente laboratorio químico. Igualmente contó con modernos pabellones, para dormitorios de los empleados en esta industria.

Las personas mayores de Novelda, siguen llamando a esa zona "La Cervecera". En dicha localidad se recuerda no obstante, de cuando la inauguración a principios del siglo XX, que todo el pueblo fue invitado a degustar su producción, y los grifos de la misma no pararon de llenar jarras y jarras para todos sus paisanos.

La fábrica estuvo trabajando con bastante éxito, en sus primeros años. Sin embargo en una reciente exposición de Mahou, en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, pude observar un ejemplar de escritura notarial por compra-venta de la Cervecera Alicantina, S.A., fechada en 1930. Complicaciones posteriores, tanto a la hora de producir, distribuir o comercializar, llevaron a su cierre, siendo rescatada la maquinaria para la cervecera El Turia.


La fábrica en la actualidad

De la firma inicial, se aprecia toda la nave que da a la carretera con su fachada primitiva y sus catorce ventanas de arco; tanto el techo como el interior siguen existiendo según eran en su inicio, con vigas de madera en cuchillos y en perfecto estado; existe todavía un zócalo de mosaico que está en muy buenas condiciones. Así como lo más llamativo desde el exterior: una chimenea de ladrillo, que es la original, y conserva -en su parte superior- as letras de "Cervecera Alicantina, S.A. Alicante"; los laterales de las naves que dan a la carretera de Agost, del mismo modo son genuinos en parte, así como algún muro interior.

Lo delicioso de estos hallazgos, es recurrir a la escasa cartelería "idealizada" o etiquetas que podamos rescatar, bien de coleccionistas, bien de archivos oficiales. Y con los mismos, recrear esa idea, intentando situarnos en aquellos comienzos del siglo pasado, para imaginar con qué esfuerzo aquellos empleados, técnicos, obreros, y administradores, instalaron en Alicante la primera empresa de cervezas. En su honor, quienes me han ayudado a recabar la información necesaria, les siguen recordando

Ahora, en esta letra impresa, vamos a intentar lo mismo. No en balde, sabiendo de dónde viene nuestra industria, cabe desear su continuidad por siempre. ¡Salud!

PEDRO MIGUEL ORTEGA MARTÍNEZ
Publicado en la revista CELCE nº66 de marzo de 2012

 
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